¡Aguante la lucha de Apolo Fish!

Escribe Dante Leuco

Tiempo de lectura: 2 minutos

Tras dos meses de tolerar las excusas de la patronal para no pagar los salarios, los 60 trabajadores del frigorífico Apolo Fish decidieron ocupar las instalaciones de la fábrica. Luego de casi 10 días de ocupación, el pasado lunes se logró que la empresa pague una parte de los sueldos adeudados. En este momento, los trabajadores se encuentran en estado de asamblea permanente a la espera del pago de la totalidad del saldo restante.

Con la pandemia de coronavirus y la cuarentena, la fábrica siguió produciendo como si nada; no se implementó ningún tipo de protocolo, elemento sanitario y de higiene o medida de prevención, para evitar el contagio entre los obreros. La empresa no paga la ART desde hace tres años y no hace los aportes previsionales. Esto no le impidió reclamar el subsidio ATP que le alivianó el 50% de la deuda y, sin embargo, no han pagado aun la otra mitad de los sueldos.

Entre los siete dueños de la empresa figuran grandes magnates de la industria del pescado de Mar del Plata, como la familia Pennisi. El 14 de mayo, los trabajadores realizaron una manifestación en las puertas de la casa de Roberto Paredes (uno de los dueños), situada en el barrio Los Troncos, de los más exclusivos de la ciudad.

Según comentaban los trabajadores a distintos medios locales, la fábrica cuenta con tecnología de punta y produce para exportación. “Los dueños se llenan de plata, se la llevan del país y después nos dicen que no tienen para pagar los sueldos”, comentaba uno de los voceros del conflicto a Política Obrera.

Puerto de Mar del Plata: un hervidero

En toda la industria pesquera de la ciudad vemos como las patronales juegan con la vida de los trabajadores. Desde enviar obreros al mar sin realizarle los hisopados -como fue el caso del buque Scirocco, perteneciente al grupo Solimeno-, hasta tener a los tripulantes hacinados en habitaciones, con humedad y sin ninguna medida de higiene, como se vio luego de que se viralizaran por redes sociales las imágenes del barco Orión II. Los fileteros de la empresa Coomarpez fueron despedidos solo por reclamar medidas sanitarias para prevenir el contagio; ha habido conflicto en las plantas de MIA S.A y de Gaveteco, por faltas de pago de sueldos. La falta de protocolos para mantener el distanciamiento social y elementos de higiene en todas las fábricas del puerto, sumado a la precarización laboral que impera en el sector, ha hecho emerger la lucha y la deliberación entre los trabajadores.

La lucha de los trabajadores de Apolo Fish es solo una de cientos de luchas obreras que están emergiendo a lo largo y a lo ancho del país, en defensa de las condiciones de vida amenazadas por el capital y de la vida misma amenazada por la pandemia de coronavirus. La cuarentena es usada como una excusa para precarizar aún más las condiciones de trabajo, incluso en aquellos sectores esenciales de la producción que no tendrían por qué verse afectados. Las luchas del frigorífico Penta, de BedTime, de los trabajadores del Sutna, Morvillo, Textilana, Apolo Fish y tantas otras, le marcan el camino al conjunto de la clase obrera.

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