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El pasado sábado 16, artistas, activistas y militantes nos dimos cita en el local de Política Obrera de Villa Ortúzar para realizar una jornada cultural contra la guerra imperialista y la masacre en Gaza.
Un grupo de estudiantes (Tinca, Lucas y Nuria) de la Escuela de Arte Manuel Belgrano de Barracas desarrolló un mural con un paisaje de Gaza que recorre las costumbres, cultura y lucha del pueblo. Mientras tanto, Seo rapeó para todas y todos los que estábamos allí con una lírica cargada de las experiencias de los trabajadores de la zona sur de la ciudad.
Hubo espacio para la distensión y compartir una bebida y una comida. Rubén Julio y María llenaron de música el local con canciones de Silvio Rodríguez, Victor Jara, Fito Páez y Charly García, entre otros.
En el campo de la prosa se sumó Esteban, periodista. Dio lectura a un texto que elaboró especialmente para la jornada llamado “PALESTINA NO PUEDE SER MALA PALABRA”, donde sentó posición sobre todo lo que ocurre en Medio Oriente y también acá, donde expresar solidaridad por el pueblo palestino puede ser objeto de persecución y represión.
Pablo dió lectura a un cuento y no estuvo ausente el teatro. Con una performance a cargo de María y Julio, retrataron las peripecias de un hombre que busca en los pasillos de la burocracia estatal medicamentos para su madre ya mayor. Expusieron con humor e ironía el desdén y maltrato del régimen contra un trabajador y su familia.
Mientras los medios blindan la catástrofe humanitaria que despliegan las armas de ultima tecnología sobre la población palestina y esconden el carácter mundial y criminal de la guerra, el gobierno de Milei festeja el triunfo del fascista Trump y celebra los crímenes del mandatario del Estado de Israel, Netanyahu.
El gobierno liberticida alienta la persecución a quienes se atreven a denunciar la guerra y el genocidio del Estado de Israel. Milei ha alineado incondicionalmente a la Argentina con los perpetradores y criminales internacionales de la OTAN, que en rescate de su propia decadencia buscan arrastrar a la humanidad al abismo.
Sin ir más lejos, la ofrenda de Fabricaciones Militares para la producción de municiones para esta guerra infame. Las consecuencias de ese alineamiento no son abstractas. Poner al país al servicio de la maquinaria bélica de la OTAN afecta directamente la soberanía territorial, por ejemplo, los intentos de bases militares en la región antártica o en la hidrovía del litoral frontera con Paraguay, Brasil y Uruguay. Pero también exige el pago de la deuda externa y sus intereses, que implican ataques a las condiciones de vida de los trabajadores. No solo buscan el rescate económico de los especuladores nacionales e internacionales, sino también derrotar la capacidad de organización de la clase obrera.
Frente a la represión que buscan imponernos, una campaña para concientizar sobre las implicancias y desafíos que impone la guerra imperialista y la necesidad de derrotarla mediante la movilización revolucionaria de la clase obrera solo puede hacerse desde abajo, superando la censura de los grandes medios y multiplicando actividades, movilizaciones y poniendo en agenda una respuesta obrera a la catástrofe capitalista.
Somos miles y miles los que vemos todo esto con horror y queremos luchar contra este genocidio. Pongamos en pie una agenda de campaña por Palestina, contra la guerra.