Escribe Fabián Rodríguez (profesor de Educación Especial)
Colaboración para Política Obrera
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Una verdadera rebelión ocurre en estos días dentro de la docencia de educación especial. Sucede que a partir del año pasado la dirección de la modalidad viene llevando a cabo una serie de reformas que echan por tierra con los principios que dieron base a una rama diferenciada de la enseñanza, luego devenida en modalidad.
Dichas reformas tienen el objetivo de abrir las escuelas especiales al territorio donde están asentadas. Esta apertura significa que las escuelas especiales, que están divididas por especificidades (para personas con discapacidad mental, para sordas o hipoacúsicas, para ciegos o disminuidos visuales, discapacidad neuromotora, trastornos de la personalidad, etc.) dejen de trabajar de esa forma y pasen a atender a todos aquellos estudiantes a los que sea imposible sostener en las llamadas “inclusiones” dentro de las escuelas de nivel (sistema educativo común).
Esto ha producido un amontonamiento, sin ninguna división por caracterización del estudiante, en lo que las autoridades denominan “la igualdad en la diversidad”. Por ello también están obligando a los docentes a renunciar a su formación específica con la cual titularizaron sus cargos, a lo que denominan “Formación General”. Así, dentro de esos establecimientos, el hecho educativo se convierte en una ficción, pues solo apunta a que los docentes contengan a niños/as que en muchos casos tienen patologías para abordar las cuales no están preparados. Estos niños/as, que en su enorme mayoría sufren trastornos que alteran su estructura cognitiva, son producto de la miseria que los sucesivos gobiernos han creado en amplios sectores de la población. En 1992 la entonces directora general de escuelas, Farías de Castro (gobierno de Duhalde en la provincia y a nivel nacional Menem), se despachó con que “el estado no tiene por qué hacerse cargo de los hijos de prostitutas, alcohólicos y drogadictos” que en su mayoría terminaban en las escuelas especiales para discapacitados mentales (sin serlo en muchos casos). Hoy, el señor Urquiza, director de la modalidad en el gobierno de Kicillof, se hace cargo a su manera pseudoprogresista e “inclusiva” de las mismas consecuencias.
Frente a este cuadro de verdadero crimen social, un pequeño grupo de docentes de la zona de J.C.Paz y San Miguel, tomó la iniciativa de juntarse y discutir un rumbo. Se creó un grupo de WhatsApp que en menos de 20 días ha agrupado a ¡740 miembros! Ese número revela el grado de hartazgo de una docencia que se ha preparado durante largos años para brindar una educación específica a niños/as que así la requieren por sus características, y que ahora deben atender a otros/as para los cuales no están formados ya que son obligados a ello por autoridades educativas a las que parece no importar las consecuencias perjudiciales para unos (docentes) ni para otros (los niños y niñas).
Las denuncias de los docentes son verdaderos testimonios de una barbarie: las escuelas convertidas en un depósito; hechos de violencia a diario; docentes golpeados; docentes con licencia por siquiatría porque ya no pueden con esta situación.
Mientras tanto dentro de las escuelas de nivel muchos estudiantes que están con un proyecto de “inclusión” se sostienen simplemente porque “no molestan “, pero tampoco logran interactuar con una currícula que les es ajena, resultando en una verdadera exclusión educativa; si estuvieran en sus escuelas y con sus docentes específicos, tendrían un verdadero hecho educativo. Como dijo una docente: en su gran mayoría solo sirven para las estadísticas administrativas y que las autoridades se hagan gárgaras hablando de “inclusión”.
Luego, a aquellos estudiantes que sí podrían estar integrados en escuelas de nivel les faltan los apoyos necesarios para hacerlo en forma plena, por la falta de cargos docentes que fueron eliminados. Aquí “la motosierra”, es nacional y popular.
Para los próximos días el movimiento llamado “En defensa de la Educación Especial, sus estudiantes, sus docentes y sus escuelas” ha avanzado en un primer plan de acción: esta semana y con día a convenir, agitación en las plazas de cada distrito denunciando la situación y convocando a una marcha a realizarse el 4/12 a La Plata para intentar ser recibidos por alguna autoridad y plantear nuestros reclamos. Y dada la altura del año, seguir debatiendo los pasos a seguir. También nos hemos dado la tarea de dividirnos por especificidad para escribir sobre todo lo pertinente a cada una de ellas con la idea de elaborar un plan educativo que revierta todo ésto y abra un nuevo rumbo en la Educación Especial. El movimiento de las escuelas especiales necesita un programa para triunfar. Los y las docentes especiales debemos pararnos en el principio de que la igualdad de oportunidades no es dar a todos lo mismo sino a cada cual lo que necesita.
A partir de este principio reclamar:
¡Todos a la marcha del 4/12 a las 11 hs en Plaza Moreno de la ciudad de La Plata en defensa de la Educación Especial!