Escribe Gustavo Guida
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En marzo la burocracia de Suteba acordó con el gobierno un “aumento" que consumó un retroceso salarial. Esto fue rechazado por miles de docentes de base y por los Sutebas Multicolor, Udocba y Feb.
La paritaria -a la medida del gobierno y el FMI- consta de dos cuotas de 8% sobre el básico (marzo y junio) y tres cuotas en negro no acumulativa, que no inciden en el salario de los jubilados y que luego de junio pueden desaparecer. A su vez, fue eliminada la cláusula gatillo que era un resguardo del salario frente a una inflación creciente. Finalmente, la burocracia Celeste vendió la paritaria como una “paritaria corta” para hacer pasar la rebaja del salario real.
Llegada la pandemia miles de compañeros se vieron impedidos de tomar suplencias o acceder al plan fines. Esto acentuó el deterioro salarial.
La miseria salarial, por otro lado, se profundiza porque en el primer cuatrimestre la inflación promedio fue de 9,1% y la inflación en alimentos, bebidas y vestimenta fue de 14,5% (Indec). La tasa de inflación de referencia para los salarios docentes es la inflación en alimentos porque los salarios promedio están por debajo de la línea de pobreza y cuanto más bajo es el salario mayor es la proporción del mismo que se gasta en alimentos.
La multiplicación de tareas en el cuadro de la crisis sanitaria que no están contempladas en el estatuto docente provoca una mayor carga horaria y explotación laboral.
En síntesis: trabajamos más horas, tenemos polifuncionalidad y los salarios percibidos son los mismos y encima los carcome la inflación.
Los docentes de Buenos Aires no podemos permitir que nuestro salario se pulverice en un cuadro de mayor carga laboral.
El anuncio de una posible vuelta a clases por parte del ministro Trotta debe ser rechazado como punto fundamental en la reapertura de las paritarias.
Impulsemos una gran campaña en toda la provincia por la inmediata reapertura de paritarias para luchar por un salario mínimo igual a la canasta familiar; indexación mensual según Ipc; plus por polifuncionalidad de tareas y sobrecarga laboral; por una garantía de salario mínimo de $42.000; regularización y pago de todos los sueldos adeudados; respeto se todas las condiciones laborales establecidas en el estatuto docente.