Escribe Sergio Escalas
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Recientemente, el gobierno porteño presentó el Plan Estratégico Buenos Aires Aprende que, en el caso de la primaria (como también en secundaria), representa una auténtica contrarreforma educativa, en lo relativo a su impacto en el diseño curricular (es decir, qué se enseña en las escuelas primarias de gestión pública y privada de la Ciudad de Buenos Aires).
Una de las novedades que presenta el nuevo diseño curricular es que incorporará lo que desde la cartera educativa denominan “contenidos de áreas clave para el siglo XXI”: bienestar socioemocional, educación digital y financiera e inteligencia artificial.
La Educación Socioemocional aparece como marco de un programa educativo con recetas vinculadas a la meditación, a la respiración y la visualización, para armonizar el ecosistema escolar. Sin embargo, el programa de educación emocional propone resolver problemas sin un análisis de cuáles son los condicionamientos que hacen que padecimientos y transformaciones subjetivas se presenten en la escuela (violencia intrafamiliar, tener dificultades para comer, no poder cargar la SUBE), y con qué tienen que ver: el violento impacto capitalista sobre niñas y niños.
De hecho, en septiembre se conocieron las cifras de pobreza en Argentina que alcanza al 52,9 % de su población y 18 % de indigencia. La cifra se dispara al 66 % cuando se toma a la población de menores de 14 años. Es decir que dos de cada tres chicos son pobres. Un estudio de UNICEF reveló que más de un millón de chicos se van a dormir sin cenar.
La educación, desde el punto de vista del “bienestar emocional”, promueve el individualismo y la autogestión; desde un enfoque pragmático y descontextualizado, ofrece respuestas rápidas y simplificadas en un mundo cada vez más convulsionado por las guerras, el hambre y la explotación. La Educación Emocional está ligada a la lógica del “management del poder y del emprendedurismo”, junto con el control y la gestión de las emociones laborales y sociales, que implican una fuerte exclusión, y estas vertientes están muy presentes en el ámbito empresarial, de gestión y autocontrol. Para que haya un buen clima de trabajo, hay que ser empático y proactivo. O sea, promueve la sumisión ante los patrones y la autoridad, agachando la cabeza.
Al mismo tiempo, el punto de vista del “bienestar emocional”, promueve un choque directo contra los contenidos de la ESI (en consonancia con la política del gobierno nacional liberticida, de carácter oscurantista), de manera que se instala el peligro convivencial de los dos espacios, en cuanto a que llegue a argumentarse que se da ESI, pero en realidad se esté impartiendo educación emocional (dado que la Educación Sexual Integral está establecida por la Ley Nacional 26.15).
Por su parte, el eje transversal para segundo ciclo que representa la educación financiera, es una gran fachada que encubre la pauperización de niños y jóvenes a través de la creciente tendencia hacia la ludopatía y en que se publicó en el Boletín Oficial que los menores de edad, a partir de los 13 años, pueden realizar operaciones en el mercado de capitales, previa autorizaciones de los padres, dando cuenta que la miseria social ampliada hasta niveles históricos por el gobierno liberticida estimula la ilusión de "salvarse", ya sea apostando al resultado de un partido de fútbol, a los vaivenes de la Bolsa, o a una estafa piramidal como la que capturó a buena parte del pueblo de San Pedro.
La introducción de la educación financiera en la primaria tiene el antecedente del 2022, en oportunidad en que Rodríguez Larreta, y la ministra de Educación, Soledad Acuña, anunciaron la implementación del “Programa Educación Financiera” para los alumnos que estuvieran cursando el último año de la Escuela Media. Anunció que promovía un auténtico analfabetismo pseudotecnológico, porque se proponía, en última instancia, entrenar en el manejo de índices y subíndices, sin la menor formación económica e histórica, o sea de la comprensión del carácter confiscatorio de esas operaciones.
En los próximos días, se realizarán jornadas EMI en las escuelas primarias de la ciudad. Promover la discusión, la organización y las autoconvocatorias en defensa de una escuela pública independiente de los mandatos del mercado ejercidos por quienes nos gobiernan y gobernaron, es la tarea que convoca a la docencia.