Larreta quiere meter el bitcoin en los colegios de la mano de Balanz, Mercado Libre y Ualá

Escriben Ana Belinco y Sergio Escalas

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El Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la ministra de Educación, Soledad Acuña, anunciaron la implementación del “Programa Educación Financiera” para los alumnos que estén cursando el último año de la Escuela Media, de 30 horas cátedra. Recientemente, se establecieron las "Prácticas profesionalizantes” en establecimientos de distinto carácter.

La planificación del nuevo módulo educativo se realizó en conjunto con empresas líderes del sector Fintech, que compite con los bancos en las transacciones digitales. De hecho, los encargados de dictar los contenidos no serán docentes, sino integrantes de las patronales. El programa se dictará en horario escolar, pero no en las instituciones educativas, sino en el “Centro de Capacitación de Desarrollo” ubicado en Barracas.

Esta separación del estudiante de la institución escolar y de la docencia de secundaria, tiene como antecedentes las iniciativas para concursar en forma virtual los cargos en educación media, desde abril del 2020.

Los temas prioritarios establecidos de “educación financiera”, que el Ministerio incorporará a los contenidos curriculares, son: orientación vocacional, billeteras electrónicas y criptomonedas, presupuesto personal y familiar, consumo responsable, plan de ahorro, productos de crédito y reglas de oro para tus finanzas, entre otros.

"Esto se suma, informó Acuña, al plan para desarrollar habilidades blandas y a las 120 horas de prácticas educativas en ámbitos laborales. En el ministerio de Educación de la Ciudad queremos preparar a los jóvenes para el mundo laboral e igualar oportunidades", remató la ministra. El planteo integra la política de tercerización educativa que consiste en promover títulos y ´habilidades´ intermedias, y desarrollar, del otro lado, un sistema de restricciones institucionales y económicas para acceder a graduaciones integrales, doctorados y títulos de alta calificación. Este “menú laboral a la carta” responde entonces a una política limitacionista, de un lado, y a la oferta de mano de obra de menor calificación a costa del sistema educativo, no de las propias empresas. Este incremento del gasto y del déficit fiscal es redondamente apoyado por el Fondo Monetario Internacional. Las Tecnológicas financieras, que registran hoy la mayor tasa de beneficio empresarial, recurren sin la menor vergüenza al subsidio estatal.

Es comprensible que el gobierno de la Ciudad aliente la ´educación financiera´, porque el macrismo es un agente político de los fondos de inversión y cobertura, de los intermediarios de Bolsa. El régimen de los Caputo, Sturzenegger y Dujovne se ha destacado precisamente por promover el endeudamiento financiero a mansalva del Estado. Ahora tenemos a Guzmán, un fanático del mercado local de deuda, un antiguo proyecto del kirchnerismo. Lo importante de todo esto es que desarrolla un auténtico analfabetismo pseudo-tecnológico, porque se reduce a entrenar en el manejo de índices y sub-índices, sin la menor formación económica e histórica, o sea de la comprensión del carácter confiscatorio de esas operaciones. Un avezado alumno en ‘finanzas’ estaría dedicado, en la actualidad, a operar transacciones en los mercados ‘libres’ de divisas, que operan como canal de la fuga de capitales de Argentina, de la desvalorización del trabajo nacional, de la inflación y de la devaluación de salarios y jubilaciones. La llamada ‘reconstrucción argentina’, en manos de las Fintech, los fondos comunes y otros similares, es equivalente a un suicidio nacional. La formación de la juventud en una comprensión crítica del capital financiero en sus distintas formas, genéricamente parasitarias, aportaría un elenco de trabajadores calificados, al servicio de un desarrollo real de las fuerzas productivas, en primer lugar de la fuerza de trabajo.

La conducción celeste de la UTE, con Angélica Graciano a la cabeza, observa que "lo que claramente aparece y se ve con evidencia es la mercantilización de la educación secundaria". No ha entendido, es obvio, el proyecto de Larreta-Acuña, porque la mercantilización educativa tiene que ver con la enorme privatización escolar que han habilitado peronistas y gorilas en las últimas décadas. El plan Larreta es la descalificación educativa y laboral, por un lado, en lo cual coinciden Graciano y Baradel, y la incorporación ‘las finanzas’ a ese régimen de descalificación, nada que disguste al gobierno partidario de un “mercado nacional de capitales”, para darle ‘profundidad, en la jerga financiera, al financiamiento de inversiones de diverso tipo. Todo esto permite entender, adicionalmente, la furia a favor de la “presencialidad segura” en las escuelas, por parte de ambos lados de la grieta – el macrismo, de un lado, y el kirchnerismo y el filo-kirchnerismo del otro.

Frente a los avances en la descalificación y analfabetismo educacional, y frente a la entrega de la formación acerca de asuntos financieros a los bancos y a las Fintech, reclamamos que la docencia intervenga en la elaboración de la currícula de formación económica en la secundaria y que sea ella la que la desarrolle en las escuelas, con independencia del estado y de las corporaciones capitalistas.

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