Escribe Joaquín Antúnez
Una crisis política en desarrollo con huelgas y manifestaciones.
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Un intento de aplicar la “Ley Marcial” por parte del presidente Yoon Suk-yeol y acompañado sin dudar por su ministro de Defensa, Kim Yong-hyun, y el jefe de las Fuerzas Armadas, Park An-soo, fue rechazado por la Asamblea Nacional (Parlamento), que se encuentra desde comienzos de año en manos de la oposición tras las elecciones de medio término.
Yoon Suk-yeol había denunciado que la oposición se encuentra entregada al “comunismo” y al gobierno de Corea del Norte. Ahora enfrenta juicio de destitución, que será tratado el próximo sábado. Los escándalos que involucran al presidente y su mujer han llevado su imagen pública a niveles muy bajos. Una vez condenado por el Parlamento, Yoon Suk-yeol deberá afrontar al Consejo de Constitucionalidad, que decide la destitución. Enfrenta cargos por traición y deslealtad al Estado, al intentar imponer la Ley Marcial sin las habilitaciones que estipula la Constitución. Los videos de las protestas contra el autogolpe muestran a legisladores saltando vallas para lograr llegar a sus bancas. El líder del PD tenía una orden de arresto junto con la resolución de ley marcial.
Yoon es un ex fiscal que ganó cierta popularidad de cara a las elecciones de 2022. El establecimiento de la “Ley Marcial” -habilitada por la Constitución para casos de extrema crisis -fue rechazada en solo seis horas por el Parlamento, que reunió a 190 legisladores sobre un total de 300 para votar de manera unánime. El Parlamento se encuentra dominado por el Partido Democrático (PD) desde hace unos meses. El presidente de su formación, Han Dong-hoon, ha declarado que votarán contra el juicio político y que se limitarán a exigir al presidente su desafiliación inmediata al Partido del Poder Popular (PPP).
La oposición no reúne los 2/3 de los votos necesarios para una condena, aunque los podría alcanzar con los ocho votos de diputados del PPP, que ha repudiado el autogolpe. El conjunto del gabinete ha amenazado con renunciar; las elecciones presidenciales deberían suceder en 2027. Una convocatoria anticipada a elecciones daría la victoria al PD. Los sindicatos, que han declarado una huelga general hasta la caída del gobierno (Clarín, 05/12), tienen un vínculo estrecho con esta formación.
El Consejo de Constitucionalidad tiene vacantes tres de sus nueve plazas y tiene prohibido sesionar con menos de siete integrantes. Son necesarios también, en este órgano, el 2/3 de los votos absolutos para que se apruebe una destitución. El impasse es completo; lo resolverán las FF.AA. o las masas. Corea del Sur es parte esencial del mecanismo del imperialismo norteamericano en sus planes de guerra contra China. La crisis afecta a sus otros socios, Australia y Japón. La prensa internacional se ha hecho amplio eco de la crisis. El presidente cuestionado eligió el golpe ante la crisis desatada por la llegada de tropas norcoreanas al escenario de la guerra contra la OTAN en Ucrania y Rusia. China no ha apoyado esta operación internacional de Putin, lo que Yoon Suk-yeol ha tratado de aprovechar para dar el golpe.
El Pentágono norteamericano integra hasta los niveles más altos de las Fuerzas Armadas de Surcorea, y mantiene de manera permanente 30 mil soldados en la zona “desmilitarizada” que separa a las dos Coreas. Estados Unidos podría haber alentado este golpe, de un modo similar a lo que ocurrió contra Erdogán, el presidente de Turquía, en 2017, que fue desbaratado por la intervención de grandes contingentes de masas en las calles. Biden saludó en 2023 a Yoon, en una conferencia en Seúl, como un defensor acérrimo de la democracia. China ha buscado reconstruir una relación de apaciguamiento entre el Norte y el Sur para neutralizar los planes de guerra de EE.UU. pero se ha encontrado con un rechazo del Norte, que excluyó de la Constitución Nacional el objetivo de la reunificación de la Península, y otro rechazo del Sur, que multiplicó los ejercicios militares con el Pentágono.
El autogolpe debe ser entendido como un recurso final, que ha fracasado por el momento, para escalar la guerra en el Lejano Oriente.