San Martín, un polvorín sanitario

Escribe Gabriel Falzetti

Tiempo de lectura: 2 minutos

La situación crítica que atraviesa San Martín en términos sanitarios no es de ninguna manera a causa de la pandemia. Es el resultado de años de abandono y pauperización de sus barrios y recursos sanitarios, el agotamiento de un régimen social que se expresa de forma brutal con la muerte de decenas de trabajadores.

Con más de 30 casos cada 100.000 habitantes, San Martín el segundo distrito en todo el país, sólo superado por CABA y el primero en toda la provincia de Buenos Aires.

La crisis sanitaria se expresa claramente en el alto porcentaje de infectados en el sector salud, con el Hospital Belgrano a la cabeza. Las condiciones en la que se encuentran los nosocomios en el distrito tienen larga data y exponen al personal de salud y a barriadas enteras a un crimen social que podría desencadenar en una catástrofe humanitaria.

La franja etaria más golpeada, se sabe, es la que habita los geriátricos. El fallecimiento de cinco ancianos en un geriátrico de Villa Lynch y los más de 20 infectados vinculados a dicho hogar, dan muestra una vez más de cuáles son las prioridades del gobierno municipal.

Las barriadas no son la excepción. Hace pocos días el jefe de gabinete de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, expresó por radio que no se daban los datos pormenorizados de las tasas de infección en las villas para no estigmatizar a sus habitantes. Verso. El gobierno oculta los datos reales para evitar dejar de manifiesto la vulnerabilidad en la que se encuentran miles de sanmartinenses desde hace décadas.

En este contexto, mientras el gobierno provincial y municipal impulsa la vuelta a las fábricas sin ningún tipo de control ni condiciones para defender la integridad de los trabajadores. La fábrica de cosméticos Tsu que viene desde hace meses llevando adelante un proceso de despidos ha suspendido a más de la mitad de sus trabajadores y recortado sus salarios. Esto no es exclusivo de esta fábrica ya que es un panorama que se multiplica a lo largo de todo el distrito y en varias ramas de la industria.

Está situación deja claro que nos enfrentamos a nivel local y mundial, a un régimen social criminal sin ningún tipo de estrategia para enfrentar esta pandemia. Ante los límites insalvables de los capitalistas para defender lo más básico, la vida, debemos oponer un programa socialista. Nacionalización y universalización de la salud bajo un sistema único bajo dirección de los trabajadores. Urbanizacion de los barrios. Ningún despido, ni suspensiones, ni quita salarial. Nacionalización de la banca. No al pago de la deuda.

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