Escribe Violeta Gil
Un voto abrumador de condena para ocultar los prontuarios de todos y todas.
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Santiago Caputo, el sosías de Milei, ordenó votar a favor de la expulsión del senador Kueider, cuando ya había montado la maniobra para exonerarlo mediante “una suspensión”. Como ocurre con una gangrena, la casta libertaria y sus asociados del Pro, el radicalismo y otros bloques, advirtieron a último momento que la infección del malandra entrerriano estaba envolviendo a todos y todas. El pedido del desafuero de Kueider, por parte de la jueza Arroyo Salgado, ofició de advertencia. Por aquello de que un elefante en una tienda se disimula metiendo más elefantes, el “mago del Kremlin” ordenó a los compinches del oficialismo a votar la expulsión. Luis Juez, a su estilo, se desgarró las vestiduras; Juan Carlos Romero, el jefe del bloque de Kueider, acompañó con la abstención, pretextando que no se junta con kirchneristas. Romero tiene un récord de denuncias por malversación y delitos de corrupción. Ahora, todos esperan, con el aliento contenido, que Kueider no prenda el ventilador. Como fanático del kirchnerismo y un converso al mileísmo, el sancionado es una fenomenal caja de Pandora.
El bloque de senadores de LLA había presentado un proyecto de resolución para suspender a Kueider hasta el final de su mandato. El presidente del bloque de LLA, Ezequiel Atauches, solicitó postergar la votación y analizar el pedido de la Justicia para desaforar a Kueider, en lugar de suspenderlo o expulsarlo. En oposición, el bloque de UxP había presentado un proyecto que reclamaba directamente la expulsión. El kirchnerismo, se rasgó las vestiduras para pedir la expulsión, con el riesgo de que el Congreso apruebe, en represalia, una ley ‘lulista’, la de “ficha limpia”, para bajar a CFK de la candidatura parlamentaria en las elecciones de octubre próximo, como consecuencia de cargar con dos condenas por corrupción. Todavía queda otro obstáculo, y es que se invalide la sesión, impugnando la presidencia de Victoria Villarruel, que debía reemplazar en su cargo a Milei, de viaje a Italia.
En forma simultánea al ‘affaire’ Kueider, circuló la denuncia de las ‘inversiones’ del macrista Ritondo y su mujer en el exterior, así como una lista de corruptelas de gobernadores, y la revelación, por parte del periodista Hugo Alconada Mon, de que la declaración jurada del mismo Milei ha sido encajonada y está “floja de papeles” en cuanto a sus ingresos por conferencias en el exterior. Otro periodista, Ernesto Tenembaum, denunció el contraste entre la ola de convocatorias judiciales a CFK y la impunidad de la que goza Macri, puso el dedo en la operación judicial por el memorando con Irán, alentada por la Corte, en las vísperas de quedar invalidada por partida del juez Juan Carlos Maqueda. A esto se puede agregar la maniobra de impunidad para la pata empresaria del negocio de coimas revelado en los Cuadernos.
La ‘patria financiera’ y los idiotas útiles que la acompañan se cocinan en una vasta olla de corrupción. Se vienen nuevos capítulos ‘interesantes’.
Kueider, metáfora del Senado Nacional – la mugre que nos gobierna Juan Carlos Romero, Cristian Ritondo, Javier Milei. Por Violeta Gil, 10/12/2024.