Yolanda Vargas: una pulsión humana contra el régimen

Escribe Violeta Gil

Tiempo de lectura: 2 minutos

Mateo es un niño de 12 años que conoció la causa de Yolanda en el festival de artistas que realizamos en Salta por su absolución. Mateo vendía muñequitos de madera que fabrica y pinta su madre, para comprar la chomba para ir a la escuela, en Plazoleta IV Siglos, cuando se encontró con la actividad. Entre artista y artista se acercó a una compañera y le pidió una planilla de rifas para ayudar a vender y colaborar en el financiamiento de la defensa de Yoli.

Pero esta no sólo es la historia de Mateo, también es la historia de Rosana, su madre.

Un día después de aquel festival, pasadas las 17 hs., con el calor intenso de una tarde en la que pronostican más lluvias, Rosana llega al local de Política Obrera en Salta. Explica que viene a rendir dinero de rifas que su hijo se ofreció a vender un día antes.

Rosana cuenta que su hijo llegó a su casa la noche anterior, después de las 23 hs. Cuenta que lo retó, estaba muy enojada, por la hora, porque no le dijo dónde estaba... cuenta que le preguntó por qué se había demorado tanto. Mateo le explicó que había estado vendiendo rifas en el centro. Le contó la historia de Yolanda. Mateo volvió a su casa sólo cuando terminó de vender la planilla de rifas.

-"Yo entré al *face *y vi un poco de que se trata, pero no seguí viendo porque me impresionó"- explica Rosana. -"Mateo es un niño muy solidario, yo creo que él se puso en la piel de Yolanda, cuando yo tenía a mis chicos muy chiquitos, a mí se me quemó mi casa, nosotros perdimos todo, los chicos estaban en la casa de mi mamá, por suerte, yo estaba trabajando, pero perdimos todo lo material"-, cuenta Rosana. -"Mateo quería venir él a traer la plata de las rifas, no lo dejé, pero vine yo"-. Rosana es una mujer sencilla, trabajadora, con naturalidad cuenta la sensibilidad de su hijo.

Mateo no solo se conmovió con la causa de Yolanda, vió en ella su propia vida y su tragedia, pero sobre todo, vio la tragedia de su madre y su familia.

Rosana, madre de 5 niños, hace muchos años enfrentó sola a la Justicia de Salta, que le quitó la tenencia de dos de ellos, entre los que se encontraba Mateo, siendo un bebé. Ella vivía con el padre de los niños, un hombre golpeador. Cuando pudo salir de allí, logro recuperar a sus hijos. Cuenta que tuvo que hacerlo todo sola porque "nadie la ayudó".

Rosana se fue, tenía que seguir trabajando, no sin antes ofrecerse para seguir vendiendo rifas y ayudando en lo que sea necesario.

En 10 días inicia el juicio que el estado de Salta impulsa contra Yolanda por la muerte de sus hijos, Thiago y Melani, una causa aberrante, impulsada para encubrir la responsabilidad del gobierno provincial y municipal en el vaciamiento absoluto del sistema eléctrico en la provincia y de la urbanización de cientos de barrios y asentamientos. En los próximos 10 días tenemos la tarea de redoblar la movilización por reunir los recursos económicos, como lo hizo Mateo, y las expresiones de apoyo a la absolución para Yolanda.

Si esta causa toca la fibra íntima y sensible de un niño de 12 años, estamos convocados a derrotar al régimen político de Salta y a su justicia.

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