Escribe Valentina Viglieca
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Este lunes 3 de febrero a las 9 de mañana, en Orán, comienza el juicio contra Yolanda Vargas. Política Obrera, junto a organizaciones de mujeres y a quienes se han sumado a la campaña por su absolución, nos movilizaremos en varios puntos del país. En la Ciudad de Buenos Aires la cita tendrá lugar a las 9.30 de la mañana ante la Casa de Salta, donde hace una semana entregamos cientos de firmas de personalidades exigiendo su absolución.
El intento del Poder Judicial es condenar a una trabajadora por la muerte de sus dos hijos en el incendio de la casilla de cartón y plástico donde vivían. Buscan establecer un antecedente infame: que la pobreza y sus consecuencias son culpa de los pobres y no de un régimen social que lleva la explotación hasta la muerte, como sucedió con sus hijos, Melanie y Thiago.
Los niños de Yolanda quedaron atrapados en la casilla que se incendiaba mientras la mamá había salido a garantizarles el alimento. La casilla no contaba con las cuestiones más elementales. Yolanda cocinaba a leña, no tenía cocina ni heladera ni gas ni electricidad. La luz llegaba del tendido general, como en todas las casillas del asentamiento. El incendio fue desatado por una falla eléctrica producto de la baja y suba de tensión.
Cuando Yolanda regresó y vio su casa en llamas con los nenes adentro, la policía le impidió entrar. Eso consta en el expediente. Sin embargo, la fiscal, que la acusa de abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo, la encarceló de inmediato, la llevaron unos minutos esposada al velorio de sus hijos y le impidieron asistir al entierro. Salvaje crueldad de clase.
Arrancamos a Yolanda de la cárcel con una campaña nacional e internacional. La tuvieron aislada, no recibió ningún tipo de atención y le tomaron declaración sin abogado y en estado de shock por la muerte de sus dos hijos.
El gobierno salteño trata de eludir su responsabilidad en esta tragedia, acusando a una de las víctimas.
¿Qué tiene que ver el Estado?
La pobreza en Salta es aún peor que en el resto del país. Mientras que a nivel nacional ronda los 40 puntos, en Salta abarca al 65 % de la población. Más de 109.000 salteños viven en extrema miseria, en casillas como la de Yolanda. A nivel nacional, en el primer semestre del 2024 la indigencia se incrementó el 20 %, lo que representa un 94,6 % de aumento desde fines de 2023.
¿Cómo podrían ser las madres trabajadoras responsables de esta barbarie? El único responsable de esta situación y las tragedias sociales que desencadena es el Estado, los gobiernos, un régimen social criminal.
Los tendidos eléctricos precarios o clandestinos son producto de la connivencia de los entes reguladores con las empresas eléctricas que recaudan millones por año. Y esto sucede en Orán y en cualquier asentamiento o villa miseria del país.
Las conquistas de los trabajadores siempre son fruto de la lucha y la organización. Durante la pandemia Yolanda fue una de las miles de mujeres que se plantó para garantizarles un plato de comida a los chicos y a los vecinos en todas las barriadas del país. En el comedor Las Rosas del Polo Obrero Tendencia, en Orán, comían 350 personas. Mucho más de lo que hizo y hace el Estado salteño: “en marzo del 24 cinco niños salteños murieron de desnutrición en una semana” (agenciapresentes.org).
Alcanza con revisar los diarios provinciales para dejar en evidencia que los chicos y sus familias son víctimas de la desidia estatal. Enjuiciar a las madres sólo busca aleccionar a quienes pretendan organizarse para luchar contra la pauperización de la vida. Quieren convertir a Yolanda en una advertencia para el conjunto de las familias obreras, para que nadie ose levantarse contra el régimen y el gobierno.
Este 3 de febrero, 48 horas después de la marcha antifascista en respuesta a los dichos de Javier Milei en Davos, vayamos a la Casa de la Provincia de Salta y a las plazas del país a gritar: “Basta de judicializar a las mujeres por ser pobres, absolución para Yolanda Vargas, justicia para Melanie y Thiago”.
Aprovechemos estos últimos días para sumar firmas al pronunciamiento y juntar aportes que ayuden a cubrir los gastos de estadía y viáticos de los abogados defensores.
En los tribunales de Orán se librará una batalla contra los que quieren judicializar la pobreza, condenar a las trabajadoras por las tragedias de la miseria. En contraposición, las y los trabajadores ocupemos las calles para gritar: Absolución para Yolanda Vargas. Justicia por Thiago y Melanie. El Estado es el responsable.