De la crisis de las villas a la crisis del sistema sanitario, y viceversa

Escribe Julián Asiner

Vecinxs, organizaciones barriales y CeSACs ante una misma pelea.

Tiempo de lectura: 4 minutos

La disparada de contagios en las villas de CABA, con 1651 casos confirmados al 20 de mayo, mostró la cara más negra de la “flexibilización” orquestada por los gobiernos de Rodríguez Larreta y Fernández. Esta crisis impactó de forma inmediata en el sistema de salud, poniendo en jaque a los Centros de Salud y Acción Comunitaria (CeSACs) y hospitales públicos que tienen bajo su responsabilidad la atención de esos barrios. El esfuerzo denodado de médicxs, profesionales y trabajadorxs chocó contra el vaciamiento de recursos, la falta de previsión y una estructura político-sanitaria obsoleta, que corre por detrás a la pandemia. La ausencia de una respuesta estatal adecuada coloca a vecinxs de las villas, organizaciones barriales y trabajadorxs de los CeSACs ante el desafío de emprender una pelea común.

El primer episodio tuvo lugar cuando las muertes de Ramona Medina y “el Oso” Giracoy en la Villa 31 pusieron la lupa sobre los CeSACs del barrio, dependientes del Hospital Fernández. La residencia de Medicina General y Familiar (MGyF) debió salir aclarar, frente a denuncias por “abandono”, que se había sido forzada a ausentarse del barrio contra su voluntad. “Creemos fervientemente que hoy más que nunca nuestro rol es fundamental para poder paliar la situación de desidia que vive el barrio, pero, lejos de pensar en los pacientes que allí viven, nos obligan (sí, ¡nos obligan!) a ir a la sala”, explican en un comunicado. Ocurre que, frente a la falta de personal, las direcciones hospitalarias convocan a lxs profesionales de los CeSACs barriales a cubrir puestos en salas de internación, unidades de febriles y “triages”. El retiro de lxs profesionales de las villas es muchas veces alentado desde el gobierno porteño, siempre tentado a sustituir los equipos de salud por gendarmes y militares o por la acción de sus punteros bajo el paraguas del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC).

El segundo episodio ocurrió en el Ramos Mejía, cuando vecinxs de la Villa 21-24 filmaron con sus celulares cómo las condiciones de hacinamiento de su barrio se trasladaban a la sala hospital. La llegada de micros de las villas para brindar atención y hacer hisopados puso en crisis a los protocolos hospitalarios, evidenciando una falta completa de coordinación de los operativos. Una vez hecho el testeo la situación tampoco mejora porque, como denunció la asociación gremial del Penna, el sistema de derivación de personas sospechosas a la espera de resultado o de confirmados leves a hoteles y centros de baja complejidad está desbordado, lo que obliga a los hospitales a alojar a esas personas en ambientes improvisados y condiciones precarias, que incrementan el riesgo de contagio.

En estas condiciones, los famosos “protocolos” son papel mojado, y su cumplimiento depende de la lucha y de la relación de fuerzas que se establece en cada lugar. En la Villa 31, el CeSAC 47 exigió y logró la realización de hisopados ante el contagio de varias trabajadoras, a pesar de la negativa inicial del Ministerio de Salud. La residencia de MGyF del Hospital Vélez Sarsfield se resistió a ser desplazada a una sala de internación y planteó su restablecimiento en el CeSAC 36, en una nota que fue apoyada por todas las residencias de MGyF de CABA. De lo contrario, ¿quién se encargaría de atender el resto de los problemas de salud de la población, incluidas las interrupciones legales del embarazo (ILE)? En el Penna, una nota de los equipos que intervienen en la Villa 21-24 y Zavaleta exige “la participación real de lxs trabajadorxs y las organizaciones barriales en la definición de estrategias de intervención en el territorio, y la creación de protocolos específicos acordes a las necesidades de los barrios populares”.

El recrudecimiento de la crisis en las barriadas ya motivó toda clase de auto-convocatorias y asambleas inter-sectoriales en la salud, que se organizan intentando sortear el bloqueo –y, cuándo no, la lisa y llana persecución- de las autoridades hospitalarias y las burocracias sindicales. Lxs trabajadorxs de la salud nos vemos ante la urgencia de convocar a lxs vecinxs y sus organizaciones a una lucha común, so pena de terminar quedando pegadxs a la desidia y la violencia del Estado. El próximo martes 26 de mayo la asamblea del Piñero realizará un corte en Cobo y Curapaligüe en conjunto con la Red del Bajo Flores y organizaciones de la Villa 1-11-14. Se reclamará por equipos de protección para el personal sanitario y medidas de cuidado para el barrio, en el marco de la jornada de lucha votada por la asamblea de residentes y concurrentes. El contraste con la actitud de la Asociación de Médicos Municipales es enorme: su presidente, Gilardi, amigo de Larreta, se despachó culpabilizando a lxs mismxs enfermerxs y camilleros por los contagios, en una línea que ya había esbozado Ginés González García.

El kirchnerismo y buena parte de la izquierda interviene en estos procesos con la política de “desgastar a Larreta” o “desgastar a Gilardi”, con la mira puesta en las próximas elecciones legislativas o sindicales. Una película de ciencia ficción de paladar negro, ya que de lo que se trata no es de “capitalizar” las necesidades impostergables sino de darles una salida ahora. El Partido Obrero (Tendencia) convoca a organizar la lucha común por testeos masivos en los barrios; viviendas para aislar a las personas de grupos de riesgo, sospechosas y confirmadas; asistencia alimentaria a sus familias y comedores, bajo el control de las organizaciones barriales; contratación del personal de salud necesario para cubrir todas las tareas, incluyendo la continuidad de la atención primaria y la realización de la ILE como derecho esencial; equipos de protección de calidad, rotación del personal y testeos en salud; colocación de los recursos del sistema de salud privado a disposición; formación de comités electos de vecinxs y trabajadorxs de la salud que organicen el cumplimiento de este programa en los barrios.

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