Israel: declaraciones del exministro Yoav Gallant corroboran que no hay nada más peligroso para los judíos que el sionismo

Escribe Olga Cristóbal

El exministro Yoav Gallant admite por televisión que ordenó la doctrina Hannibal y el asesinato de sus propios soldados.

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El ex Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, que Benjamín Netanyahu destituyó en noviembre pasado y cuya captura pide la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, prendió el ventilador contra el primer ministro, con quien tuvo crecientes choques durante todo el desarrollo de la invasión a Gaza.

Gallant se opuso a mantener de forma indefinida la ocupación militar en la Franja “para cumplir los sueños de personas desconectadas de la realidad, de establecer asentamientos en el corazón de Gaza”, como recordó en la entrevista. También exigió la incorporación al ejército de los religiosos, rechazada bajo amenaza de abandonar el gobierno por los partidos que los representan.

Este asesino sin escrúpulos, de propios y extraños, admitió en declaraciones al popular Canal 12 (6/12) y al diario Yedioth Ahronoth haber implementado la "doctrina Hannibal", que ordena asesinar a los propios soldados para evitar que sean capturados. Gallant reconoció que habían matado a “algunos de los suyos tras bombardear vehículos donde sabían que se encontraban los efectivos israelíes”.

Altos jefes militares sionistas ya habían dado cuenta de que, en realidad, Israel desplegó el 7 de octubre los temibles helicópteros Apache, drones y tanques contra los kibutzim y en el festival Nova, asesinando a cientos de combatientes de la resistencia palestina, pero también a israelíes que se habían encerrado en sus casas, a jóvenes que trataban de huir de la rave y a los propios soldados.

En cuanto al desarrollo de la guerra en Gaza, en la primera declaración desde noviembre, Gallant denunció las “vacilaciones” de Netanyahu para atacar Gaza y El Líbano y le adjudicó “el fracaso (sic) para prevenir y responder” a los ataques de Hamas.

Dice que propuso lanzar un gran ataque contra Hezbollah en El Líbano, el 11 de octubre de 2023, en ocasión de una importante reunión de jefes de la organización -incluido Nasrallah- y comandantes iraníes. Calificó el hecho de que el gobierno no hiciera caso de su consejo como “la mayor oportunidad perdida por el Estado de Israel, en términos de seguridad, desde su fundación”. (Times of Israel 7/2)

Según Gallant, la “operación con los beepers”, que significó la desactivación de las redes de comunicación de Hezbollah, la muerte de cientos de personas y el inmediato asesinato de Nasrallah, estaba lista mucho antes que la invasión de las milicias palestinas, pero se llevó a cabo 11 meses después del 7 de octubre cuando él propuso que se ejecutara en simultáneo con la invasión a Gaza. Netanyahu dijo que consultara con los norteamericanos y tanto el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan como el ministro de Asuntos Estratégicos Ron Dermer contestaron “un rotundo 'no'”, recordó Gallant.

Respecto de los rehenes, Gallant opinó que Netanyahu los dejó librados a su suerte. “Le dije que nosotros y Hamas, esos animales humanos, solo tenemos una cosa en común: ambos queremos proteger a los rehenes”, dijo Gallant.

“Podríamos haberlos traído [a casa] antes y a un costo menor porque hay menos rehenes vivos y estamos pagando un precio más alto, 110 asesinos más serán liberados en este proceso”, dijo el hombre que prometió y cumplió en dejar sin electricidad, agua, alimentos ni medicinas a los “animales humanos” de Gaza.

“La propuesta de cese de fuego que Hamas aceptó a principios de julio era idéntica a la actual. Todo el gabinete de guerra estaba de acuerdo con que nos retiráramos del corredor Netzarim a cambio del canje”, dijo Gallant. Pero el ministro de Economía, Bezalel Smotrich, “que no debía saber sobre este plan”, irrumpió en la reunión amenazando con retirarse del gobierno si se producía el canje, recordó.

En ese momento, la prensa acusó al entorno de Netanyahu por la filtración. Ahora, Gallant pidió que se constituya una comisión investigadora que determine las responsabilidades. El aplazamiento de la finalización del acuerdo hasta el mes pasado “costó la vida de rehenes y de decenas de soldados en la guerra de la Franja, que ya podría haber concluido”.

Las declaraciones de Gallant se produjeron tres días antes de que, en la noche del sábado al domingo, las fuerzas israelíes se retiraran de todo el corredor de Netzarim, que divide la Franja al sur de la Ciudad de Gaza. Simultáneamente, cientos de palestinos regresaron a las zonas que habían estado controladas por los sionistas desde los primeros días de la invasión terrestre del enclave.

En Tel Aviv, las familias de los rehenes exigen que se respete la totalidad del acuerdo. Sin embargo, según Haaretz, Netanyahu, que prolongó su estancia en Washington, “está invirtiendo considerables esfuerzos para frustrar la transición a la siguiente etapa del acuerdo”. “Trataremos de traerlos a todos”, fue su evasiva respuesta en Washington D. C., en la conferencia de prensa que compartió con Trump.

La propuesta de los sionistas, según Haaretz, sería retirarse del corredor de Filadelfia y de la zona de amortiguación a lo largo de la frontera entre Gaza e Israel solo si los líderes de Hamas y «todos los relacionados con la organización» son exiliados.

Si Hamas «no acepta dejar de existir en la Franja de Gaza» (sic), las opciones son reanudar los combates o ganar tiempo ampliando la primera fase del acuerdo, esto es, la liberación semanal de tres rehenes vivos a cambio de la liberación de palestinos encarcelados en Israel, especuló Haaretz (9/2).

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