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Las universidades están retomando la actividad académica con la carga de todos los problemas de financiamiento que se manifestaron en el ciclo 2024.
Sin un presupuesto establecido para 2025, los rectores buscan negociar con el gobierno, incluso de la mano de diputados y gobernadores– todos ellos partidarios y ejecutores del ‘ajuste’ liberticida.
Docentes y no-docentes están sufriendo una rebaja salarial de hecho ante la falta de paritarias. El estudiantado, por su parte, viene sufriendo la reducción de becas, de ofertas de cursos y una recesión general que impacta duramente en sus condiciones de vida, cursado y de empleo.
Este balance será el eje del debate en las elecciones para la renovación de la Mesa Ejecutiva de CONADU Histórica, la Federación más importante de gremios de la docencia universitaria, que tendrán lugar a fines de marzo y comienzos de abril.
La actual conducción ha llevado a la federación a una integración completa con la burocracia sindical y los rectores, que a lo largo de todo 2024 sólo han buscado regimentar las movilizaciones de masas y contener la lucha huelguística universitaria.
Durante todo el año, CONADU H apoyó esta política y se jugó al aislamiento de las tomas y a la desarticulación de la 3° marcha federal educativa convocada para el 12 de noviembre. Política que intenta reanudar en 2025.
Ahora, para 2025 se orienta a una reedición de esta política. Para eso ha convocado a un congreso de la Federación para el 12 de marzo.
Todo el escenario de vaciamiento presupuestario y hundimiento salarial vuelve a poner a la orden del día la preparación de la lucha. El horizonte debe ser la preparación de la huelga general educativa y el llamado a la huelga general.