El testeo masivo sí sirve

Escribe Maxi S. Cortés

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Las declaraciones del gobernador Axel Kicillof en la conferencia de prensa del sábado pasado fueron contundentes: “No es correcto testear a todo el mundo, ningún país del mundo lo hizo”. De esta manera, el gobernador le daba un golpe directo a la lucha de los trabajadores de la salud que reclaman los testeos en todos los hospitales. “Por fuera de Bolivia, la Argentina es el país que menos pruebas diagnósticas hizo en América del Sur, según datos oficiales”. (La Nación, 4/5)

Sin embargo, y a pesar de la opinión del gobernador, la vulnerable situación en las villas miseria hizo insostenible la cuarentena y el gobierno de la ciudad tuvo que iniciar el "plan Detectar". Un plan mínimo de testeos para sintomáticos que, tomando en consideración una real dimensión del problema en la villa 31 y en el resto de las villas, es más bien una respuesta improvisada que pone de manifiesto cuando el virus es de circulación general.

Mientras Kicillof, en la conferencia de prensa, se pronunciaba en contra de los testeos, los trabajadores del hospital Moyano se encontraban en una abierta lucha por el testeo masivo de trabajadores, tras haberse detectado dos casos positivos entre el personal, lo que podría desatar un masivo contagio en una institución de tipo cerrada, con una población de pacientes con características específicas que hacen difícil el distanciamiento social. Una situación similar se vive en el hospital Borda. Los médicos del hospital Rivadavia, por su parte, convocan a una asamblea presencial con distanciamiento social este miércoles 27 para reclamar testeos al personal de salud.

Unos días antes, en una sala de neo natología del Ramos Mejía, el desborde de pacientes que llegaba desde la villa 21-24 ponía en jaque los protocolos y la organización del hospital mezclando pacientes y trabajadores positivos y negativos. Esta situación se repite en todos los hospitales y la respuesta de las autoridades es que no es necesario, porque todos podemos estar siendo asintomáticos. Pero es justamente por eso que los trabajadores de la salud de Argentina encabezan el ranking de trabajadores contagiados en el mundo. Los trabajadores de la salud no solo se están enfermando, si no que transforma a la solución en problema. Los que tienen que cuidar son, con esta política, gobernador, los que nos van a contagiar.

Cómo puede decir el gobernador que no está bien testear masivamente. ¿No es claro que lo ideal, sería testear al 100% y que mientras más testeos haya mejor? ¿No debería ser ese el mensaje de un gobierno que defienda la salud? ¿No debe ser esa la perspectiva que guíe la actividad del estado? Claro está que el testeo no es suficiente, que se debe invertir en EPP para el personal sanitario. En definitiva, antes de saber si se contagiaron o no, también hay que tratar de evitar llegar al contagio.

Para eso se necesita una política presupuestaria destinada a combatir la pandemia. Con dos billones de gastos extras del estado en estos dos meses, el rubro destinado al testeo y a la protección médica en general es casi nulo. La falta de testeos evita saber dónde está parado epidemiológicamente el país y es funcional a la falta de disposición de recursos.

Presupuesto para una política sanitaria integral para enfrentar la pandemia. Testeos masivos para personal de Salud regular cada 15 días. Incorporación masiva de personal sanitario y reducción de jornada laboral para la formación de un nuevo turno de trabajo. Comités de crisis en los hospitales, electos por asambleas interdisciplinarias de trabajadores. Por una coordinadora nacional interdisciplinaria y gremial de la salud. Centralización de todo el sistema sanitario privado y público bajo la tutela del estado y con control de los trabajadores. Readecuación del sistema Industrial no esencial para la producción masiva de insumos sanitarios.

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