Islas Malvinas: el imperialismo británico refuerza su presencia militar en el Atlántico Sur en el marco de una nueva etapa de la guerra mundial

Escribe Lucas Giannetti

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A comienzos de marzo, la asesora parlamentaria de la Cámara de los Lores, la Baronesa Arlene Foster de Aghadrumsee, visitó las Islas Malvinas acompañada por los “Amigos de los Territorios Británicos de Ultramar” (FOTBOT, por sus siglas en ingles); allí se reunió con población isleña y con los ilegales legisladores británicos de las islas con el fin de “tratar temas claves". Foster de Aghadrumsee dejó en claro cuáles son los intereses de la Corona británica en el Atlántico sur: “Los territorios de ultramar no son reliquias, son clave para la seguridad del Reino Unido” (Escenario Mundial 12/3). Aghadrumsee se hizo presente en las Islas Malvinas buscando apoyo para los pobladores desplazados del archipiélago Chagos, luego de que la República de Mauricio, ubicada en el suroeste del Océano Índico, llegara a un acuerdo por el cual el Reino Unido transfiere la soberanía del archipiélago al país africano en octubre de 2024, a cambio de mantener una base de la OTAN por 99 años, compartida por EE UU. El gobierno de Milei desempolva el acuerdo Reagan-Galtieri para Malvinas. La Baronesa expresó que “esperamos convocar a los habitantes de las Islas Falkland en solidaridad con los exiliados forzados de las islas de Chagos y en su derecho a la autodeterminación”, y en la misma línea sentenció que “es una vergüenza que al pueblo del archipiélago Chagos no se les permita el mismo ejercicio a la autodeterminación que al pueblo de las Falklands.” La “autodeterminación” de las Islas Malvinas, por un lado, representa la negación de soberanía de Argentina sobre estos territorios y por el otro, convertir al Atlántico Sur en una base de la OTAN y para la depredación pesquera y la explotación petrolera por parte de empresas angloisraelíes.

Luego de la visita a las islas Malvinas, Foster publicó una columna en el diario británico The Times en la que resaltó la importancia de las Islas para la seguridad del Reino Unido y aseveró que “ya no podemos permitirnos tratar estas zonas como notas a pie de página en nuestra estrategia de defensa: proporcionan la infraestructura que necesitamos para responder con rapidez a las amenazas (...) son activos vitales que proporcionan al Reino Unido una huella global inigualable. En un momento en que el mundo se enfrenta a crecientes tensiones geopolíticas, su importancia estratégica nunca ha sido más evidente.” Foster termina su columna en el diario británico, señalando la importancia estratégica de las Islas Malvinas, planteando que son “un activo clave para asegurar las rutas marítimas y los intereses antárticos”.

En su defensa del activo estratégico, el Reino Unido, opera a varias bandas. Recientemente se conoció una publicidad oficial de la Real Fuerza Aérea del Reino Unido en la que se promociona la oportunidad de conocer las Islas Malvinas. En el material propagandístico creados por la RAF, titulado “60 Second Update”, se habla de la belleza natural de las Islas y de cómo los ciudadanos “trabajando con la RAF tienen la oportunidad de ver algunos de los paisajes naturales más vírgenes”. (Escenario Mundial 26/02) Uno de los videos de propaganda comienza con un soldado afirmando: “Desde el complejo Mount Pleasant de la RAF, en las emblemáticas Islas Falklands, hogar de un millón de pingüinos de cinco especies, las Fuerzas Británicas de las Islas del Atlántico Sur (BFSAI) han estado llevando a cabo un entrenamiento de reabastecimiento en vuelo para un destacamento de pilotos del Atlas A400M”. En el mismo material propagandístico se destaca que “los cielos vacíos” proporcionan “el campo de entrenamiento perfecto para los pilotos multimotor, que regresarán al Reino Unido para utilizar estas habilidades en operaciones en todo el mundo” (Ídem).

El impulso británico del “turismo” en las Islas Malvinas tiene como objetivo camuflar la militarización del imperialismo británico del Atlántico Sur, pasando por encima de las Resoluciones de Naciones Unidas que no permite la realización de movimientos militares de manera unilateral. Como muestra de esto último hay que señalar el despliegue denominado “Cabo Kukri II”, de la que participó la Sección 2 del Regimiento Real de Fusileros Gurkhas en Malvinas, con el objetivo principal de entrenar a los tiradores en un ejercicio de fuego con munición de fogueo a gran escala. Las maniobras se desarrollan en Onion Range, en el centro de la Isla Soledad, cerca del Complejo Militar de Monte Agradable (Mount Pleasant). Adicionalmente, entre el 18 y el 21 de marzo, las tropas operarán en Stanley Common, con ejercicios en los montes Challenger, Wall, Harriet y Tumbledown, tanto en horarios diurnos como nocturnos. (Zona Militar 20/03)

Todo esto se da con el aval del gobierno cipayo de la pandilla libertaria, que episódicamente ocupa el poder, representando un salto en la entrega de la soberanía de las Malvinas que han venido realizando todos los gobiernos desde 1982 a la fecha.

Como ha sostenido nuestra corriente, Política Obrera, desde la guerra a la actualidad, una salida nacional a la cuestión Malvinas sólo se dará en el marco de la Unidad Socialista de América Latina, incluido Puerto Rico, y en la unión de los obreros y campesinos de nuestro continente con el proletariado internacional.

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