Agustín Laje, de los grupos de tareas libertarios, macanea sobre la “violencia setentista”

Escriben Marcelo Ramal y Jorge Altamira

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El gobierno de Milei ha vuelto a ´recibir´ al 24 de Marzo con un video para confrontar con las marchas que tendrán lugar en todo el país. En este caso, ha puesto al frente de una perorata acerca de la “violencia setentista” a Agustín Laje, un apologista de la violencia fascista paraestatal. Uno de sus socios, Daniel Parisi (“el Gordo Dan”), se ha proclamado “brazo armado” del gobierno libertario. Los secuaces de Laje y Dan acaban de amenazar a la familia de una investigadora del CONICET y docente de Ciencias Exactas.

Laje rechaza la “demonización” de la dictadura, y se refiere largamente a las acciones armadas de los Montoneros y el ERP. Se apodera del juicio a las Juntas, o sea, de la biblia del progresismo (woke) para defender la tesis de los “dos demonios”. En este caso, las FFAA han salido en defensa del Estado, una asignación que les da la Constitución Nacional. Cometieron “excesos’, ciertamente, pero no se habrían comportado como una banda. En definitiva, el “demonio” es uno solo, la ‘subversión’.

El video oficial oculta que la raíz ‘remota’ del golpe videliano es el golpe de Estado de 1955, con el que forma una curva perfecta. La proscripción de Perón y el derrocamiento de los gobiernos civiles posteriores (Frondizi, Illia), casi dos décadas después, concluye con la desproscripción de Perón y su plena habilitación electoral. Incluso la UIA, que luego sería punta del golpe del 76, se disuelve para afiliarse a la CGE peronista. El “eterno retorno” se reveló enseguida como un mito: el jefe militar ungido por una pueblada obrera, el 17 de octubre de 1945, dejó a su sucesora una pueblada obrera contra el gobierno peronista –la huelga de masas de junio-julio de 1975- cuando su gobierno fue el primero en intentar el ‘ajuste más grande de la historia de la humanidad’. El retorno de Perón había fracasado en el propósito de detener el ascenso obrero iniciado en el Rosariazo y Cordobazo de mayo de 1969. Montoneros, al iniciar la lucha armada por ese retorno, se convirtió en el primero en buscar una salida del régimen, dentro de la legalidad histórica de un jefe militar. No solamente las FFAA sino todo el arco político vio en ese retorno una salida dentro del Estado vigente, incluidas, por sobre todo, las fuerzas de seguridad. El fracaso de Perón, López Rega y el mando militar del momento para contener a la clase obrera, como lo mostraron sucesivas huelgas, en especial la de metalúrgicos de Villa Constitución, y la huelga general de mediados del 75, produjeron el relevo militar del comandante Numa Laplane por Jorge Rafael Videla y la cuenta regresiva del golpe del 76. El protagonismo huelguístico de la clase obrera había relegado a Montoneros, que había fracasado en convertirse en el relevo político, a su muerte, del general Perón. El golpe de Estado tiene lugar, como lo han señalado varios historiadores, en la fase de reflujo de Montoneros y ERP, que fracasó duramente en su ataque al cuartel de Monte Chingolo. El golpe fue contra la clase obrera combativa y sus cuadros más avanzados. Constituye el contingente más numeroso de muertos y desaparecidos. El golpe venía a poner término a “la guerrilla fabril”, como la caracterizó Ricardo Balbín en la proclama llamando al derrocamiento del gobierno de “su amigo” Juan Domingo Perón.

Laje, el designado ‘historiador’ del liberticismo, vuelve a meterse en el debate sobre “si fueron o no 30.000”. Pero como señalara, en un discurso, Hebe de Bonafini: “nosotros, los familiares organizados, hablamos no sólo en nuestro nombre, sino también de todas las madres y familias que, por miedo o desconocimiento, no concurren a denunciar sus casos”. En los barrios más recónditos del país, en la zafra, en las escuelas del interior, muchísimos trabajadores secuestrados no contaron siquiera con la posibilidad de su registro.

El video oficial se relame con los episodios relacionados con la cooptación de los “derechos humanos” por parte del kirchnerismo. Lo que, otra vez, no dice, es que esa cooptación fue parte de otra operación política para devolver al Estado la iniciativa política luego de la rebelión popular de diciembre de 2001 a mediados 2002. Los Kirchner fueron ajenos a la lucha antidictatorial y al posterior combate por el “juicio y castigo” –militaban en el campo del Punto Final, la Obediencia Debida y el Indulto de Carlos Menem.

Por sobre todas las cosas, el video de Laje se propone algo que también es remanido: sustraer al 24 de Marzo de la crisis política presente y de la lucha planteada contra el gobierno ajustador y represivo. El video de Laje-Milei, en este sentido, juega “en espejo” con las tentativas de una conmemoración despolitizada, que confine la jornada del 24 a la Memoria y no a la lucha de masas del momento presente. En lugar de atribuirle al kirchnerismo la promoción de la marcha, le advierte a los manifestantes lo contrario -que no se conviertan ellos en ‘funcionales’ al kirchnerismo ‘corrupto’ y ‘cooptador’.

El video de Laje constituye un discreto recule respecto a los dichos de Caputo para hacer “desaparecer el socialismo”. Es que las movilizaciones del primer trimestre del año los ha golpeado e intimidado¨. Pero no demorarán en volver a sus andanzas, desde el próximo miércoles.

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