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Este miércoles 27 de mayo, los funcionarios de salud del CEMAR de la villa 21-24, informaron que el número de contagiados ascendía a 200 personas, cuadruplicando la cifra de casos confirmados hace exactamente una semana atrás.
Los contagios confirmados esta semana corresponden a vecinos que se hicieron los hisopados durante los primeros días de la implementación del programa Detectar la semana pasada. Los funcionarios de los gobiernos de la Nación y la Ciudad no han querido entregar información respecto de cuántos de los 200 confirmados serán trasladados a hospitales, medida que en todo caso debió tomarse desde el primer momento en que se perfilaron como sospechosos de contagio.
En todo caso, los propios vecinos enfermos denuncian que hace una semana están recluidos en sus casas sin recibir ninguna atención médica mientras esperaban los resultados de los laboratorios, en las mismas condiciones de insalubridad que favorecieron su contagio. Y hasta la semana pasada, el propio Ministerio de Salud había reportado la nada alentadora lista de derivaciones del Detectar: de un total de 127 casos sospechosos hisopados, sólo 31 fueron derivados a hospitales -entre ellas, las madres con bebés que denunciaron el maltrato y hacinamiento al que fueron sometidas en el Hospital Ramos Mejía-, 34 derivados a hoteles, ¡y 62 fueron devueltos a sus casas!
También desde esta semana, los compañeros de la olla popular del Polo Obrero Tendencia denunciaron que las ambulancias ya no entran a buscar a los enfermos más agravados de Covid19, ni siquiera a los ancianos que presenten dificultades de movilidad. Esto lo confirmamos porque hace dos días debimos llamar al 107 para pedir una ambulancia para una anciana del sector Zavaleta que se había descompensado. La operadora que nos atendió fue muy categórica: “¿están seguros de que no es sospechosa de coronavirus? Porque si no, la ambulancia no puede entrar y deberán ustedes buscar la forma de llevarla a un centro de salud”.
Como si fuera poco, el Estado sigue exponiendo con alevosía a las organizaciones barriales al contagio, pues el famosos programa sanitario del gobierno nacional “El barrio cuida al barrio”, que se promociona con la instalación de postas sanitarias destinadas a tomar la temperatura y la presión para supuestamente descongestionar los centros de salud, son en verdad instalaciones de toldos de plástico sobre las veredas de la villa, que nada tienen de profesional, y dónde son los dirigentes barriales los que hacen guardias de 4 o 6 horas.
En cuanto a la situación alimentaria, después de veinte días de tener suspendida la entrega de alimentos, recién esta semana el Estado comenzó a traer cocinadas las 300 raciones que les correspondían a los vecinos del primer comedor cerrado por contagio. Salvo por esta reacción tardía, ninguna otra medida alimentaria ha llegado al barrio.
La masacre del Estado contra nuestros vecinos de las villas miserias, así como la consecuente infección que pagará toda la Ciudad de Buenos Aires, sólo la podrá frenar la organización de los trabajadores. Las organizaciones y vecinos de la villa 21 estamos a un par de días de llegar a los niveles de contagios en los que se encuentra la villa 31 o la villa 1-11-14. Es momento de organizar un comité barrial independiente del Estado, que luche por un único pliego de reclamos y lleve adelante una única acción de fuerza que ponga en pie la coordinación de todas las villas y barrios que están siendo asesinados por los gobiernos de ignominia, como ocurre en villa Azul, en la zona sur la provincia de Buenos Aires, cuyas familias enfermas y hambrientas se encuentran cercadas por la gendarmería cual campo de concentración. Hay una abierta lucha de vida o muerte entre los trabajadores y el capital, y ahora es cuando los luchadores debemos plantarnos, organizar, y vencer.