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Finalmente, al cabo de más de dos meses de cuarentena, en FADU se ha anunciado el comienzo virtual de la cursada. Pero. ¿en qué condiciones?
La defensa de la cuarentena como herramienta de protección del conjunto de la población frente a los contagios tiene que recoger esta excepcionalidad de ser la virtualidad el único medio para atravesar circunstancialmente el proceso educativo. Necesitamos una virtualidad exitosa que garantice el acceso a la educación y que supere los límites y la improvisación de las autoridades.
El decano Cabrera ha presentado un “acompañamiento virtual” de las cátedras y les pide a los docentes que empiecen cursos de capacitación virtual. Las autoridades de la facultad buscan sortear todos los problemas que impone la falta de clases presenciales mediante una mayor explotación a los docentes, a quienes no se les reconoce las horas de trabajo extra que implican la modalidad virtual y las horas de capacitación sobre herramientas informáticas. No han recibido ningún tipo de aumento salarial y se les debe la cláusula gatillo de la paritaria 2019. Recordemos, además, que la FADU bate récords de docentes sin salario, los llamados “ad honorem”.
¿Y el centro de estudiantes?
El CEADIG (al que la recientemente su conducción - Franja Morada y Coalición- ha decidido rebautizarlo como “CEFADU”) atraviesa esta crisis controlado por las agrupaciones de las autoridades. Por supuesto, no ha precipitado ni la menor instancia de organización estudiantil como tampoco se ha posicionado en favor de que los docentes. ¡Cuando más necesitamos nuestra herramienta de defensa de los intereses educativos, esta ha pasado a formar parte de las secretarías del decano! El frente que venía conduciendo el CEADIG durante los últimos años se partió por la incorporación de “La Corriente” (ex PCR) al gobierno de Alberto Fernández. “En Perspectiva”, la agrupación del Partido Obrero (Tendencia), convoca a retomar una historia de organización y lucha en la facultad de la que tanto estudiantes como docentes de la FADU hemos formado parte. Es necesario, por lo tanto, debatir un programa de reivindicaciones y un plan de lucha para poner en marcha al movimiento estudiantil de FADU. Es necesario, por todo esto, una asamblea virtual de estudiantes y docentes
Reclamamos que se garanticen todas las herramientas y recursos necesarios para que la virtualidad no se transforme en un medio de deserción masiva y flexibilización laboral de la docencia. Aumento de becas y subsidios para garantizar la cursada virtual de los estudiantes
Es indispensable la deliberación acerca de cómo se lleva a cabo y los modos de evaluación y adaptación de las materias, los cuales deben ser resultado del intercambio entre docentes y estudiantes para que se garanticen todos los derechos conquistados. Es necesario, además, discutir un reacomodamiento circunstancial del plan de estudios, que ponga en debate las correlatividades y la posibilidad de avanzar en materias que pueda adaptarse más fácilmente a la modalidad virtual.
Control estudiantil y docente del presupuesto y convenios con empresas para volcar esos recursos al desarrollo de la virtualización y la estabilidad laboral de docentes y trabajadores.
Apertura de la planta docente, aumento salario y reconocimiento de las horas extras que implica la virtualidad. Salario para los “ad honorem”. Capacitaciones pagas.
Organización y empadronamiento de los estudiantes/trabajadores monotributistas
Becas para compañeras en situación de violencia. Régimen especial de cursada. Democratización de los protocolos contra la violencia. Aborto legal, seguro y gratuito.
No al pago de la deuda externa. Necesitamos esos recursos para la salud, la vivienda y la educación. Por una economía en manos de los trabajadores.