“Queremos verle la cara a los otros trabajadores a ver si están de acuerdo con levantar el paro”

No solo la no “asamblea” de Mirgor estuvo caliente durante el levantamiento del paro general de los metalúrgicos de Tierra del Fuego. En la asamblea de BGH, una de las dos principales maquiladoras de la provincia, los trabajadores interpelaron fuerte a un cuerpo de delegados que defendió cerradamente el acuerdo firmado por Abel Furlán y las seccionales de la UOM.

Los delegados de BGH venían jugando un rol destacado en la huelga indeterminada que llevaba hasta el viernes nueve días. Los trabajadores notablemente no entendían por qué los delegados defendían un acuerdo que, en los hechos, solo garantiza los puestos de trabajo hasta la entrada en vigencia de los nuevos aranceles a la importación de celulares. “Queremos saber si los delegados piensan como nosotros” preguntaban los compañeros en la reunión, en la que los delegados le “bajaron” a los trabajadores la resolución de la UOM.

Una trabajadora tomó la palabra y preguntó si no habían pensado que con el acuerdo “le sacamos la producción y el 30 de diciembre nos pegan una patada en el orto a todos. ¿Y después de diciembre qué hacemos?”. Otro trabajador tomó la palabra y relató que, en las conversaciones con los delegados, habían planteado que si venían con un acuerdo por seis meses no había que agarrarlo, y que ahora lo están defendiendo. “Salimos en todos los medios nacionales como que UOM era una persona seria, ahora estamos mostrando que no somos cosa seria”.

Los delegados defendieron el acuerdo planteando que “la lapicera para resolver el conflicto la tiene Milei, y que todas las fuerzas políticas de la provincia se van a reunir en Buenos Aires. Y que había que darle el tiempo para que resuelvan la situación“. Los trabajadores cuestionaban que se abandone “algo que es histórico, que pare toda la provincia, que nunca había pasado. Un montón de gente les dio el apoyo y ahora nosotros nos vamos a quedar sin trabajo “.

Los medios provinciales reflejaron que el acuerdo cerrado entre la UOM y las empresas fue rechazado por los trabajadores. Las seccionales de la UOM disciplinaron al conjunto de los delegados para que defiendan el acuerdo, a pesar del carácter rotundamente negativo del mismo. Los delegados no hicieron asambleas, sino que lo dieron por aprobado por los cuerpos de delegados y solo se lo informaron a los trabajadores. La bronca se vio reflejada en la ausencia de los directivos de la UOM, y en un choque frontal entre trabajadores y el aparato de la UOM. Una asamblea general habría rechazado masivamente la entrega de Furlán y compañía.

La lucha de los metalúrgicos de Tierra del Fuego arriba rapidamente al mismo escenario que en las huelgas docentes de la Provincia de Buenos Aires, de Catamarca, en la lucha de los choferes de la UTA y en la lucha de Granja Tres Arroyos. La burocracia sindical entrega la lucha y el destino de los trabajadores pasa por organizar cómo superarla. Luchemos por poner en pie una asamblea general autoconvocada para rechazar la entrega de la UOM y para preparar la lucha hasta la derogación del decreto que destruye la industria de la provincia.

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