El genocidio del sionismo en Gaza en el marco de la guerra imperialista mundial

Escribe Olga Cristóbal

El respaldo incondicional de la OTAN a la estrategia del Estado y las Fuerzas Armadas de Israel.

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Israel, asociada a Estados Unidos y la Unión Europea, fabricó deliberadamente, durante 18 meses, una catástrofe humana inaudita, arrasó toda la infraestructura sanitaria, educativa y de servicios de la Franja de Gaza y sometió a dos millones de personas -la mitad niños- a la hambruna.

El objetivo es construir un estado “desde el río hasta el mar”. Es un plan acordado con el imperialismo para rediseñar el mapa de Medio Oriente en el contexto de la guerra imperialista mundial. Estados Unidos ha sancionado a las juezas del Tribunal Penal Internacional por lo que ha calificado como “acciones ilegítimas” de esta corte en contra de Estados Unidos e Israel. “Es una medida sin precedentes en respuesta a la emisión de una orden de arresto contra Netanyahu por su campaña militar en Gaza” (El País 6/6). En la ONU fue presentada una resolución que demanda el cese del fuego inmediato e incondicional en Gaza y la liberación de los rehenes retenidos por Hamas, sin ninguna mención al retiro de las fuerzas de ocupación, tanto de Gaza como de Cisjordania, y del sur del Líbano y de Siria. Avalada por 14 de sus 15 miembros, que incluyen a Rusia y China, la resolución fue vetada por Estados Unidos. Este es el cuadro internacional del genocidio en Palestina, sólo resistido por marchas multitudinarias en el Europa y el Medio Oriente, y de parte de un sector minoritario de la población de Israel. La imposición de una “supremacía judía” en Palestina es la envoltura ideológica del propósito del imperialismo de instalar una plataforma para sus declaradas intenciones de proseguir la guerra en Ucrania, Rusia y Europa, y preparar la guerra contra China.

Los crímenes de guerra están a la vista. Alrededor del 5,8 % de casi 50.000 niños menores de cinco años evaluados por Naciones Unidas en mayo presentaban signos de desnutrición aguda, el triple que en febrero. Los bebés mueren de inanición. “¿Cómo alguien puede tolerar este horror?", pregunta un funcionario de Naciones Unidas antes de romper en llanto. Médicos sin Frontera asegura que miles de bebés corren peligro de muerte inminente: las fotos y los videos de la BBC los muestran bebiendo sorbitos de agua, inertes en los brazos de sus madres que acarician los cuerpos esqueléticos.

A los ojos del planeta entero, incluidos los farsantes derechohumanistas que gobiernan la Unión Europea, famélicos, desesperados, los gazatíes se hacinan en carpas, sin alimento ni agua potable ni luz ni gas ni medicamentos. Decenas de miles caminan kilómetros a oscuras, antes del amanecer, para llegar a alguno de los 8 puntos de distribución de comida organizados por la inteligencia militar israelí.

Cuando armados con tapers y ollas llegan a los ultramilitarizados puntos de distribución, el ejército y grupos mafiosos asociados a las FDI abren fuego. En una semana, los muertos superaron el centenar.

El miércoles, Netanyahu suspendió hasta nuevo aviso el reparto de comida a cuentagotas perpetrado por la Fundación Humanitaria de Gaza (FHG), una organización de factura reciente asociada a la inteligencia israelí y estadounidense. La situación disparó la renuncia del Boston Consulting Group (BCG), la consultora internacional que había sido un socio operativo fundamental “y motor del proyecto”. También había renunciado el primer director: ya tienen uno nuevo, un evangélico fascista norteamericano, que dice que los asesinatos sionistas son una invención de Hamas.

“El Ejército disparó desde drones y tanques”, afirman los sobrevivientes. Aunque trataron de desmentirlos, Médicos Sin Fronteras (MSF) y la Media Luna Roja confirmaron cientos de pacientes con “heridas de bala visibles”. (France 24 3/6). La Cruz Roja informó que sólo en un día su hospital de campaña recibió 184 heridos de bala.

La ONU es la única que puede distribuir ayuda humanitaria eficazmente, tiene 400 centros de distribución. La Fundación tenía previsto abrir solamente ocho centros, lo que significa que cada uno debería proveer a un cuarto de millón de personas. Absurdo. (EP 31/5)

Hamas había advertido que la Fundación era sólo una estrategia de inteligencia militar para acelerar el vaciamiento del Norte y desplazar a toda su población. Los saqueos a los camiones de ayuda, sostuvieron, son obra de bandas mafiosas dirigidas por el ejército sionista y el Shin Bet. El jefe de los ladrones es Yaser Abu Shabab, un criminal repudiado por todos los clanes tribales del sur de Gaza.

El viernes, el derechista laico Avigdor Lieberman, exministro de Defensa de Netanyahu, confirmó esas denuncias. En declaraciones a la radio pública, dijo que el ejército entrega armas a bandas locales vinculadas a los terroristas de ISIS sin medir que “mañana pueden volverse contra Israel”.

Netanyahu confirmó la especie, solo que dijo que no tenía nada de malo y que el propósito era que las mafias sustituyeran a Hamas, y también salvar vidas de soldados israelíes, porque los hombres de Abu Shabab realizan también tareas peligrosas.

Asesinos de niños

El ejército israelí ya ocupa casi el 70 % de territorio gazatí y ha puesto especial énfasis en los asesinatos de niños, que no es un “daño colateral”: es una prescripción castrense. Médicos sin Fronteras denuncia que reciben chicos con disparos certeros en la cabeza o el corazón.

Israel es ejecutora del mayor infanticidio de la edad contemporánea. Para quien quiera verlo, ese espectáculo se renueva en las redes cada día en tiempo real, aunque las grandes cadenas de comunicaciones intenten ocultarlo.

El sionismo ha disciplinado a los jóvenes soldados israelíes en el exterminio de criaturas mientras los ministros Smotrich, Gvir, los rabinos haredíes e incluso los ministros de partidos laicos como el Likud repiten que los palestinos son todos terroristas, incluidos los que aún no saben caminar ni hablar.

La justificación del infanticidio está presente en la currícula educativa israelí tanto en las escuelas laicas como religiosas. Apelan a fundamentos históricos (Flavio Josefo) o a la Biblia (Amalec ). Javier Milei también suele apelar a citas bíblicas para proponer el exterminio de sus enemigos.

El 28 de mayo, Haaretz publicó resultados de una encuesta encargada en marzo por la Universidad Estatal de Pensilvania y realizada por la empresa israelí de sondeos Geocartography Knowledge Group. Según los resultados, el 82 % de los israelíes encuestados apoyaba la expulsión de la población gazatí mientras que el 56 % también quiere expulsar a los ciudadanos palestinos –“árabes israelíes”- de Israel. Las cifras muestran un fuerte aumento respecto de 2003, cuando el apoyo se situaba en el 45 % y el 31 %, respectivamente. Este apoyo a la “solución final” en Palestina, convierte a Israel en un estado paria, en un gueto contrarrevolucionario, que destruye para siempre el mito de “un hogar nacional judío”. El judaísmo sionista internacional se encuentra definitivamente partido. Intelectuales judíos altamente representativos se preguntan “qué es ser judío hoy”

“Las interpretaciones religiosas desempeñan un papel fundamental en la formación de estas opiniones”, aclara interesadamente Haaretz, un portavoz del sionismo laico, que ha elegido ignorar que se está en presencia de un operativo estratégico del imperialismo –sea supremacista, liberal o laico-. Cualquier presencia palestina en la tierra de Israel sería “una profanación al nombre de Dios”, insiste el diario. Es lo que arguyen los colonos cuando queman aldeas, se apropian de la tierra y matan palestinos en Cisjordania. El emprendimiento fascista local es funcional a la estrategia de colonización y de guerra de un imperialismo históricamente agonizante.

Sionistas laicos también adhieren a la limpieza étnica. El 47 % de los encuestados está de acuerdo con que «al conquistar una ciudad enemiga, las Fuerzas de Defensa de Israel deberían actuar como lo hicieron los israelitas en Jericó bajo el mando de Josué: matando a todos sus habitantes». El 65 % dijo creer en la existencia de una encarnación moderna de Amalec, el enemigo bíblico de los israelitas a quien Dios ordenó exterminar. Entre ellos, el 93 % dijo que el mandamiento de borrar la memoria de Amalec sigue siendo relevante.

Con o sin Amalec, Netanyahu anunció la aprobación de 22 nuevos asentamientos judíos en la Cisjordania ocupada, “la mayor expansión israelí en territorio palestino en décadas”. Varios ya existen como asentamientos avanzados, construidos sin autorización gubernamental, pero ahora serán legales bajo la ley israelí. Otros son completamente nuevos, según el ministro de Defensa, Israel Katz, y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich.

Con una ayudita de los amigos

Los socios europeos de Israel fruncen la nariz ante una legalidad asentada en la Torá, pero eso no obstaculiza ni el apoyo político ni la provisión de armas a los genocidas.

Cuando Estados Unidos vetó el miércoles una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU ampliado -son miembros permanentes Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y el mismo EE.UU.- que exigía un alto el fuego inmediato e incondicional en Gaza, la liberación de todos los rehenes y la reanudación de la entrega de ayuda, Dorothy Shea, representante de Estados Unidos ante la ONU arguyó que “cualquier medida que socave la seguridad de nuestro estrecho aliado Israel es inviable”. Un “cese incondicional del fuego” significa la perpetuación de la ocupación israelí. Trump teme que la resolución ponga en peligro el rol que Estados Unidos le asigna a Israel en el sometimiento del Medio Oriente. Trump extorsiona a Irán con la amenaza de un bombardeo masivo conjunto de ambos países.

Este jueves, después de una reunión con el canciller israelí, Gideon Saar, en Berlín, su par alemán, Johann Wadephul, aseguró que “Alemania seguirá apoyando a Israel con suministro de armas”; consideró “una mala señal” reconocer “el principio” de un Estado palestino y abogó por que la Unión Europea mantenga su asociación con Israel. Desde el 7 de octubre, Alemania ha aportado al genocidio armas por valor de 500 millones de euros. (DW 5/6). Alemania se ha convertido en la principal animadora de la prosecución de la guerra contra Rusia.

El gobierno laborista del Reino Unido no se queda atrás. Después de una suspensión parcial -escandalosamente burlada, según una investigación de The Guardian-, aprobó exportar equipamiento militar por 169 millones de dólares. Los datos oficiales muestran que entre octubre y diciembre de 2024 se aprobaron más licencias “que las que aprobó el gobierno conservador entre 2020 y 2023”, dijo Emily Apple, de la Campaña Contra el Comercio de Armas. “Vemos al gobierno laborista instigando el genocidio en Gaza”, agregó (Middle East Eye 15/5).

La guerra deja enormes ganancias. Según el Ministerio de Defensa israelí, el volumen de las ventas de armas israelíes al extranjero se ha más que duplicado en cinco años, hasta alcanzar casi 15.000 millones de dólares el año pasado. Desde el ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023, “el rendimiento probado de los sistemas israelíes en el campo de batalla ha estimulado la fuerte demanda internacional de tecnología de defensa israelí”, agrega (legrandcontinent.eu 6/5). Europa, que se preparaba para la guerra antes aún de las órdenes de Trump, representó el 54 % de esas exportaciones en 2024.

La cuota de Europa en las exportaciones de armas israelíes pasó del 35 % en 2023 al 54 % el año pasado (cerca de 8.000 millones de dólares), mientras que el importe total de las exportaciones se ha más que duplicado en cinco años hasta alcanzar casi 15.000 millones de dólares en año pasado.

Sin embargo, un sector del establishment imperialista abre interrogantes sobre los riesgos de la política de Netanyahu.

Cindy McCain, directora del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU y viuda del excandidato presidencial republicano John McCain, en una entrevista con la cadena ABC, propuso “un alto el fuego inmediato, un acceso seguro y sin restricciones, y la apertura total de todos los pasos fronterizos, para alimentar a la población y evitar una catástrofe”. También ella dejó de lado el retiro militar de Israel, la principal demanda de Hamas para firmar un cese del fuego.

Desde hace semanas, un periodista amigo de Joe Biden como Thomas Friedman (NYT) e intelectuales como el británico John Carlin sostienen que la oposición israelí empieza a convertirse en una corriente pacifista, que denuncia los crímenes de guerra y reclama el cese del fuego como herramienta para el rescate de los rehenes. Hasta ahora se manifestaba contra la reforma judicial de Netanyahu y acompañaba el reclamo por los rehenes, responsabilizando a las milicias palestinas por la masacre en Gaza.

La denuncia del genocidio comienza a ganar cuerpo, sobre todo ente estudiantes y profesores universitarios. A fines de mayo hubo una jornada en todas las universidades israelíes, algo que hasta ahora solo había ocurrido en la de Tel Aviv.

El 2 de junio, 1.200 académicos y administradores universitarios israelíes publicaron una carta en protesta por los “crímenes de guerra e incluso crímenes de lesa humanidad” cometidos por el ejército israelí en Gaza.

Los firmantes, en una admisión considerada sin precedentes, se consideran cómplices “por mantener silencio durante 18 meses ante la horrible letanía de crímenes de guerra e incluso crímenes de lesa humanidad, todos perpetrados por nosotros mismos”.

El representante Jalil al Hayya, jefe en la Franja de Gaza, reiteró que la organización está preparada para entablar una nueva ronda de negociaciones “seria” con el objetivo de alcanzar un acuerdo de alto el fuego permanente. Y que están dispuestos a entregar el control de Gaza “de inmediato” a un actor palestino consensuado si Israel pone fin a su presencia militar en la Franja. Lo que ocurre en Cisjordania queda, sin embargo, fuera de agenda.

El genocidio del estado sionista en Gaza (y también en Cisjordania) representa un salto cualitativo en la estrategia centenaria de convertir a Palestina en un estado étnico, monoconfesional. Es lo que ignoran los comentaristas, en especial aquellos que ubican a la masacre actual en línea con las numerosas masacres precedentes. Esta vez responde a un escenario de guerra mundial; en estas condiciones, no hay espacio para una salida sudafricana al “apartheid” sionista convertido en “solución final”, la contraseña histórica del nazismo contra el pueblo judío.

Nota

1.- “Ve, pues, y ataca a Amalek, y destruye todo lo que tiene y no te apiades de él; mata a hombres y a mujeres, a niños y aún los de pecho, y vacas y ovejas, camellos y asnos”.

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MESA REDONDA: PALESTINA, UN GENOCIDIO EN EL SIGLO XXI "MESA REDONDA: PALESTINA, UN GENOCIDIO EN EL SIGLO XXI" llevada adelante en la Facultad de Cs Sociales-UBA, viernes 06/06/2025. PANEL: Rafael Araya Masry– Presidente de COPLAC, miembro del Comité Central de la OLP y del Consejo Nacional Palestino. Gabriel Sivinián – Sociólogo. Coordinador de la Cátedra Libre de Estudios Palestinos "Edward Said", FFyL–UBA. Patricio Brodsky– Sociólogo. Profesor de “Genocidio y Memoria”, Facultad de Derecho – UBA. Olga Viglieca – Periodista, investigadora, escritora y corresponsal en medios nacionales e internacionales. Especializada en género y derechos humanos. Coordina: Néstor Correa – ex secretario general de AGD–UBA.

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