OCA: ¿crisis de empresa o vaciamiento patronal?

Escribe Pedro Bravo

OCA: ¿crisis de empresa o vaciamiento patronal?

Tiempo de lectura: 3 minutos

La empresa de correo OCA ha ingresado nuevamente en concurso preventivo de acreedores, esta vez por una abultada deuda de 100.000 millones de pesos. El anuncio, realizado la semana pasada a través de un comunicado, pone de manifiesto una situación que ya resulta conocida para los trabajadores y para la historia reciente de la logística postal en Argentina. OCA es propiedad del empresario logístico Claudio Espinosa, quien también controla Flecha Log y la distribución de paquetería liviana del Correo Argentino.

Sorprendentemente, esta es la segunda vez que OCA es concursada en menos de una década. La anterior, bajo la gestión del conglomerado empresarial Rhuo, de Patricio Farcuh, terminó con la intervención del propio Hugo Moyano, quien asumió el control de la empresa por seis meses. Lo que siempre causó asombro en ambos episodios son los supuestos desequilibrios económicos de una empresa que, en ambas oportunidades, se erigía como la compañía de correo privado más grande del país. Contaba con contratos sólidos con las principales empresas y desarrollaba la actividad de mayor crecimiento en la última década: el envío de paquetería liviana, impulsado exponencialmente por las compras digitales y la pandemia.

Un concurso bajo sospecha: la deuda con el fisco

Es fundamental señalar que la solicitud inicial de concurso preventivo fue rechazada por el Juzgado N° 22. El argumento fue contundente: OCA generaba ganancias, era inexplicable que en esa situación acumulara deudas. Lo más llamativo es que el grueso de esa deuda, aproximadamente un 90 %, correspondía al fisco por la falta de pago de cargas sociales y otras obligaciones impositivas patronales. Esta situación llevó al juzgado a sospechar de posibles intenciones de defraudación al Estado.

Sin embargo, la empresa apeló y, en una controvertida decisión, le fue otorgado el concurso. El nuevo argumento esgrimido fue que la deuda se generó en 2023, período en el que la empresa no estaría "bien estructurada", y que, a partir de 2024, comenzó a generar ganancias que antes no tenía. Una explicación que no disipa las dudas sobre la verdadera situación financiera.

Una historia que se repite: los trabajadores pagan el pato

Para los trabajadores de OCA, esta "canción" les suena dolorosamente familiar. En el concurso anterior, la millonaria deuda también era con el fisco. En aquel entonces, un paro de una semana, con asambleas y movilizaciones de los camioneros de OCA, puso en evidencia el desvío de fondos por parte de la patronal del Grupo Rhuo, con el fin de vaciar la empresa. Mientras OCA acusaba crisis financiera, el Grupo Rhuo expandía su patrimonio incorporando nuevas empresas. Ahora la historia se repite con Claudio Espinosa quien, mientras acusa insolvencia en OCA, expande su flota logística para la distribución de paquetería liviana del Correo Argentino.

El problema real y de fondo es que los trabajadores son quienes pagan los platos rotos en estos vaivenes de "mala administración" o, mejor dicho, de vaciamiento patronal. Con la supuesta "crisis" como excusa, hoy a los camioneros de OCA les están pagando los sueldos en cuatro cuotas.

Es absolutamente falso que el concurso preventivo de acreedores sea para "preservar los puestos de trabajo", como afirma cínicamente la patronal en su comunicado. Las presiones para que los trabajadores acepten retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas continúan. Favorecida por la política de precarización laboral del gobierno actual, la empresa avanza con la contratación de trabajadores de agencia por seis meses, sin ninguna posibilidad de estabilidad laboral. Antes de ese período, los fuerzan a renunciar bajo la extorsión de una supuesta "reubicación" en otra empresa. Para completar este derrotero, los sueldos, incluso con horas extras, apenas orillan la línea de pobreza, sin diferenciación si son de convenio, agencia o monotributistas. En este punto hay que destacar la necesidad de conjunto por pelear por el sueldo igual a la canasta familiar.

Conclusión: así como fue una falacia la presentación de la quiebra anterior como una "buena salida" -incluso desde el propio sindicato en aquel momento-, ahora lo es la presentación que hacen de la entrada en el concurso. El tiempo demostró que el único beneficiario fue el nuevo dueño, que compró la empresa "por chaucha y palitos", quedándose de yapa, además, con algo muy valioso: décadas acumuladas de experiencia y conocimiento de los trabajadores, a quienes no les reconocen su antigüedad real, poniendo como fecha de inicio laboral la fecha de traspaso. En este sentido, cobra importancia que los trabajadores camioneros de OCA saquen las conclusiones que permitan discernir cuáles son sus intereses.

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