Escribe Jacyn
Se oponen Memoria Activa, APEMIA y la Asociación 18J, las agrupaciones que reúnen a la inmensa mayoría de los familiares de los muertos en el atentado.
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A veinte días de cumplirse el 31° aniversario del atentado a la AMIA, el juez federal Daniel Rafecas resolvió que se aplique el “juicio en ausencia” contra los acusados iraníes y libaneses. El planteo había sido suscripto por el fiscal, la DAIA, la AMIA y una de las querellas. En cambio, se opusieron. Memoria Activa, APEMIA y la Asociación 18J, las agrupaciones que reuúnen a la inmensa mayoría de los familiares de las víctimas del atentado. Entre los argumentos, los familiares señalan que a la causa le faltan pruebas -por ejemplo acceder y analizar a los archivos desclasificados de inteligencia- y que ya hubo juicios orales por el atentado en el que se determinaron irregularidades en la investigación y terminaron con los acusados absueltos. Durante la conmemoración del atentado del año pasado, Diana Malamud, referente de Memoria Activa, anticipó: “Este año en la tan conocida telenovela titulada ´Humos de julio´ [por los anuncios que suelen hacerse en fechas cercanas al aniversario], el gobierno presentó el proyecto de juicio en ausencia. Es para cerrar la causa AMIA sin verdad y sin justicia". Una cuestión adicional es que la causa contra el atentado a la embajada de Israel, en manos de la Corte Suprema, ha sido definitivamente archivada sin resultados, y una enorme sospecha de que los servicios de espionaje de EE.UU. e Israel, se han empeñado en su entierro.
El juicio en ausencia, aprobado por el Congreso a principios de año junto a la reforma del Código Procesal Penal, viola garantías elementales del debido proceso. Las garantías procesales son indeclinables: entre ellas, en el sistema penal argentino, se establece la obligatoriedad de la presencia del acusado cuando se leen los cargos en su contra, indispensable para ejercer su propia defensa. De lo contrario, el juicio es inválido. El proyecto de “juicio en ausencia” fue hecho a la medida de esta nueva provocación, que se saca a relucir, no sólo en vísperas de un nuevo aniversario del atentado, sino al calor de los bombardeos y ataques del imperialismo y del sionismo contra Irán, el Líbano, Siria y, por supuesto, Gaza y Cisjordania. El gobierno Milei viene a traer este ´aporte´ a la escalada bélica. Desde hace tres décadas, la “causa AMIA” ha sido objeto de todo tipo de manipulaciones al servicio de la política exterior de Estados Unidos, incluidos todos sus vaivenes.
El fallo de Rafecas se encuadra políticamente en este escenario. A la hora de fundar su decisión, violando la presunción de inocencia, Rafecas afirma que “especialmente en crímenes internacionales graves (genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad), los acusados son líderes militares o políticos con recursos para ocultarse o huir a países sin extradición”. Sin la opción de un juicio en ausencia, dice, estos individuos “podrían permanecer prófugos indefinidamente y los casos podrían quedar paralizados, evitando ser juzgados, y privando a las víctimas de justicia”. “Los juicios en ausencia, afirma luego, pueden ser vistos como una herramienta para reconocer los derechos de las víctimas y asegurar que los crímenes no queden impunes”. Concluye: “en situaciones de crímenes de guerra o terrorismo, no juzgar a los acusados puede debilitar la confianza en el sistema de justicia”. El juzgamiento en ausencia, en cambio, según Rafecas, “puede enviar un mensaje de que la justicia no se detiene por la ausencia de un acusado. Dictar una sentencia en ausencia puede aumentar la presión internacional para su captura y reducir su margen de maniobra político”. Esto es prácticamente una declaración de apoyo a Trump-Netanyahu-Milei. Rafecas, de este modo, continúa expiando su culpa por haber desestimado la denuncia de Alberto Nisman contra la expresidenta, ahora convicta en su domicilio e inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos, Cristina Fernández, por “traición a la Patria” por la firma del “memorándum con Irán”. Rafecas ya había dado muestras de su ´realineamiento´ detrás del sionismo, meses atrás, dictando el procesamiento de Vanina Biasi, del PO-FITU, por supuestas manifestaciones “antisemitas”, a raíz de sus denuncias contra el genocidio del pueblo palestino.
La ley que se aplicará en este caso, cita Rafecas, establece que el juicio en ausencia “procederá únicamente respecto de un imputado declarado rebelde, si concurren los siguientes requisitos: que conociendo la existencia del proceso en su contra no se presentare, no respondiere, no acatare o eludiere los requerimientos de la autoridad judicial” y también cuando “se hayan realizado intentos razonables de hacerlo comparecer ante la Justicia, sin éxito”. El memorándum con Irán bien podría encuadrarse como “intento razonable” de hacer comparecer a los funcionarios y exfuncionarios iraníes, dado que lo único que preveía era que se les tomara declaración indagatoria en su propio país, dando inicio al proceso legal. La pretensión de que a cambio se daría de baja su pedido de captura internacional fue desmentida por una de las más altas autoridades de Interpol. Aquel memorándum fue aprobado por el Congreso argentino, en el marco internacional de los acuerdos de Barack Obama con el régimen de los ayatollah, pero desestimado por el Parlamento iraní y nunca se puso en práctica.
La masacre de la AMIA seguirá impune. Los imputados argentinos quedaron impunes, entre ellos, por fallecimiento, el expresidente Carlos Menem y el excomisario “Fino” Palacios, cercano a Mauricio Macri.
El Estado argentino es la retaguardia de la guerra imperialista de Trump-Netanyahu.