Tucumán el avance de la crisis precipita giros políticos

Escribe Daniel Blanco

Es necesaria una intervención independiente de la clase obrera.

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Si algo caracterizó al gobierno de Jaldo desde desde el mismo día de la asunción de Milei fue su alineamiento con la política del gobierno liberticida. Apoyó la megadevaluacion de diciembre del 2023, como luego toda la política ´deflacionaria´. Sus diputados en Congreso Nacional votaron la ley Bases y la delegación de poderes, del mismo modo que avalaron sus decretos y vetos, como ocurrió con el aumento a los jubilados o a la ley de financiamiento educativo. Fue anfitrión el 9 de julio del 2024, cuando se firmó ese adefesio inconstitucional fascistizante que ahora Milei pretende relanzar: el Consejo de Mayo.

Localmente aplicó una política de ajuste en el estado similar que afecto en particular a aquella franja del personal vinculado a Manzur, su rival en la interna del PJ.

Jaldo, en su alineamiento con el gobierno nacional, llegó al extremo de romper el bloque de diputado de UxP, formando el bloque Independencia con los tres diputados nacionales tucumanos que actuaron levantando las manos ante cada iniciativa del gobierno nacional.

Jaldo justificó esta política con distintas argumentaciones: “que se debe respetar la voluntad popular y por tanto la gobernabilidad”, pero el argumento más usado fue que esa era “la mejor forma de defender los intereses de la provincia”, esperando ser beneficiado con fondos para las obras publicas y la satisfacción de otros reclamos empresariales.

Sin embargo, como afirma en La Gaceta, algo se rompió en esa relación política: la caída de los fondos coparticipables, el acaparamiento de los ATN, la utilización del impuesto a los combustibles cuyo destino era atender mejorando o construyendo rutas en el interior del país fueron acaparados por el gobierno nacional para atender los requerimientos financieros de la deuda y las cuentas del superávit fiscal. Por su lado, la política deflacionaria y de liberación de la importación ha colocado en jaque a muchas empresas y empujado a muchas de ellas a la quiebra.

En ese escenario, Jaldo, como también los gobernadores de Salta y Catamarca, (aunque las críticas y reclamos son extendidos al resto de las jurisdicciones del país como ocurren con Santa Fe y Rio Negro), ha tomado distancia, modificando la conducta en el Congreso nacional, ordenando votar a favor del aumento del 7 % a los jubilados y una nueva moratoria y de la ley de emergencia por discapacidad y el rechazo al veto a estas iniciativas parlamentarias.

La repuesta vino de la mano del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, casi en simultáneo con la reunión en el CFI: "Los gobernadores siempre quieren más plata; tratamos de encontrar algún camino para responderles y que no tenga impacto en las cuentas. Pero no hay ninguna posibilidad de que el presidente Milei y el ministro Caputo cedan un ápice en el superávit fiscal. Podrán venir los 24 gobernadores a plantearnos, y cualquier ley que quiera alterar eso será vetada", amenazó Francos.

Sin embargo, esta bravuconada del ministro puede ser un disparo al pie. La crisis, el callejón del derrumbe económico y social y la proximidad de las elecciones constituyen un coctel donde todos se tratan de reacomodar para poder salir airosos o ilesos.

En el caso particular de Tucumán, en las últimas semanas tres de las grandes empresas industriales -Scania, Topper y Papel Tucumán- han dado cuenta de distintas situaciones de crisis, y se han transformado en un factor clave, si no el único, en el giro del gobierno de Jaldo.

Rocchia Ferro (una suerte de Paolo Rocca tucumano) presidente de la UIT (Unión Industrial de Tucumán), posiblemente el empresario más importante de la región, dueño de tres ingenios, el mayor productor de bioetanol, y de numerosas empresas de construcción, hotelería, comercio, y hasta por intermedio de su esposa dirigen una universidad privada, se expresó sin pelos en la lengua. Sostuvo que “La Unión Industrial de Tucumán (UIT) encendió las alarmas ante la preocupante situación que atraviesan las empresas locales y el resto del NOA… el panorama es de una "profunda crisis" que amenaza con generar mayor desempleo en la región”, señalando que “el cítrico y el azúcar, (sufren) caída del 25 % al 30 % del precio internacional, y un "paupérrimo" mercado interno, (mientras) otras actividades se ven asfixiadas por la apertura de las importaciones. Explicó que “ni siquiera bajando impuestos a cero o costos laborales a la mitad permitiría competir con países como Brasil”. El empresario insistió en la necesidad de abordar la problemática desde una perspectiva regional: "No habría que hablar más de Tucumán, habría que hablar del norte, región". Mencionó el ejemplo del litio en otras provincias del norte, que también se encuentra "totalmente parado" por la caída de precios.

Así, propuso que Tucumán, Salta y Jujuy y las otras provincias del NOA actúen en bloque para lograr respuestas del gobierno central. Rocchia Ferro sostuvo que "No es lo mismo que vos vayas con 20 o 25 diputados, 15 o 14 senadores, y los gobernadores. Esto tiene que ser un conjunto, tiene que ser un bloque, si no, vamos a pasar a ser los más pobres del planeta", alertó.

En todos estos giros, se entremezcla el escenario electoral. Jaldo ha visto que LlA de la mano de Karina y Santiago Caputo se han lanzado a poner en pie el partido en la provincia. Sus potenciales candidatos son desconocidos. La aparición de encuestas que dan cuenta que en los centros urbanos, comenzando por la capital, Yerba Buena, Concepción, etc. los libertarios están por encima de Jaldo ha puesto en estado de alarma a todo el PJ.

Por el lado del Jaldo comenzó una operación pendular, mas bien de recule, abriendo las puertas para conformar un frente amplio antimilei que va desde Libres del Sur hasta expresiones de la derecha que convergieron con Macri, todo el arco de la burocracia.

En este escenario, Papel Tucumán, mientras denuncia la caída de la producción y justifica despidos, en paralelo contrata nuevo personal fuera de convenio y sin experiencia. En el caso de Topper, mientras se reduce la producción en la planta central, se derivan trabajo a las pymes periféricas, donde se pagan salarios más bajos y las contrataciones son en negro. En el escenario más general, una reciente estadística da cuenta que el 23 % de los trabajadores apelan al sobretrabajo, sacrificando la salud y la familia, para poder llegar a fin de mes.

La CGT provincial es un sello y las burocracias de los principales sindicatos se limitan a lamentarse por la situación social, pero bloquean cualquier iniciativa de lucha.

La gran tarea del periodo es unir al activismo y sectores combativos en la tarea de unir los reclamos más urgentes del salario, las fuentes de trabajo, la ayuda social, los derechos democráticos y por medios de iniciativas autoconvocadas abrir un canal de lucha independiente

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