Escribe Olga Cristóbal
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Israel prosigue sus ataques -los más cruentos de las últimas semanas, dice El País- en toda la Franja de Gaza, mientras Donald Trump y Benjamín Netanyahu repiten que podría acercarse un alto el fuego. Netanyahu ha confirmado que viajará a Estados Unidos el lunes -el tercer viaje en cinco meses- para reunirse con Trump y también con líderes del Congreso.
Según The New York Times, “Netanyahu podría estar dispuesto a aceptar el fin de la guerra en Gaza, incluso si ello supone el riesgo de que sus aliados políticos de extrema derecha abandonen su coalición de gobierno”. El carnicero de Tel Aviv “podría considerar que se encuentra en una posición más favorable para hacer campaña de cara a las elecciones” (1/7).
Sin embargo, Hamas afirmó que, aunque siguen en contacto con los mediadores de Qatar y Egipto, no han recibido ninguna nueva propuesta de cese del fuego ni directa ni indirectamente. Las conversaciones parecen ser exclusivamente entre Israel y Estados Unidos, dijeron.
Hamas puntualizó que la liberación de los rehenes debe ser simultánea al fin de los ataques y la salida de Gaza de las tropas de ocupación israelíes.
La semana pasada se produjo “uno de los mayores escándalos de la guerra”, cuando el diario Haaretz publicó que el alto mando ordenó a los soldados israelíes que disparen a los palestinos desarmados que esperan en las filas de comida. Los asesinados en los puntos de reparto superan el medio millar e incluye mujeres, niños, ancianos.
Las versiones del alto el fuego se producen mientras Trump reclama el cese de los juicios por corrupción contra Netanyahu.
Trump apeló a las redes sociales para exigir el indulto a Netanyahu y llegó a insinuar que Estados Unidos podría cortar el suministro de armas si no se cancela el juicio. Se trata de unos 3.800 millones de dólares en ayuda militar
“Estados Unidos gasta miles de millones de dólares al año, mucho más que en cualquier otra nación, para proteger y apoyar a Israel”, fue la extorsión. “No vamos a tolerar esto. Acabamos de obtener una gran victoria con el primer ministro Bibi Netanyahu al mando, y esto empaña enormemente nuestra victoria. ¡DEJEN IR A BIBI, TIENE UN GRAN TRABAJO QUE HACER!”.
Mientras tanto, Israel continúa los ataques en la Cisjordania ocupada, como parte de una limpieza étnica que provocó la mayor operación de desplazamiento forzoso de palestinos desde 1967. Naciones Unidas calcula que desde el 7 de octubre más de un millar de palestinos -por lo menos 200 niños- fueron asesinados por el ejército o por los colonos en Cisjordania.
Como parte de la recolonización vertiginosa de Cisjordania, a fines de mayo, el Gobierno aprobó 22 nuevos asentamientos judíos, la mayor expansión israelí en territorio palestino en décadas.
En junio, el Gobierno entregó al ejército el territorio histórico -lo ocupan desde hace por lo menos 1500 años-, las 12 aldeas de Masafer Yata, cuyo desplazamiento se narra en el documental No Other Land, que ganó el Oscar este año.
La resolución autoriza la expulsión de los palestinos y la demolición de las aldeas, los cultivos, los corrales. A fines de junio, otra aldea, Jalet Al Dabaa, fue arrasada por las excavadoras militares y tomada por colonos.
La complicidad es total: decenas de colonos irrumpieron en la aldea Kafr Malik, cerca de Ramallah, incendiaron coches y casas, mientras los residentes de la aldea, junto con palestinos de la zona, intentaban repelerlos. Hubo 3 muertos. Dos días antes, el ejército había asesinado a un niño de 13 años.
Un informe producido por Francesca Albanese, relatora de la ONU para los territorios, afirma que Israel ha reconvertido sus políticas económicas coloniales en Gaza y Cisjordania en una "economía del genocidio" en la que colaboran diversas multinacionales de sectores como el tecnológico, el bancario o el armamentístico.
El genocidio israelí "es lucrativo para muchos" y se benefician de él "numerosas corporaciones con gran influencia", como por ejemplo los fondos de inversión Blackrock o Vanguard, que se cuentan entre las principales inversoras en armamento para el ejército israelí.
Al mismo tiempo, 170 ONG pidieron este martes que se cancele el sistema de distribución de ayuda vigente en Gaza, apoyado por Israel y Estados Unidos. También reclaman que se reimponga el sistema que regía hasta marzo, cuando la distribución corría a cargo de varias oenegés y agencias de la ONU. "Exigimos una acción inmediata para poner fin al programa israelí de distribución de ayuda en Gaza, que dejó numerosos muertos", declararon en un comunicado conjunto.
Desde que comenzó la ofensiva israelí tras los ataques de Hamas del 7 de octubre de 2023, 56.647 gazatíes han sido asesinados y más de 134.000 han resultado heridos, la mayoría niños y mujeres, según datos del ministerio en Gaza. Estas cifras, sin embargo, podrían ser muy conservadoras, de acuerdo con varios estudios independientes.
Las pruebas del genocidio son abrumadoras, confirma Albanese. “Lo que vemos hoy es una monstruosidad y no solo para los palestinos, que sufren el apartheid, sino para los propios israelíes. A pesar de tener los privilegios, han sido adoctrinados en una ideología que los ha convertido en verdugos y en autores de un genocidio", concluyó.
El genocidio contra Palestina continúa Ni comida ni agua: “Estamos en el momento más crítico desde que esta "guerra contra los niños" comenzó”, denuncia Unicef. Por Olga Cristóbal, 27/06/2025.