Científicos advierten contra una apertura prematura

Escribe Emiliano Monge

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Luego de aplicar la teoría de la “inmunidad de manada”, cambiar de opinión e imponer una cuarentena tardía, Gran Bretaña es el país con más muertos en Europa y el segundo en el mundo. Boris Johnson plantea una nueva fase de desconfinamiento para el lunes.

Sin testeos

La falta de centralización, testeos y vigilancia en los hogares de ancianos disparó la cantidad de casos. En estos lugares no se disponía de la ropa adecuada, no hubo controles estatales y tampoco entrega de materiales a tiempo. Cientos de médicos y enfermeros han muerto por no contar con los materiales adecuados, y más de 16.000 ancianos también perdieron la vida. Todos hechos completamente evitables.

El 10 de mayo, en la primera fase de apertura, se abrió la economía a la construcción y las fábricas. Las fábricas y empresas no garantizan un trasporte seguro, por lo que el transporte público se abarrotó de personas, y aumentando el contagio. En las últimas semanas los casos y las muertes no bajaron.

El profesor de medicina Jeremy Farrar, miembro del Grupo de Asesores Científicos para Emergencias británico (SAGE, en inglés), ha afirmado en un mensaje en Twitter que “el COVID-19 se está extendiendo demasiado rápido como para levantar el confinamiento en Inglaterra”. Agregó que, “en este momento, con una incidencia relativamente alta, al relajar las medidas y teniendo un sistema de detección (de contagios) que todavía no ha demostrado eficacia, estamos corriendo algunos riesgos”. Planteó que no hay u sistema de TTI (testeo, seguimiento y aislamiento) necesario para cualquier tipo de flexibilización. La patronal británica no incluye en sus protocolos este tipo de controles.

John Edmunds, experto en enfermedades infecciosas de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical dijo: “Creo que muchos de nosotros preferiríamos ver una incidencia más baja, porque eso significa que tendríamos menos casos antes de relajar las medidas”, señaló a The Guardian.

El Ministerio de Salud del Reino Unido informó el viernes 324 muertes (38.161 total) y 2.095 contagios en 24 horas. Para la Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS), las infecciones diarias reales en Inglaterra pueden ser de en torno a 8.000 (Página12, 30/5).

A partir del 15 de junio Johnson quiere avanzar con la apertura de los secundarios. Los docentes denuncian que esto es imposible, y muchos padres no enviarán a sus hijos a las escuelas. También los científicos lo consideran prematuro (Infobae, 30/5). El alcalde londinense, Sadiq Khan, afirmó en las redes sociales que estaba “profundamente preocupado porque estamos dándonos demasiada prisa en levantar las medidas de confinamiento”.

Escocia e Irlanda no apoyan estas medidas. Nicola Sturgeon (Escocia) dijo que era necesaria una planificación más cuidadosa. Mark Drakeford de Gales, y Arlene Foster Irlanda del Norte dijeron que no pasarán de fase todavía. La crisis impulsada por esta pandemia pone a diferentes gobiernos a actuar en función de los intereses de la patronal financiera e industrial, forzando grandes choques, crisis políticas y debilitándolos.

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