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La docencia de la Provincia de Buenos Aires constituye el corazón social, cultural y, por lo tanto, político de la provincia de Buenos Aires.
Las escuelas, los colegios y las universidades no solamente cubren cada rincón del territorio provincial; llegan a cada familia y a cada asociación civil, y también al sindicalismo y a la administración del Estado.
Los trabajadores docentes son una fuerza de trabajo, por cierto, manual, pero por sobre todo intelectual. En una sociedad dividida en clases, que además ha sido arrojada por la pendiente de una miseria creciente, la docencia constituye una caja de resonancia de las angustias y de las expectativas de la masa de trabajadores, en especial su juventud. Por eso ella es objeto de una lucha despiadada de los aparatos tradicionales, que no sólo se expresa en “congresos pedagógicos” sino en censuras y expulsiones. La privatización de la educación, más allá del filón de negocios, representa una herramienta más poderosa para regimentar a la docencia en las ideologías dominantes, incluida la clerical.
Por todas estas razones, la docencia es, objetivamente, una protagonista fundamental de las elecciones que, aunque provinciales, conmueven el escenario político del país. La docencia puede inclinar a una masa considerable del pueblo a romper con los partidos, las clases, las camarillas, que llevan y han llevado al enorme desastre social que estamos atravesando. El protagonismo que debería asumir la docencia se acrecienta, en estos días, ante la bancarrota financiera del gobierno de la motosierra contra el pueblo. El gobierno liberticida (destructor de las libertades) ha entrado en tiempo de descuento.
La docencia enfrenta el desafío de dar, en estas elecciones, una respuesta política común. Una respuesta que corresponda a la experiencia de estos años, que han visto el derrumbe de las condiciones de vida de los trabajadores de la educación y de las familias a las que atienden; el derrumbe también de la educación en sus contenidos y en su formación; y el derrumbe también de la libertad en el ámbito educativo y fuera de él. Todas manifestaciones del derrumbe capitalista.
La docencia bonaerense ha visto pasar por el gobierno de la provincia a partidos de todos los colores, en especial el peronismo. Hoy mismo, el peronismo aplica una variante ‘nacional y popular’ de la motosierra de los liberticidas, en la docencia y en el sector público. En el país del trabajo en negro, es el mayor de los empleadores en negro. El constante cambio de nombre (Frente Justicialista, Frente para la Victoria, Frente de Todos, Unión por la Patria y ahora Fuerza Patria) es un testimonio irrefutable de su completa incapacidad para gobernar, incluida la incapacidad para ser la oposición al gobierno ‘civil’ más reaccionario de la historia reciente.
El resultado: salarios de pobreza que obligan al triple cargo o a tomar trabajos fuera de la docencia; reformas educativas que implican una sobrecarga laboral insoportable y un deterioro físico y psíquico, el pisoteo de conquistas históricas del Estatuto del Docente, una obra social vaciada y la amenaza constante de la liquidación del régimen jubilatorio. La crisis edilicia no tiene parangón. La docencia es víctima de ataques y agresiones, promovidas, antes que nada, por el aparato estatal. La docencia ha respondido a esta debacle con huelgas autoconvocadas, a las que Kicillof y Baradel han contratacado con el no pago de los salarios, como lo hace Milei. El peronismo ha sido uno de los mayores movimientos populares del mundo, pero nunca ha dejado de ser capitalista, lo que se manifiesta en forma brutal en los períodos de crisis, que son cada vez más frecuentes y más catastróficos.
El ataque del gobierno “liberticida” (asesino de libertades) a lo que llama el “adoctrinamiento”, es un ataque a la libertad y al debate como única forma real de enseñar; a los docentes, como intelectuales y críticos; y un aval político a la regimentación ideológica en las escuelas privadas. Quienes han destruido todas las escuelas en Gaza (un territorio que ha encabezado la tasa de alfabetización internacional), impulsan abiertamente la enseñanza racista, la enseñanza de la discriminación social, la enseñanza confesional y la eliminación del gasto educativo del Estado. Esta misma gente (LLA y Fuerza Patria) califica a la educación como un servicio estratégico con la única finalidad de cercenar el derecho de huelga.
Nuestra corriente Política Obrera ha combatido la ilusión electoral en toda su historia, porque las soluciones populares sólo vendrán de un gobierno de trabajadores. Pero esto no significa que debamos omitirnos en una lucha política como es la lucha electoral, ni que participemos en ella en forma dispersa y sin manifestar en conjunto cuáles son nuestros intereses y nuestras perspectiva. La docencia bonaerense tiene la capacidad de llevar a grandes mayorías a un voto contra este orden social repudiable. Llamamos a votar un programa y candidatos socialistas.
Planteamos:
Salario mínimo de $2.000.000 por un cargo y el blanqueo de todas las sumas en “negro”. Que se establezca por ley el salario mínimo igual al costo de la canasta familiar para todo el sector público.
Por la puesta en pie de Congreso pedagógico de educadores que elabore un plan de estudios y métodos de enseñanza.
Defensa de la libertad de cátedra y el derecho y la libertad del debate político en las aulas, en especial como medio de combate a las guerras de dominación imperialista y genocidios.
Defensa irrestricta del Estatuto del Docente. Por un plan de transición para establecer una enseñanza única, estatal, laica y revolucionaria, dirigida por consejos electos de docentes, trabajadores y estudiantes.
Por la capitalización del IOMA con impuestos a las mayores riquezas, y una administración electa y revocable de los trabajadores de la educación.
Cese del pago de la deuda usuraria.
Convocamos a la docencia a una acción política emancipadora. En un mundo dominado por la guerra imperialista y de exterminio nacional, la miseria social y la destrucción del medio ambiente, convocamos a luchar por el gobierno de los trabajadores y el socialismo.
Llamamos al voto por el programa y los candidatos socialistas de Política Obrera, en todas las secciones de la provincia.
