La pandemia en la Zona Sur del Gran Buenos Aires

Escribe Tendencia del Partido Obrero Zona Sur

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A 70 días de la “cuarentena administrada” del gobierno de Fernández-Kicillof y los intendentes, crecen exponencialmente los contagios y las muertes por coronavirus en todo el sur del Conurbano. El número de contagios en se duplican cada 10 días.

A pesar de que el gobierno dice mantener solo actividades esenciales, la industria nunca cerró sus puertas, convirtiéndose en verdaderos focos de contagio. La reapertura de la cuarentena se pactó con las patronales, no tuvo en cuenta la salud de los vecinos.

Los contagios se recrudecieron rápidamente en Villa Azul, Itatí y otros barrios del Conurbano. En vez de realizar los testeos masivos sobre ellos, Berni y Kicillof convirtieron Villa Azul en un ghetto. No se solucionan los problemas aislando durante 15 días a miles de personas sin los elementos mínimos de higiene.

Los testeos son muy pocos. En lugar de relevar las verdaderas necesidades de los trabajadores en los barrios, los gobiernos municipales pusieron en pie “comités de crisis” que aún no han resuelto nada. Los testeos se consiguieron allí donde los barrios se organizaron.

Hay menos de 1.000 camas de terapia intensiva para todo el conurbano. En muchos barrios las ambulancias no entran. Los hospitales de todo el conurbano están saturados y el personal trabaja en condiciones inhumanas Los trabajadores de la salud en todo el país toman en sus manos los reclamos por insumos y elementos de protección personal, ese es el camino.

No se ha avanzado en un plan de “urbanización de las villas y asentamientos”. Falta luz, pavimento y la carencia de un sistema sanitario (agua y cloacas) ayuda a propagar el coronavirus entre los pobladores.

Los vecinos de los barrios pegados a la Cuenca Matanza Riachuelo son afectados por los desechos tóxicos vertidos por las fábricas. El dengue es otra enfermedad que azota los barrios. En Presidente Perón, los vecinos del asentamiento La Toma, que luchan por su vivienda propia y urbanización, fueron cercados con alambres de púas ¡Todo esto no es producto de la pandemia sino de todo un régimen social!

La “seguridad” alimentaria no es garantizada por el gobierno. La mercadería que reparte el gobierno no alcanza, tampoco los kits de alcohol en gel y los barbijos, los $10000 del IFE no llegaron ni al 25% de los trabajadores que se anotaron. Para paliar el hambre, los vecinos organizaron merenderos y comedores en los barrios, con prácticamente ningún apoyo del gobierno.

Frente a todo esto, es necesario impulsar la deliberación del conjunto de los trabajadores de la provincia. Tenemos que debatir un programa y un plan de acción. Los recursos económicos de la provincia se deben volcar hacia los barrios afectados, para asegurar una atención masiva e inmediata que contenga los contagios y no para transformarlos en ghettos.

Testeos masivos ya a todos los pobladores y plan de vacunación, que parta de un relevamiento de los trabajadores.

Centralización de todo el sistema de salud, para darle lugar a los habitantes contagiados que requieren asistencia y atención médica.

Distribución de alimentos y elementos de higiene a todos los comedores populares, bajo control de los trabajadores y organizaciones sociales.

Trabajo genuino. Subsidio universal al parado de $40.000, salario igual al costo de la canasta familiar. Ejecución de redes de agua y cloaca en todos los barrios, bajo estricto control de los trabajadores.

Desconocimiento de la deuda de la Provincia de Buenos Aires, todos los recursos para financiar la emergencia sanitaria.

Fuera Berni y su política de todos los barrios populares.

Es necesario transformar todas las ollas y comedores en asambleas populares para discutir este programa.

Pongamos en pie comités barriales que deliberen una salida en favor de los trabajadores de todos los barrios.

Por Partido Obrero Tendencia - Zona Sur

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