San Isidro: ante un nuevo ataque, los trabajadores municipales deben pasar a la ofensiva

Escribe Juan Luis Linarello

Tiempo de lectura: 2 minutos

Como ya hemos denunciado, el intendente de San Isidro, Ramón Lanús, viene confiscando el salario de los municipales en línea con el gobierno nacional de Javier Milei. En sus primeros meses prometió una gestión “eficiente y austera”. Su primer acto fue dejar a seis clubes de otros municipios fuera de la liga de fútbol local. Fue tanto el repudio que tuvo que dar marcha atrás. Lo que sí mantuvo como variable de ajuste fue el ataque al salario y condiciones laborales de los municipales.

En el transcurso de esta semana se conoció la denuncia del Sindicato de Trabajadores Municipales de San Isidro, por el incumplimiento del acta paritaria por parte del Ejecutivo municipal. En la misma, donde se arreglaban los aumentos de julio y agosto, se agregaban bonificaciones a destajo para el sector barrido por $120.000. En ninguno de los dos meses se efectivizaron y no hay fecha de cobro de los mismos para los meses siguientes.

El intendente tiene claro los objetivos por donde debe hacer pasar el ajuste. Por eso una de las mayores críticas es que hace oídos sordos a los reclamos. La burguesía tiene a sus representantes políticos para concentrar más capital a costa del sufrimiento de los trabajadores. Ya sabemos como actúan. El obstáculo que debemos sobrepasar antes son las conducciones gremiales, ligadas al peronismo. Desde la CGT y su eterno entreguismo, el Frente de Unidad Docente con Baradel a la cabeza o inclusive en San Isidro con la conducción de hace largos años.

Cuando vemos cómo se ataca a los trabajadores con una pérdida salarial histórica, con falta de recursos para trabajar, con una demanda como el pasa a planta permanente que nunca se atiende a pesar de haber una ley provincial y un convenio colectivo local, las acciones no pueden ser asambleas aisladas por sectores, reducción de jornada laboral como en el caso actual, paros aislados y anunciados tres semanas antes. Ramón Lanús vino con un libreto claro y reaccionario. La respuesta de la clase trabajadora debe ser pasar a la ofensiva. Se debe llamar a una gran asamblea, generar una rotunda deliberación de todos los sectores, preparando un paro contundente y plan de lucha hasta lograr las reivindicaciones exigidas. San Isidro es uno de los cuatro municipios más ricos de la provincia, pero el salario básico en la categoría inicial es sobrepasado por muchos municipios. No por nada, Omar Arce, secretario general del gremio, denunció en una radio recientemente que casi un tercio de la masa trabajadora cobra básicos de indigencia.

Desde Política Obrera levantamos la lucha por un salario igual al costo de la canasta familiar, por el pase a planta permanente de todos los trabajadores precarizados, para que toda suma vaya al básico. Por una asamblea de todos los trabajadores municipales afiliados y no afiliados para decidir un plan de lucha que derrote el ajuste de Ramón Lanús.

Revista EDM