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Chile tiene el primer lugar mundial en producción de Cobre, seguido por Perú y China. El sector de la minería representa el 10% del PIB Chileno. En el mismo sentido, el cobre es el principal producto de exportación del país, representando el 50% de las exportaciones. Todo lo anterior significa que el sector es importante para la recaudación fiscal.
Sin embargo, producto de la crisis mundial del capitalismo, además de la crisis provocada por el virus COVID 19, la minería chilena no ha podido escaparse de las consecuencias que lo anterior conlleva. Hoy, el sector minero en Chile, a diferencia de otros como el comercio, por ejemplo, no se ha detenido ni cerrado, las minas siguen abiertas, sin embargo, si ha detenido varios proyectos de ampliación que se tenían contemplados, se ha tomado ciertas reducciones en servicios que prestan empresas contratistas, es decir, se han detenido servicios que no influyen directamente en el proceso de producción.
Todo lo anterior, sumado a la crisis mundial y crisis nacional ha desembocado en que, si bien la minería no ha entrado en recesión, si entró en un estado de desaceleración, en otras palabras, no ha dejado de crecer, pero si ha bajado su ritmo de crecimiento.
En la minería tienen una participación muy importante las contratistas (o llamados “amablemente” como empresas “colaboradoras”) este sector de trabajadores son el 70% de la mano de obra minera (según Izquierda diario, no pude corroborar ese dato). Y es precisamente este sector al interior de la minería el más golpeado por la crisis. Si bien en la minería no se ha aplicado la ley de protección del empleo si se han detenido varios proyectos o servicios donde participaban contratistas, lo cual en la práctica ha derivado en la pérdida del empleo para les compañeres.
A pesar de que actualmente se están llevando dos huelgas sindicales mineras en Guanaco y Franck, los sindicatos más grandes de la minería no se han manifestado mucho frente a todo este panorama. Si bien la Federación de Trabajadores del Cobre, la Federación Minera de Chile, e incluso la Confederación de Trabajadores del Cobre (integrada principalmente por contratistas) se han manifestado en favor de los trabajadores frente a esta crisis, ese discurso no se ha llevado a la práctica, a lo más se han volcado a “fiscalizar” las medidas sanitarias de las empresas.
A contra pelo de lo anterior hoy en día, tal cual como en el Octubre Chileno del año pasado, les trabajaderes se están organizando y están enfrentando la crisis en los territorios, pasando por sobre las burocracias sindicales que demuestran nuevamente su desconexión con la base.
El panorama anterior nos lleva a pelear tanto a nivel sindical como en los territorios. Por un programa minero que nos dé una salida a la crisis, por formar agrupaciones clasistas de trabajadores y/o de cesantes. Todo lo anterior en perspectiva de un Congreso de trabajadores y desempleados de base que luche por una salida a la crisis.