El FIT U por el FIT U mismo

Escribe El Be

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El FIT-U fue a las elecciones sin un programa, levantando consignas autoproclamatorias y frases vacías (“con y por los de abajo”), pero sí candidatos testimoniales. Las candidaturas testimoniales es lo que el PTS le había propuesto anteriormente al PO para la elección de CABA de mayo pasado, con Myriam Bregman a la cabeza. En su respuesta, el PO señaló su “oposición a una candidatura testimonial” debido a que “nos hubiera colocado ante la población como parte de la casta política”. Borrando todo lo prometido, el PO y el PTS se pusieron de acuerdo en llevar candidaturas testimoniales en la provincia de Buenos Aires.

Cerca del final de la campaña de la provincia, el FIT-U se veía como “tercera fuerza”, con hasta el 10 % de los votos en algunas secciones (ver por ejemplo https://prensaobrera.com/politicas/las-elecciones-en-la-provincia-de-buenos-aires-y-el-voto-util-al-frente-de-izquierda-unidad y https://www.laizquierdadiario.com/Lo-que-crece-en-un-regimen-politico-en-crisis-la-izquierda-y-la-abstencion). El resultado estuvo lejos de ese salto. Con el 4,3 % de los votos y una abstención general del 40 %, el FIT-U obtuvo cerca de la mitad de los votos que alcanzó en la misma elección parlamentaria en 2021 (353.287 ahora contra 609.158 entonces). También cayó incluso en relación a la elección de ejecutivo de 2023. El FIT-U puso en juego, el domingo, diez bancas de concejales, de las cuales no pudo renovar ninguna. Ha logrado renovar, en cambio, sus dos diputados provinciales.

El MST destaca que “el buen resultado electoral del Frente de Izquierda marca un reconocimiento a quienes sostenemos una propuesta consecuente, a quienes no nos damos vuelta (sic)…” (lo cual en el caso del MST es temerario, esto porque ya participó en alianzas con Luis Juez y con Claudio Lozano). Una rápida consulta acerca de los resultados en las concejalías realizado a ChatPTS, la aplicación de inteligencia artificial de ese partido que ofrece respuestas en base a los datos volcados en su página web, arroja por toda respuesta que “no hay información precisa y actualizada” sobre el tema, “por lo tanto, no es posible responder con exactitud” a la pregunta, “ya que la información disponible no lo especifica”.

Sin un balance de los propios resultados que dé cuenta de la realidad electoral del FIT-U, sus partidos no aventuran tampoco a profundizar en un análisis de la situación de conjunto. Para el PTS en la elección “volvió a tener fuerza la polarización y se impuso un voto castigo al ajuste de Milei, que encontró en el peronismo una herramienta para vehiculizarse”.

El PO coincide en que “triunfó un voto opositor, que canalizó mayormente el peronismo”. A pesar de su “capitalización” del descontento, el PTS le atribuye al peronismo el límite de “tensiones internas que lo atraviesan”, no de su carácter patronal. Los partidos del FIT-U omiten, además, que el peronismo retrocedió con respecto a la última elección en medio millón de votos.

Para el PTS, “a partir de este lunes se abre un terreno desconocido”. Según su dirección, el gran capital “empieza (sic) a desconfiar de la capacidad de La Libertad Avanza para llevar adelante sus promesas de continuar el ajuste, aplicar reformas estructurales y pagar la deuda externa”. El gobierno ha perdido, además, “toda legitimidad moral para aplicar el ajuste al demostrarse que es corrupto” (sic). Para el aparato del PO, “la derrota política del gobierno en las elecciones legislativas bonaerenses deja planteado que Javier Milei carece de todo mandato para profundizar su plan de ajuste”. Para el PO, “esto implica que es momento de profundizar la movilización popular para convertir el rechazo en las urnas en una derrota definitiva del ajuste antiobrero de Milei”. Pero es difícil que un rechazo peronista en las urnas sirva para derrotar ajustes que él mismo implementa en la provincia. Romina Del Pla asegura que “este resultado nos sirve (sic) para ir por más en octubre”. El PTS agrega otra superburrada: “tras la derrota de Milei: ¿La CGT y la CTA van a seguir dejando avanzar el ajuste de la derecha?”; “los sindicatos (sic) tienen que convocar asambleas y un plan de lucha”.

El PTS sostiene que “desde distintos sectores de las clases dominantes se considera al de Milei como un gobierno en crisis que, o bien hay que condicionar e imponerle un cambio de rumbo, o bien ya hay que diseñar el posmileísmo para el caso de que un salto en la crisis abra escenarios de pérdida de gobernabilidad”. Antes había señalado el ingreso a “un terreno desconocido”, que parece que no es tal. Myriam Bregman “hace un planteo concreto tras los resultados electorales”: “Que se vaya Sturzenegger”. Otra: que “los que han sostenido el DNU 70/23 vigente se la jueguen (sic) y de una vez por todas lo tiremos abajo en Diputados. Ya no quedan excusas”. Para Del Caño la burocracia sindical debe convocar “asambleas en todos los lugares de trabajo, para votar un paro general que dé inicio a un plan de lucha hasta derrotar (sic) al Gobierno. No hay excusas”.

El FITU es inmune a la crítica, porque basta con citarlo.

Revista EDM