Milei desvía y se roba los fondos de emergencia para inundaciones en Bahía Blanca

Escribe Emiliano Fabris

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Según recientes informes de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) y de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), el gobierno de Milei redujo en $100.000 millones el fondo especial que había creado para asistir a Bahía Blanca, luego de las inundaciones del 7 de marzo, cuya administración estaba a cargo del Ministerio de Seguridad. El monto original del fondo ascendía a $200.000 millones, el cual se había ejecutado a medias para otorgar un subsidio a vecinos afectados en sus viviendas de entre 2 y 3 millones de pesos llamado “Suplemento Único para la Reconstrucción” (SUR). Este fondo, según el Ministerio de Seguridad, había sido financiado por una línea de crédito del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) a partir de lo que son partidas específicas para “Emergencias por Desastres Naturales y de Salud Pública”. Milei tiene “gasto cero” en el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica (creado en 2001 para hacer frente a las consecuencias de las inundaciones) que, sin embargo, se sigue recaudando. Todo esto debería ser investigado porque implica un escandaloso desvío de fondos para situaciones de catástrofe de parte de Milei y su tropilla, que se suman al desvío de fondos para asistencia a discapacitados, al control de medicamentos y los sobreprecios que se investigan desde obras sociales intervenidas.

Antes de hacer oficializar este recorte, Milei había vetado la ley de emergencia que votó el Congreso Nacional (https://politicaobrera.com/14365-milei-veta-la-ley-de-asistencia-por-las-inundaciones-en-bahia-blanca) para ampliar la asistencia económica con otros nuevos $200.000 millones; el argumento del veto indicaba la “redundancia” de esta asistencia, amparándose precisamente en la existencia de este fondo que ahora reduce a la mitad. El subsidio nacional otorgado, por supuesto, no alcanzó para reconstruir ninguna vivienda, pero como ya se pagó a los vecinos inscriptos, el gobierno plantea cínicamente que ya no sería necesaria mayor ayuda. Además, las obras hidráulicas que se necesitan para mitigar futuras tormentas y reconstruir infraestructura dañada, como presas de agua, canales, puentes, calles y rutas, solo en algunos casos comenzaron y muy parcialmente. El intendente de Fuerza Patria, Federico Susbielles, jamás criticó o se movilizó contra este despojo liberticida que ahora cobra un alcance mayor. Ha optado, en cambio, por una línea de convivencia con Milei y su motosierra sin rédito alguno, llegando a afirmar durante la campaña que serían necesarios al menos 15 años para reconstruir la ciudad.

Este recorte se da luego de que La Libertad Avanza triunfara holgadamente en Bahía Blanca y en la zona, uno de los pocos distritos en que esto ocurrió en toda la provincia, aunque lo hizo perdiendo 30.000 votos con respecto a las elecciones del 2023. Ninguno de los concejales o legisladores electos ha salido a explicar o defender esta decisión de Milei, luego de una campaña caracterizada por la clandestinidad política. Lo cierto es que los liberticidas triunfan sobre un peronismo que desde la provincia y el municipio también retaceó recursos para la asistencia y reconstrucción de la ciudad. Kicillof otorgó un limitado subsidio personal de $800.000, una breve línea de créditos del Banco Provincia (36 cuotas) y algunos beneficios impositivos temporales. El Canal Maldonado, destruido por la inundación, se comenzaría a reparar recién el año entrante. El Hospital Regional Penna recibió ayuda de los recitales de La Renga y partidos de la selección nacional de fútbol. El Municipio anunció una recaudación de donaciones de 2.731 millones de pesos, de los cuales apenas 958 millones provinieron de empresas y el consorcio de gestión del Puerto. El gran capital con asiento en la provincia y la ciudad no fue ni mínimamente ajustado para hacer frente a esta catástrofe, una coincidencia estratégica entre liberticidas y peronistas que están unidos en mantener los fondos públicos al servicio de una deuda pública usuraria. La asistencia municipal a los vecinos fue limitada, aunque generosamente complementada por donaciones y actividades voluntarias y solidarias. La ausencia de un plan público de asistencia y de obras desde los que dicen “ponerle un freno a Milei” ha sido manifiesta. Esta realidad necesariamente debe estar comprendida en una pérdida del 30 % de los votos del peronismo con respecto a la elección del 2023 que le posibilitó ganar la intendencia.

Este miércoles 17, Política Obrera convoca a la movilización contra el veto a la ley de financiamiento universitario, que forma parte del mismo ‘ajuste’ sufrido por este fondo de asistencia para la ciudad. Solo con la movilización y la huelga general es que derrotaremos este saqueo al presupuesto público y lograremos que se ponga al servicio de las necesidades populares.

Revista EDM