Piquete de los trabajadores de ILVA bloquea todos los accesos al Parque Industrial de Pilar

Escribe Pablo Busch

Doscientas fábricas paradas.

Tiempo de lectura: 2 minutos

Los trabajadores de ILVA continúan la lucha. Sostienen un acampe en la puerta de planta que lleva ya tres semanas. La empresa desconoció la Conciliación Obligatoria dictada por el Ministerio de la Provincia, manteniendo a los despedidos afuera. La patronal no se hace presente en la planta desde el mes pasado. Durante la jornada de ayer los trabajadores fueron notificados del corte de la Obra Social, a pesar de que no pasaron ni siquiera los tres meses posteriores al despido.

Durante la mañana de hoy realizaron un corte sorpresivo de los accesos al Parque Industrial de Pilar. Las casi doscientas fábricas que operan en el Parque perdieron prácticamente la producción del turno mañana. Dada las características del Parque Industrial, el piquete es una medida que generaliza una huelga de una fábrica a las otras doscientas. La solidaridad de trabajadores se hizo sentir, a pesar de las amenazas de descuentos de algunas empresas.

Es que el conjunto de los trabajadores está afectado en mayor o menor medida por la crisis económica, con suspensiones, despidos y rebajas salariales. El piquete de ILVA recogió las mejores tradiciones de los obreros del Parque, que unidos llevaron adelante conflictos obreros como el de Kormberg, Caños Tigre, Parmalat, World color, Prócer, Unilever, etc.

El día de ayer otra fábrica ceramistas de la zona, Cortines, despidió a una camada de arriba de trabajadores. El frigorífico Swift despidió a 65 obreros en Villa Gobernador Gálvez. KTM despidió a 50 en Campana. Siderca despidió otro tanto y retrocedió. En Siderar los despidos llegan arriba de 400.

Las patronales están empujando a que madure una coordinación de las luchas de la Zona Norte industrial. Varias de estas luchas dijeron presente acompañando a los trabajadores de ILVA en el piquete de hoy.

Los trabajadores levantaron el piquete después del mediodía, cuando el operativo policial de la Provincia de Buenos Aires empezaba a desplegarse. El objetivo de la medida había sido alcanzado. La presión del conjunto de las patronales del Parque sobre ILVA se hizo sentir. La Cámara Empresaria del Parque se pronunció reclamando la represión a los obreros despedidos, por no compartir sus “métodos violentos”. Sobre la violencia del cierre de planta fraudulento y el corte de la obra social, la Cámara Empresaria ni abrió la boca.

Las derrotas simultáneas del gobierno en las calles, en el Congreso y en las urnas han modificado el clima en la clase obrera. La predisposición a la lucha de los obreros de ILVA marca un rumbo al pueblo laborioso: Es hora de ir por todas nuestras reivindicaciones.

Revista EDM