Si la lista Negra del Neumático quiere que el SUTNA vuelva a ser un ‘Sindicato Recuperado’, tendrá que cambiar su programa de precariedad laboral y de seguidismo a la patronal industrial

Escribe Comisión Sindical de Política Obrera

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Hemos recibido en puerta de fábrica y asimismo por distintos trabajadores de Pirelli, una Declaración de la Directiva Nacional, Seccionales y Delegación del Sindicato del Neumático, que llama a votar a la Lista Negra en las elecciones que tendrán lugar entre el 23 y el 25 de septiembre próximo (“Ya Aprendimos”). Se trata de un texto que evita cualquier referencia a los resultados de las luchas, en especial en estos dos últimos años, a las cuales alude en forma indiferenciada, “desde las acciones gremiales que se hicieron visibles en todo el país... presentes en todos los medios de comunicación”.

La omisión expresa a presentar un balance de los poquísimos triunfos y las enormes derrotas sufridas en este período, incluye a las infinitas reuniones ociosas de “conciliación” en las salas de las secretarías y ministerios de Trabajo, de los liberticidas (Nación) como de los ‘nacionales y populares’ (Provincia) que acabaron convertidas en uno de los principales ‘métodos de lucha’, que se llevaron a cabo. En el mismo sentido distraccionista, se mezclan la participación de delegaciones del SUTNA en numerosas manifestaciones populares (como las ATE y, ocasionalmente, alguna otra dirección sindical) con las del propio Sindicato, entre las que han abundado las apelaciones judiciales frente a las acciones ilegales o arbitrarias de las patronales.

Hacemos estas precisiones para evitar un abordaje parcializado de la Declaración, toda vez que nuestra intención de fondo son otras cuestiones tanto o más estratégicas del texto; la primera es la precariedad laboral. La mayor parte de las listas que concurren a estas elecciones se encuentran en esta tesitura, porque son escisiones de la lista oficial que critican distintas conductas del oficialismo, incluso respecto al manejo de la administración del Sindicato, pero han dejado de lado la precariedad laboral, que hoy domina la totalidad de las relaciones de trabajo, y constituye el centro de la ‘reforma laboral’ que impulsan Milei, Macri, CFK y Kicillof, así como el conjunto de la CGT.

Precarización laboral

La Declaración denuncia que la burocracia de Pedro Wasiejko entregó los adicionales por trabajo de fin de semana, las horas nocturnas, premios, jornada obligatoria de 12 horas sin adicional, etc., de modo que, con premios y adicionales, se deberían aceptar el trabajo de fin de semana, las 12 horas y el incentivo al ritmo de producción. Esto no solamente significa canjear salud y vida (y más que nada en algunas secciones de las fábricas del Neumático) por el salario, sino que constituye una rebaja del salario por hora y fuerza la frecuencia de la rotación laboral. La precariedad laboral es funcional a la reducción de los salarios, porque encara su pérdida de poder adquisitivo frente al aumento de los precios, por medio del alargamiento de la jornada e intensificación de las labores. Es la eutanasia de la Jornada de 8 Horas, arrancada en las luchas revolucionarias internacionales, a partir de 1917/20 – hace más de un siglo.

Un sindicalismo de precariedad laboral y eliminación de las ocho horas deja de ser la unión de los obreros contra la patronal y el capital.

La política laboral de la Declaración coincide con todos los convenios sobre regímenes de trabajo que existen en el Neumático y, notoriamente, con el firmado por exigencia de Madanes, que fuera rechazado en dos asambleas, y aprobado en una tercera, luego de una ‘persuasivo’ trabajo sobre los trabajadores, abordados en forma individual. No fue seguido, sin embargo, de una mejora salarial, sino de un estancamiento de la discusión de salarios que aún dura. En los últimos 2 años y medio, las patronales se sacaron de encima sin una resistencia sería por parte del sindicato al ¡50 % de toda la fuerza de trabajo!

La inversión nos hará libres

Correctamente, la Declaración aborda la crisis industrial, pero no lo hace de frente sino de refilón. Denuncia que “desde ya casi dos años”, o sea desde Milei, “enfrentamos la mudanza de inversiones hacia actividades económicas y comerciales que utilizan una mínima mano de obra o directamente a la especulación financiera, que son utilizadas por las patronales para reemplazar la mano de obra argentina”.

La “mudanza de las inversiones” en una sociedad capitalista está determinado por la tasa de beneficio que ofrezca al capital. Si los trabajadores queremos ser los sujetos de esa decisión debemos tomar el poder y desarrollar una sociedad que no se guíe por el lucro privado sino por la mejora material y cultural de la clase obrera. A través de la unión de la fuerza de trabajo con la ciencia y la tecnología, la clase obrera construirá un nuevo modo social de desenvolvimiento de las fuerzas productivas. En la lucha para crear las condiciones para tomar el poder al servicio de esos intereses históricos, colaborar con el Estado capitalista para influir en “la mudanza de inversiones” es fantasioso, por un lado, y profundamente negativo, por el otro, porque le da autoridad a la patronal para fijar las condiciones laborales de esa “mudanza de inversiones”. Adicionalmente, en Argentina no solamente existe mano de obra “argentina”, pues también está la paraguaya, chilena o boliviana, e incluso la china, que tiene prohibida su sindicalización en China como también en Argentina. En lugar del chovinismo de la mano de obra ‘argentina’, los sindicatos deberían reclamar la afiliación sindical de todos los obreros de mundo que trabajan en esta parte del mundo.

A pesar de la obediencia política de algunos dirigentes de la Negra al Partido Obrero, o quizás por eso mismo, la declaración es de cuño kirchnerista y peronista, que asocia a los trabajadores a una industrialización ‘nacional’ –que de todos modos ha fracasado, como el peronismo y el kirchnerismo mismos-.

Los compañeros del Neumático advertirán por sí mismos la función de esta declaración en la presente crisis política, cuando Kicillof busca abrirse camino para suceder a Milei, aunque no ahora sino dentro de más de dos años. Una reciente reunión de la Federación Aceitera, ATE, la UOM y el SiPreBA, coincidió en la necesidad de “un programa obrero” para presentar al próximo “gobierno popular”. Este sector de la burocracia sindical, como el que emergerá del próximo Confederal de la CGT, ya programa la mesa a la que concurrirá con la patronal política del país, sin que se le mueva un pelo por derrotar el ‘ajuste’ actual mediante una huelga general y enfrentar las penurias que ya está desatando la crisis financiera e industrial.

Ofrecemos este conjunto de planteos socialistas para forjar una vanguardia clasista en el Neumático y en toda la nueva generación de nuestra clase obrera.

Revista EDM