Escribe Carlos Suárez
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Los familiares de Octavio Buccafusco han convocado a una marcha este miércoles 24 de septiembre, a las 18 horas, desde Güemes y Maipú, Vicente López.
El 3 de septiembre, a las 6:40 de la mañana, Buccafusco, un joven de 34 años que atravesaba una crisis de ansiedad con ataques de pánico, llamó al 911 para denunciar un intento de robo en su domicilio. Minutos después, Octavio estaba muerto. Lo mató la policía. El hecho ocurrió en la localidad de Florida, partido de Vicente López. El pedido de auxilio terminó en un asesinato policial.
Dos oficiales de la Unidad de Policía de Prevención Local (UPPL) -una fuerza armada que depende directamente del municipio- acudieron a su casa. Desconfiado de la respuesta policial, Octavio decidió dirigirse a la comisaría de la bonaerense ubicada a pocos metros. Allí fue rodeado, increpado, derribado a golpes, esposado y sometido a una tortura salvaje: durante quince minutos lo mantuvieron con las rodillas clavadas en la espalda hasta dejarlo sin vida.
Este crimen atroz no mereció palabra alguna de Axel Kicillof, gobernador de la provincia, ni de Soledad Martínez, intendenta de Vicente López. La misma que difunde publicidad oficial presentando al distrito como “un lugar seguro para vivir”, mientras despliega a su Patrulla Municipal -una fuerza parapolicial que se atribuye funciones que la ley no le concede- y hasta se jacta de haberla dotado de pistolas Byrna, armas llamadas “menos letales”, para reforzar su política represiva.
El caso de Vicente López no es excepcional. En todo el país, los intendentes y gobernadores promueven la ´mano dura´, uniendo su suerte política a la represión social. La policía, empoderada y estimulada por el poder político, descarga el gatillo fácil sobre la juventud trabajadora y reprime con saña.
El asesinato de Octavio Buccafusco revela, una vez más, que la “seguridad” de la que hablan oficialistas y opositores es un reforzamiento policial contra la población.
Basta de gatillo fácil y atropellos policiales. Juicio y castigo a los responsables del asesinato de Octavio.
