Santa Cruz: la lucha docente en un impasse

Escribe Emiliano Fabris

El fracaso sin atenuantes de los paros aislados impulsados por ADOSAC.

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Desde comienzos del segundo semestre, la docencia santacruceña viene protagonizando una nueva lucha. El reclamo principal comenzó con el incumplimiento del gobierno de Vidal en relación al cierre de cursos y condiciones laborales acordadas en la paritaria de marzo. Luego, con la negativa a revisar el acuerdo salarial, porque según el gobierno provincial con la “cláusula gatillo” ya acordada no habría más aumentos para establecer. La conducción provincial de Adosac (Lista 7-Tribuna Docente) había llamado a aceptar una paritaria salarial a la baja con esta “cláusula gatillo” reconociendo que quedaba pendiente un 40% de actualización salarial para “salir de la línea de pobreza” y esto porque se habían obtenido otros reclamos en las condiciones laborales que fueron incumplidas.

Desde el inicio de clases del segundo cuatrimestre se vienen llevando a cabo paros intermitentes, que fueron respondidos por Vidal con el dictado de conciliaciones obligatorias, descuentos de cientos de miles de pesos al salario, una multa de casi 14 mil millones al gremio y una campaña mediática persecutoria contra ADOSAC. Ha quedado en evidencia la correspondencia de una política antiobrera y antisindical entre Milei y Vidal, quien como muchos ensayó una asociación política con el liberticida del cual ahora busca distanciarse y utiliza incluso como chivo expiatorio exclusivo para no otorgar aumentos salariales y recortar el presupuesto educativo provincial.

Otro fracaso de los paros aislados

El planteo salarial de la conducción provincial de ADOSAC apunta a un salario mínimo equivalente al costo de la canasta básica de la Patagonia. Esta canasta, sin embargo, no es la canasta familiar que hoy está en un piso de 2 millones de pesos. Ante el incumplimiento de la paritaria y la negativa a rediscutir aumentos salariales, ha promovido paros intermitentes -no progresivos- con actividades esporádicas que se extienden a la fecha, es decir, tres meses. El resultado es un evidente fracaso porque la adhesión viene decayendo, al igual que la participación de las actividades durante el paro, sin que se hayan podido conseguir resultados. La conducción fue a estas medidas discontinuas aclarando que levantaría las medidas ante la convocatoria a paritaria del gobierno, o sea aun cuando no haya una oferta salarial concreta. Reivindican incluso que se lleve adelante un conflicto “largo” y extenuante. Muchos de sus dirigentes han comenzado a responsabilizar a la propia docencia por la caída de la adhesión a los paros, un recurso típico de la burocracia sindical para lavarse las manos de su propia responsabilidad política en el conflicto. Este agrupamiento se había jactado, a comienzos del año, de haber firmado la “mejor paritaria salarial de todo el país”.

En Caleta Olivia, desde la Lista Roja-Tendencia Docente Clasista hemos planteado, desde inicios del año y en la lucha actual, la perspectiva de enfrentar un gobierno que ha mostrado todo su arsenal contra la docencia y sus organizaciones, oponiéndole la progresividad de los paros a un paro por tiempo indeterminado. Hemos participado de todas las medidas votadas en las asambleas y congresos provinciales. Hemos propuesto la unidad con otros trabajadores en lucha, como recientemente se demostró en la inmensa movilización universitaria. Ante el impasse en que nos encontramos, necesitamos seguir el camino de los metalúrgicos de San Nicolas, que fueron a la huelga indefinida para defender el salario.

Los últimos hechos presentan al gobierno de Vidal convocando a una reunión paritaria y a la conducción mocionando levantar las medidas por una semana. La lista Roja-Tendencia Docente Clasista en Caleta Olivia mocionó, por el contrario, mantener las medidas porque Vidal ha demostrado en tres largos meses su negativa a otorgar un aumento salarial y a incumplir los acuerdos laborales.

Revista EDM