#3J en Tucumán: la licencia por violencia de género y la lucha de la docencia universitaria

Escribe Anahí Rodríguez

Tiempo de lectura: 2 minutos

El 3 de junio la ADIUNT (el sindicato de la docencia universitaria) estuvo presente en el acto y concentración que se hizo ante el quinto aniversario del Ni Una Menos. El gremio viene reclamando la aprobación de una “licencia especial por Violencia de Género”, que fue elaborado por la Comisión de Género del Sindicato, y presentado en el rectorado para ser tratado en la paritaria local el 9 de marzo. La docencia de la Universidad de Tucumán ha iniciado una campaña activa en las redes sociales de pronunciamientos, videos y fotos para marcar la urgencia de que este proyecto sea aprobado, ante el cuadro de violencia que padecen las mujeres y que se ha manifestados en forma agravado en la cuarentena.

En la primera reunión de paritaria, el punto no llegó a tratarse. Las reuniones siguientes, el rectorado las viene postergando, por lo que la discusión de la licencia por violencia de género y las reivindicaciones en su conjunto que lleva adelante la ADIUNT está pendiente.

El reclamo de la licencia por violencia de género viene acompañado del reclamo por que se reconozca la licencia por hijos o familiares a cargo, fijada en el CCT; ya que en este proceso de cuarentena el “trabajo domiciliario” de clases virtuales han agravado la situación de las docentes. En las escuelas o facultades donde las licencias por familiares o hijos a cargo son reconocidas, algunos docentes deciden no pedirlas para evitar generar una sobre carga a sus propios compañeros de cátedras que quedarían solos a cargo de comisiones con más de 300 estudiantes, en algunos casos. Por eso, junto con el reconocimiento de licencias, la ADIUNT lleva paralelamente el reclamo de que se designen docentes suplentes que puedan cubrir los cargos, y de esta manera aliviar las tensiones. La designación de docentes suplentes requerirá indudablemente una partida presupuestaria especial, por lo tanto, se hace imprescindible el aumento presupuestario destinado a la educación y no en el pago de la deuda.

La docencia de la UNT viene de protagonizar un paro de 24 horas la semana pasada, se prepara para una nueva asamblea el jueves 4, que discutirá de qué manera se profundiza el plan de lucha por el conjunto de reclamos que no han sido atendidos: mejoras en la obra social, bono especial para los docentes (que en este periodo de cuarentena han tenido que invertir en arreglos o compras de computadoras, celulares, o el pago de datos para garantizar la conectividad); y también la licencia en violencia de género.

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