Escribe Lucas Giannetti
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Después de tres meses de conflicto, los 288 trabajadores de Vassalli -fábrica de cosechadoras- ubicada en la localidad santafesina de Firmat, retomaron el lunes pasado la producción. Esto se da luego del acuerdo al que arribaron la semana pasada la empresa, propiedad de la familia Marsó y la Unión Obrera Metalúrgica, por la falta de pago de más de tres meses de salarios y aguinaldos adeudados, y fue rubricado por el Ministerio de Trabajo de la provincia de Santa Fe. Diego Romero, abogado de la UOM señaló que el acuerdo con la empresa “es por seis meses” y “durante este lapso, los trabajadores no van a recibir ningún tipo de despido sin causa” (La Nación, 6/10).
La lucha de los trabajadores se retrotrae a septiembre de 2024, cuando la empresa comenzó a pagar los sueldos en cuotas. El conflicto que sostuvieron los trabajadores superó la contención que quiso imponer la burocracia de la UOM, que se opuso a los cortes de la ruta 33 y a la presencia permanente en la puerta de la planta de las familias trabajadoras.
El acuerdo al que arribó la UOM reviste el carácter de precario ya que la empresa depositó en la cuenta de cada trabajador solo $500.000 pesos, correspondiente al convenio de deuda de octubre, una parte ínfima de los adeudado. Dentro de las condiciones del acuerdo es que los salarios serán del 50% y la veeduría permanente del a pedido del gremio. Diego Romero, secretario general de la UOM local, señaló que respetó el mandato de la asamblea de “todos los trabajadores adentro” y se escudó detrás de la situación económica de crisis que atraviesa el país para disimular la colaboración que ha ejercido la burocracia de todo pelaje para con el gobierno de Milei y Pullaro.
Según lo acordado, se estableció una jornada laboral de cuatro horas diarias (80 horas mensuales), es decir, sin una producción a pleno y desde la empresa salieron a decir que el ritmo de la producción dependerá de la demanda que el sector agropecuario ejerza. Según un informe elaborado a pedido de la Bolsa de Comercio de Rosario, la industria de maquinaria agrícola tuvo un repunte durante la primera mitad del 2025, en este sentido, entre enero y junio se comercializaron 8.508 unidades por un valor total de $1,3 billones, representando un incremento interanual del 27%. Pero pese a la mejora frente al mismo período de 2024, el volumen de ventas aún se mantiene 4% por debajo del promedio de los últimos cinco años y es el segundo más bajo en seis años. En el rubro de cosechadoras, actividad de Vassalli, en este período se vendieron 558 unidades, un 24% por encima del promedio, aunque en valores se mantuvieron apenas 2% por debajo de la media histórica. Se puede observar que la familia Marsó se aferra a recesión general de la economía para llevar adelante una extorsión a los trabajadores, pero los números del sector dicen lo contrario.
En su momento los trabajadores denunciaron, oportunamente, que la familia Marsó está llevando adelante un vaciamiento de la planta, ya que se ha extendido como reguero de pólvora en la ciudad de Firmat la versión de que Marsó querría avanzar en un proyecto inmobiliario en los terrenos en donde está ubicada la planta, y trasladar la misma a la provincia de Entre Ríos, donde también tiene empresas metalúrgicas.
Los trabajadores de Vassalli alcanzaron una victoria parcial al lograr que se pague parte de lo adeudado. Una nueva generación de activistas y luchadores van asomando al compás de la crisis del desahuciado gobierno liberticida, que cuenta con la colaboración de la oposición patronal y de la burocracia sindical. Ante la situación actual de la clase trabajadora y en especial de los siderúrgicos, se plantea la necesidad de una coordinadora las luchas en curso. Por el inmediato cumplimiento de todas las reivindicaciones de los trabajadores de Vassalli.
