Gustavo Sáenz se sacó la máscara del federalismo y de la "salteñidad" para alinearse con los intereses de Milei y de su tutor, Donald Trump

El gobernador Gustavo Sáenz no se exhibió como gaucho para entrar a la Casa Rosada para defender la autonomía de Salta, sino por el contrario para asestarle otro golpe, al negociar con Guillermo Francos y Luis Caputo la inasistencia de Pablo Outes, Pamela Calletti y Yolanda Vega, que responden al gobernador, a la sesión que debía derogar la vigencia tácita (o ficta) de los DNU del Poder Ejecutivo y aprobar en su lugar de que sólo podían entrar en vigencia cuando los aprobara el propio Congreso. Dada la amplia mayoría que había para su aprobación, el ausentismo tenía el propósito de evitar que alcanzara los dos tercios de la Cámara, para que Milei pudiera vetar el nuevo sistema de DNUs.

Los decretos de necesidad y urgencia son la mayor expresión del centralismo de la Casa Rosada y de la violación del federalismo constitucional.

El ausentismo alcanzó a la votación de los aportes del Tesoro a las provincias, que Milei maneja a discreción, violando el reparto automático establecido por ley.

Juan Manuel Urtubey votó en contra del planteo de Milei, no por su pasión por Salta, sino porque la ley inconstitucional que se buscaba derogar, había sido diseñada por Cristina Kirchner y aprobada por un Congreso con mayoría kirchnerista en 2006.

Como en estos días se viene gestando una corriente provincialista en todo el país, con el propósito de salvar la motosierra de Milei mediante un gobierno de coalición o unión nacional, denunciamos la posición antifederal de Sáenz y de su candidata Flavia Royón como una operación de rescate del gobierno liberticida y como delito político de leso unitarismo.

Rechazamos de plano, asimismo, los gobiernos por decreto, con o sin aprobación indefinida por el Congreso, enemigos de la democracia.

Suponemos que, a cambio, Gustavo Sáenz habría negociado con Francos y Caputo la financiación para desarrollar las infraestructuras que los pulpos mineros reclaman que sean costeadas por el Estado provincial.

Hacemos esta denuncia para que, a dos semanas de las elecciones, los trabajadores de nuestra provincia voten con la mayor conciencia de lo que ocurre en la realidad.

Denunciamos el pseudofederalismo oligárquico y venal de los partidos patronales de Salta y señalamos que Argentina sólo alcanzará el federalismo con un gobierno socialista de trabajadores.

Violeta Gil, candidata a senadora nacional por el partido Politica Obrera