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Entrevistamos a Nicolás, trabajador de la Textil Río Grande, en la Provincia de Tierra del Fuego, desde hace siete años. Junto a sus compañeros, viene llevando adelante un acampe en los portones de la empresa por el cobro de sus salarios. Convocan a una movilización para el próximo lunes.
¿Por qué se inició el conflicto? ¿Qué reclaman?
Antes que se declare la cuarentena ya veníamos en conflicto con la empresa porque estábamos cobrando la quincena desdoblada, o sea en dos cuotas. Cuando entramos en cuarentena, la empresa nos debía la segunda quincena de marzo. La cobramos recién a mediados de abril.
A principio de mayo cobramos el famoso ATP. Luego nos notificaron los retiros voluntarios. Hicimos una asamblea donde resolvimos no aceptar los retiros. Se mencionaron un par de acciones, como la toma de la fábrica o instalar una carpa afuera de la misma. Hay mucha gente con muchos años trabajando y lo buenos es que la mayoría estamos en la carpa para fortalecernos como compañeros. La carpa la pusimos en pie el 25 de mayo. Nos juntamos todos los días, de lunes a sábado, desde las 10 de la mañana hasta las 18. El clima y la policía no nos permiten seguir más tiempo en la carpa. Estamos completamente seguros de que fuimos traicionados por la burocracia. La empresa no nos quiere pagar el mes de abril y mayo, porque aduce q no nos debe nada porque, para ellos, el primer acuerdo de la AOT sigue vigente [se refiere al acuerdo de pago de una suma no remunerativa de $17.000 para cada trabajador]. La empresa sigue firme con la desvinculación y amenazando con el cierre y nosotros seguimos firmes en la carpa, reclamamos que no haya despidos y que nos paguen lo que nos deben.
¿Qué medidas están tomando ahora?
Primero la puesta de la carpa, hicimos una olla popular y ahora tenemos una marcha para el lunes, convocando a todos los trabajadores textiles y de otras fábricas para que acompañen.
¿Cómo ves el apoyo popular a la medida?
La gente nos apoya. La olla popular se hizo a través de donaciones. Ahora, para la marcha, tenemos varias fábricas que confirmaron que van a marchar con nosotros. Eso nos fortalecen mucho.
¿Cómo afectó la pandemia la situación de los trabajadores?
Nos pegó fuerte porque hay compañeros que no podían pagar el alquiler, no tenían obra social, sin mantener a la familia, pagar la luz, gas, impuestos. El ATP es de 30.000 pesos y aquí, en Tierra del Fuego, la canasta familiar es de $70000. Imaginate vos ahí, compañeros con 4 o 5 hijos. Y también hay compas con dos familias.
¿Cómo ves el rol de los sindicatos en esta lucha?
El gremio pelea a través de un escritorio, haciendo los trámites burocráticos. Estos vienen a la carpa a caretear de vez en cuando. O mensajes a los delegados, si hay alguna novedad. Son unos parásitos. Quieren llevar el control de la lucha nuestra. Porque ayer organizó una reunión d delegados de todas las fábricas de la AOT para organizar la marcha. Después de la marcha, voy a llamar a una asamblea para organizarnos.
¿Cómo interviene el Estado en el conflicto?
Tuvimos un par de reuniones con un ministro y legisladoras. Planteamos nuestro problema y tomaron nota. En caso de cierre, yo pregunté sobre la expropiación o estatización. Los tipos no tenían ninguna respuesta. Lo único que dijeron que los problemas de empresas privadas los resuelve Nación. Dijeron también que se iban a poner en contacto con los políticos de Trelew para resolver el conflicto. Recibimos el bolso alimentario de la provincia. Estamos en la incertidumbre no sabemos nada y nadie da la cara. No sabemos nada de la empresa y nada del gobierno.