Tiempo de lectura: 2 minutos
Por incitación a la violencia colectiva y amenazas, el fiscal federal Gerardo Pollicita solicitó que cinco integrantes de la agrupación derechista Revolución Federal, financiada por el clan Caputo, sean llevado a juicio oral y público, a partir de los datos arrojados por una investigación que comprobó que los integrantes del grupo propagandizaban “consignas violentas, antorchas y hasta una guillotina simbólica” (Urgente 24, 14/10). La pasada semana Pollicita presentó un dictamen que dio por finalizada la investigación, a partir de la cual pidió que sean juzgados por incitación a la violencia colectiva, con penas que van de los tres a seis años de prisión. Jonathan Morel y Leonardo Sosa están sindicados de ser los fundadores de la agrupación, y Gastón Guerra, Nilda Basile y Lidia Casciano son apuntados por la justicia como miembros “relevantes” de esta banda de lúmpenes. En octubre de 2022 fueron detenidos los cuatro y una semana después fueron liberados.
En el dictamen presentado por el fiscal de la causa se puede leer que "Entre los meses de mayo y octubre del año 2022 adquirió notoriedad pública y desplegó su actividad una agrupación identificada como Revolución Federal, que tanto a través de la utilización de redes sociales, como mediante grupos de la aplicación WhatsApp y convocatorias de manifestaciones en las calles, realizó actos y emitió expresiones tendientes a alentar e incitar a la persecución, a la violencia y a la propagación del odio" (Clarín, 15/10), y agregó que el accionar de la banda estaba dirigido "contra personas en ese entonces integrantes del Poder Ejecutivo Nacional y simpatizantes de distintos partidos políticos, aunque principalmente, de la coalición que en ese momento se identificaba como Frente de Todos" (ídem).
La investigación realizada por Pollicita da cuenta que los hechos relevados en la pesquisa se dieron en simultaneidad con el intento de asesinato a CFK el 1 de septiembre de 2022. La desclasificación de los grupos de WhatsApp de integrantes de Revolución Federal confirmó que integrantes de la banda pedían atentar contra la figura de la exvicepresidente. Nicolás Carrizo, jefe del grupo conocido como ´los copitos´, absuelto en el juicio por la tentativa de asesinato contra CFK, mantenía vínculos regulares con este grupo. Brenda Uliarte, pareja de Fernando Sabag Montiel, ambos condenados por el fallido atentado, participó en una de las marchas que la banda derechista hizo a Plaza de Mayo. Si bien hay nexos entre los detenidos por el atentado a CFK y Revolución Federal, la justicia dictaminó que la agrupación no participó del mismo. En febrero pasado Morel declaró en el juicio por el atentado a Cristina Kirchner y afirmó no conocer “ninguno de los imputados. Jamás en mi vida los vi o hablé”, dijo respecto a Sabag Montiel, el tirador frustrado, y su cómplice Uliarte y Carrizo. En la misma declaración, Morel se refirió sobre el carácter que tenían las movilizaciones de Revolución Federal y las calificó como “espontáneas” y que estuvieron apalancadas por las medidas tomadas por el gobierno de Alberto Fernández, y afirmó que “los acontecimientos políticos nos fueron llevando.”
Estas bandas lúmpenes fascistas como Revolución Federal brotan de la declinación del capitalismo como sistema social y de su descomposición. No serán frenadas por la intermediación de la justicia burguesa, que, a fin de cuentas, los cobija. Es una tarea pendiente de la clase obrera.
