Escribe Emiliano Fabris
Con la complicidad del intendente de Fuerza Patria.
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Se ha difundido la noticia de que, tras la trágica inundación del 7 de marzo, el Ejército Argentino cobra al Municipio de Bahía Blanca 43 millones de pesos desde junio por el alquiler de dos puentes “Bailey” que fueron colocados para atravesar el destruido Canal Maldonado que divide dos sectores importantes de la ciudad. Este oneroso pago contrasta con el cuadro de catástrofe que atravesó la ciudad en donde aún no comenzaron las obras hidráulicas más importantes de reconstrucción. Este Canal Maldonado recién comenzaría a ser reconstruido el año proximo y sería finalizado en el 2028, con fondos del gobierno de Buenos Aires.
El alquiler de los puentes ha despertado una enorme indignación popular. Sucede que a la fecha persisten denuncias de vecinos que no cobraron el subsidio del gobierno nacional por los daños sufridos en sus viviendas, de parte de un fondo que había llegado del Banco Interamericano de Desarrollo por un total de 200 mil millones de pesos, de los cuales solo se ejecutó la mitad. A su vez, Javier Milei vetó una ley de emergencia votada para Bahía Blanca y la zona, aludiendo precisamente a la existencia de esta ayuda. Desmanteló toda la obra pública, incluyendo la ejecución del Fondo Fiduciario de Infraestructura destinado para las emergencias en inundaciones. En el presupuesto 2026, las obras para Bahía Blanca que recibirían financiamiento apenas representan un avance del 10 % de las mismas. Incluso dentro de estas obras, estan las que solo favorecen a las grandes empresas del Polo Petroquímico y el Puerto, como es la llamda “acceso a puertos”. Ahora, resulta que no solo la asistencia es cero, sino negativa: los vecinos de una ciudad arruinada por el agua, y por falta de las obras públicas de contención que jamás se hicieron, deben costearse ellos mismos el auxilio para poder transitar cotidianamente. La represora Bullrich se ha hecho de un esquema de financiamiento para su pretendido Estado policial en base a una catástrofe.
Guillermo Madero, subsecretario de defensa civil y protección humanitaria en el Ministerio de Defensa del gobierno de Milei, respondió que el pago del alquiler es un “mecanismo habitual, previsto por la Ley 20.459, vigente desde hace décadas y aplicada durante todos los gobiernos, incluidos los kirchneristas”. Madero afirma que el alquiler fue acordado y firmado por el intendente de Bahia Blanca, Federico Susbielles, de “Fuerza Patria”. De hecho, recien ahora en octubre es que se ha difundido este convenio que ya lleva 5 meses de duración. Desde la inundación a la fecha, Susbielles ha sido completamente complaciente y por lo tanto cómplice con la ausencia de una asistencia integral de Milei para Bahía Blanca, ante el veto a la ley de emergencia, la ejecución a medias del único fondo previsto, e incluso ante este cobro oneroso por el uso de puentes de emergencia que recien ahora se ha dado a conocer. Recientemente, ha hecho parafernalia con la visita del Embajador Norteamericano a la ciudad, que trajo una “donación” de unas escuálidas latas de pintura para escuelas. Las noticias informan que ademas del pago del alquiler al Ejercito Nacional, el Municipio debe pagar por el uso de estos puentes un seguro mensual a Provincia Seguros SA, es decir a la empresa estatal de seguros del gobierno provincial que comanda Axel Kicillof, cuya falta de asistencia a la ciudad no tiene nada que envidiarle a la de Milei. Al final del día, los llamados “opositores” a Milei trabajan de igual a igual para destinar el presupuesto público al pago de la deuda pública y de favorecer a los intereses capitalistas instalados en el Puerto y el Polo Petroquímico de Bahía Blanca, a quienes no se les ha impuesto ninguna carga tributaria extra para hacer frente a la devastación postinundaciones.
La reconstrucción de la ciudad y la puesta en pie de las obras hidráulicas necesarias es incompatible con el actual regimen económico y político de concesiones permanentes a los fondos financieros y los grandes capitales, que mileístas y peronistas defienden a capa y espada.
