Universidad de Catamarca: exámenes virtuales desde garitas de colectivos

Escribe Maga Maza

Tiempo de lectura: 2 minutos

La noticia de un estudiante de Capayán que rindió un examen desde la garita del colectivo recorrió todos los medios locales esta semana.

Alberto Mayco, estudiante de la carrera de Ciencias Agrarias de la UNCa, fue noticia por haber rendido y aprobado un examen desde la garita de un colectivo a la vera de la ruta, a la que tuvo que trasladarse par tener mejor señal de internet - escasa en su casa.

Noticias de este tipo son cada vez más comunes. Días atrás, El Ancasti publicó la historia de cuatro estudiantes de Cóndor Huasi que, para poder cumplir con las clases virtuales de su escuela deben trasladarse todos los días, bajo el frío o la nieve, hasta una loma, ya que ese es el único punto con buena señal en la localidad.

Casos como estos ponen de manifiesto que la virtualidad es sostenida principalmente en el esfuerzo de los docentes y estudiantes. Sus sacrificios para sostener la cursada virtual son la contracara del rotundo fracaso de las medidas del gobierno y las autoridades universitarias - han provocado, ya esta altura del año, una deserción masiva de la cursada. Las becas de conectividad de la UNCa, por ejemplo, fueron otorgadas tan solo a 600 de los 900 estudiantes inscriptos. La mayoría de los estudiantes ni siquiera pudo cumplir con la cantidad de restricciones que se pusieron a la inscripción para becas.

Mientras tanto, el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) y la UNCa anunciaron que están trabajando en un protocolo para la vuelta a clases prevista para agosto, pero hasta ahora solo se avanzó en el dictado de cursos de capacitación a no-docentes, sobre quienes recaería la tarea de desinfectar uno por uno a quienes ingresen a las instituciones educativas. Sobre lo que no se dijo una palabra es sobre si habrá una mayor contratación de docentes para evitar el hacinamiento en las aulas y un plan de obras para poner en condiciones las que sean necesarias. El reclamo histórico de la Facultad de Humanidades de un edificio propio, que hoy comparte con una preuniversitaria, está más vigente que nunca.

Cabe aclarar que todo esto ocurre mientras los docentes de toda la provincia se encuentran en franca rebelión contra el intento del gobernador Jalil de reformar el estatuto docente para ajustar a la educación pública y quitar el subsidio al boleto estudiantil, reforma que, como señalamos en otra oportunidad, es una punta de lanza para ataques más profundos contra la educación pública.

Las autoridades han aplaudido al estudiante de Capayán y lo han colocado como ejemplo. Con ello pretende ocultar que estamos asistiendo a un ataque de conjunto, nacional y provincial, contra los derechos docentes y de los estudiantes. Frente a este escenario los estudiantes tenemos que organizarnos junto a los docentes y discutir una salida y una lucha de conjunto:

Por la ampliación de las becas de conectividad para que lleguen a todos los que las necesitan, entrega de computadoras, salario docente igual a la canasta familiar, abajo la reforma del estatuto docente provincial, refacción de todas las escuelas y facultades, edificio propio para humanidades y aumento del presupuesto educativo. Por un plan de recuperación presencial de todos los estudiantes que desertaron garantizando el cursado y los exámenes. Por la incorporación con todos los derechos de docentes para asegurar las condiciones sanitarias en condiciones de presencialidad.

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