Escribe Daniela Magoc
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El pasado viernes 31 trabajadores y trabajadoras del Garrahan ocuparon durante una protesta las oficinas de la dirección del hospital. La medida de fuerza había sido impulsada por las diversas organizaciones gremiales que intervienen en el hospital (ATE Garrahan, ApyT, autoconvocados), luego de verificar descuentos salariales por adherir a paros y protestas durante el mes de octubre en exigencia del cumplimiento de la Ley de Emergencia Pediátrica.
La ley había sido ratificada por el Congreso el 2 de octubre, tras rechazar los vetos del presidente Javier Milei, y promulgada hace diez días, pero su ejecución se encuentra suspendida -ha dicho el Gobierno- hasta que el Congreso de la Nación determine las fuentes de financiamiento. En el proyecto de Presupuesto que giró al Parlamento, el Gobierno fijó partidas presupuestarias para los hospitales nacionales y salarios del personal, sobre todo en el ámbito pediátrico, que equivalen a menos de un 30 % de lo que exige la Ley de Emergencia Pediátrica (Tiempo Argentino, 31/10).
La Junta Interna de ATE Garrahan denuncia que los descuentos alcanzaron “entre $300.000, $400.000 y hasta $500.000 por ejercer el derecho a huelga” y que los sectores más perjudicados fueron “enfermería, instrumentación quirúrgica, maestras del jardín y algunos sectores técnicos”. “Es una política criminal que tiene responsables: Pirozzo, el enviado de Lugones para reventar el Garrahan, y los socios del consejo de administración que lo acompañan.”, expresaron.
Finalmente, luego de la intervención de un juez, la directora del Consejo de Administración, Mariel Sánchez, a quien se le entregó una nota, se comprometió a recibir a los trabajadores en una reunión la semana que viene. El reclamo continúa con la organización de un fondo de lucha, la convocatoria a una asamblea general este martes 4/11 y la articulación con los sectores que forman parte del Cabildo Abierto en apoyo al Garrahan.
Durante la jornada las autoridades del hospital denunciaron por redes sociales que "sindicalistas y la izquierda violenta" irrumpieron en las oficinas de la Dirección Médica, "tomando al personal como rehén e interrumpiendo el funcionamiento institucional". El Ministerio de Salud comandado por Mario “Prepagas” Lugones respaldó a las autoridades del Hospital, que "actuaron conforme a la normativa vigente y en defensa del funcionamiento de la institución". "La violencia nunca es el camino. El Garrahan es una institución de excelencia, vamos a priorizar su funcionamiento y a garantizar que cada niño reciba la atención que necesita", expresa la declaración del Gobierno, al que no le importan el Garrahan ni los niños ni la excelencia, sino satisfacer a los parásitos financieros.
Quienes perjudican a los usuarios y usuarias son quienes desfinancian a la salud pública, pagan salarios de miseria y empujan a los trabajadores del hospital a las renuncias masivas (20 contabilizadas al mes de octubre) y al pluriempleo. El vaciamiento del hospital Garrahan responde a la política privatizadora que empujan Lugones y los liberticidas. La lucha que libran los trabajadores apunta a defender el acceso a la salud por parte de una población cada día más golpeada por los despidos, los bajos ingresos y la pobreza.
Apoyemos la lucha del Hospital Garrahan. Por la inmediata restitución de los descuentos.
