La cúpula de ANSES: una organización ilícita que roba, despide y sobrecarga a los trabajadores

Escribe Valentina Viglieca

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Semanas atrás trascendió en algunos medios de comunicación una denuncia contra 20 funcionarios de la ANSES que formaron una red para direccionar contrataciones de empresas tecnológicas a cambio de retornos. Paula Amor, secretaria general y el Director Ejecutivo, Fernando Bearzi son la cabeza de la organización ilícita que arregló sobreprecios por más de 70 millones de dólares.

La denuncia fue radicada en la fiscalía de Guillermo Marijuan y “de comprobarse, podrían encuadrarse en los delitos de asociación ilícita (artículo 210 del Código Penal), incumplimiento de los deberes de funcionario público (248), cohecho y corrupción (256 y 258)” (Ambito.com, 16/10). A casi tres semanas de trascendida la denuncia ningún sindicato aprovechó el revuelo para organizar a los y las trabajadoras en un contexto de avasallamiento de los derechos de los estatales, las novedades de la Reforma Laboral y el rumor de privatización del sistema previsional.

En los edificios donde funciona el ANSES, los trabajadores de atención al público se encuentran con situaciones desesperadas de trabajadores a los que obligan a jubilarse, trabajadoras que ya no cuentan con la moratoria para poder acceder a una jubilación mínima, y familias que no pueden acceder a derechos por una creciente burocratización de los trámites. Crecen entre los estatales las enfermedades producto de las presiones a las que son expuestos diariamente.

A los permanentes anuncios de despidos en el Estado Nacional, los trabajadores de la ANSES suman los rumores del retorno a las AFJP o las implicancias que va a tener la Reforma Previsional que, según algunos medios, quedó pospuesta para 2028 y para otros se resolvería en el Congreso el año que viene.

El vaciamiento del sistema Previsional va a redundar en sobrecarga laboral y despidos. El argumento principal del gobierno y del Fondo Monetario Internacional para justificar la reforma es que el sistema no es sustentable, los que se afanan 70 millones de dólares de los y las jubiladas dicen que los aportes de los trabajadores activos no sostienen las jubilaciones, no ya el 82% móvil anulado por Menem y todos los gobiernos sucesivos sino las jubilaciones mínimas inferiores a la Canasta de Indigencia.

La Reforma laboral ya llegó

En ANSES hay áreas enteras de trabajadores monotributistas, o sea por fuera de convenio y con imposibilidad de afiliarse a alguno de los sindicatos. Sus salarios – altos en relación a otros call center- están por debajo del derecho constitucional de “a igual tarea igual salario”. Además, hay áreas nuevas de trabajadores que atienden a través de los “boti” (bots) que están en peores condiciones laborales.

Los trabajadores conveniados se encuentran con dificultades en los procedimientos de trabajo a sabiendas que las enfermedades por estrés terminan poniendo en juego el presentismo (POA-productividad) y sumado a la jornada laboral turnos y sobre turnos de atención al público que no permiten desarrollar la tarea en condiciones.

Entre 2024 y 2025 despidieron en distintos edificios y sus tareas fueron absorbidas por los que quedaron. Como el promedio salarial en la ANSES es superior al de otros estatales, los sindicatos han abandonado los reclamos paritarios llevando a que las familias tengan que resignar actividades de sus hijos por no llegar a cubrir los gastos.

¿Qué significa la reforma previsional?

Que el gobierno haya resuelto patear para adelante la Reforma Previsional no es un alivio, primero liquidan los derechos laborales, crece de forma geométrica el contrato de monotributistas y tercerizados vaciando la caja previsional. El propio Estado fomenta la flexibilidad laboral y nutre el argumento de una caja que ya no recauda para responder con el aporte de los activos a los trabajadores jubilados. Pero mientras tanto hacen contratos millonarios para saquear los que los activos aportan con su salario.

Una reforma previsional va a aumentar en 5 años la edad jubilatoria y a eliminar los regímenes especiales de docentes, judiciales, etcétera. Una modificación en la fórmula de cálculo de aumento de haberes. La Reforma laboral y la previsional tienen un hilo conductor que perjudica al conjunto de los trabajadores y en ello particularmente a los de ANSES porque van a crecer las dificultades en la atención y porque el vaciamiento de la Caja se encamina a la privatización del sistema con los consecuentes despidos.

Mientras los sindicatos que intervienen en el organismo evitan denunciar el robo millonario y la destrucción de las condiciones laborales y salariales los trabajadores no podemos paralizarnos. El voto a Milei no es un cheque en blanco contra derechos conquistados con la organización y la lucha de los que nos antecedieron. Abramos el debate escritorio por escritorio, sin distinción de afiliación, y construyamos asambleas autoconvocadas para enfrentar la reforma laboral, la previsional y para echar a la gestión corrupta de nuestros lugares de trabajo.

Revista EDM