Pergamino: entre la inacción del gobierno y el avance del virus

Escribe Lucas Giannetti, PO (T) de Pergamino

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La segunda sección de la provincia de Buenos Aires está asistiendo a la propagación del Covid. Baradero, San Nicolás, San Pedro registran casos. En Zarate, se han registrado casos en cinco empresas. Terminal Zarate (portuaria), Softys (ex Papelera del Plata), Toyota y Quilmes y en el Centro Nuclear Atucha, sumando un total de 40 contagios. San Antonio de Areco cuenta al día de hoy 21 casos (2 recuperados, 1 fallecido). En Capitán Sarmiento se registran 22 casos, siendo, la avícola Granja Tres Arroyos el foco de contagios, con 10 trabajadores infectados. Sin testeos y protocolos laxos, la patronal es responsable junto a la dirección del gremio de la alimentación (STIA). Arrecifes ha contabilizado dos casos positivos, trabajadores también de Granja Tres Arroyo. En este marco de situación, en las últimas horas se ha conocido un pedido firmado por más de 50 intendentes opositores, dirigido al gobernador, para que dé “más autonomía en la cuarentena”. Entre los firmantes figuran los intendentes de Arrecifes, Capitán Sarmiento, Pergamino, Ramallo, Rojas y San Nicolás. Las grandes patronales que operan en la segunda sección, presionan para llevar adelante un levantamiento total de la cuarentena. Desde Paolo Rocca (Siderar) hasta Pagani (Arcor), pasando por las demás patronales de la zona, quieren el fin de la cuarentena.

Mientras tanto en Pergamino son casi nulos los controles en las entradas a la ciudad y la cuarentena, prácticamente, se reduce a la paralización de las actividades comerciales a las 17. Mientras el virus avanza en las localidades vecinas, el ejecutivo municipal, presiona a provincia para que se habiliten actividades no esenciales como, por ejemplo, el bingo.

El gobierno municipal tiene al frente de una de sus principales secretarías, como la de Acción Social, a Lucas Marino Aguirre, militante anti cuarentena, que hace oídos sordos a los reclamos más sentidos de los barrios populares, que en los últimos años han tenido un desarrollo exponencial. Se contabilizan más de 20 asentamientos en la ciudad. El déficit habitacional de pergamino supera largamente las 5000 viviendas. El gobierno tiene una clara orientación del desarrollo de los barrios privados y de favorecer la especulación inmobiliaria.

Los déficits estructurales: el hacinamiento, la degradación residencial, la falta de servicios públicos sanitarios (agua, cloacas, etc.), la mal nutrición persistente, se han agravado estrepitosamente, en el marco de la crisis del Covid 19, agudizando todas las contradicciones. Asentamientos enteros que no cuentan con agua potable y el hacinamiento de las familias, en casas o casillas de chapa, son las condiciones materiales, para que, en una posible entrada del virus, encuentre un caldo de cultivo para su desarrollo y expansión. Es así que Pergamino es un polvorín. Más teniendo en cuenta las políticas llevadas a cabo por parte del municipio, que al igual que Kicillof, se niega a realizar testeos masivos.

Asistimos a una expansión de la pobreza, sin precedentes. La tercerización, subocupación y la desocupación, asolan a la ciudad. Las últimas mediciones de 2018 arrojaban una tasa de desocupación superior al 9 % y una subocupación del 12%. Estos números se han disparado, con la vía libre que se ha dado a empresarios para despedir y suspender.

Con salarios de pobreza que promedian los 30.000 pesos, el 50% de la población pergaminense se encuentra por bajo del nivel de pobreza.

Ante la falta de respuesta del gobierno y, más precisamente, de Marino Aguirre, que no ha solucionado ni uno de los problemas de barrios y villas, en principio no ha garantizado la llegada efectiva de alimentos, desde la tendencia del Partido Obrero y Polo Obrero, nos hemos puesto a la cabeza de ollas populares, llevando una orientación de organización de comité barriales, para arrancarle al estado, lo que el mismo no puede solucionar.

Es momento de unificar y coordinar las luchas de trabajadores ocupados y desocupados y conformar de comités barriales, que discutan y organicen un pliego de reivindicaciones: por hisopados generalizados a toda lo población, abastecimiento alimentario y de elementos de higiene para las familias que lo necesitan de parte del Estado, reequipamiento inmediato de insumos y personal en las salas médicas, urbanización y vivienda, contratación de trabajadores de salud, trabajadores sociales y voluntarios, con salarios y convenio para todas las tareas de diagnósticos, relevamiento, higiene y saneamiento de los barrios. Declarar de utilidad pública hoteles y edificios vacíos que sirvan de alojamiento para la población afectada. Centralización del sistema sanitario y no pago de la deuda externa.

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