Escribe Leonardo Perna
Dos millones de pesos para llegar a fin de mes.
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Para la UCA la canasta de pobreza asciende a $1.942.078, si se tomaran mediciones actualizadas, por el mayor gasto de las familias en el ítem servicios. Con estos índices actualizados la pobreza estaría arriba del 40%, bastante más respecto del 31% informado en la última medición del gobierno.
Según los datos recogidos en la Encuesta de Hogares (ENGHo), con una metodología que corresponde a 2017/2018, el umbral de pobreza para una familia tipo se ubica en $1.213.799, una diferencia del 60% respecto de los $1.942.078 estimados por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA a cargo de Agustín Salvia. Explicaron los resultados tan diferentes del siguiente modo: “el lNDEC continúa utilizando la Canasta Básica Total (CBT) con la estructura de gasto de los hogares relevada en la ENGHo 2004/2005, aun cuando ya existen datos actualizados para 2017/2018. Entre ambos períodos, los hogares incrementaron de manera significativa la proporción de su gasto destinada a servicios. Si nos aproximáramos a una posible actualización metodológica, la CBT sería sustancialmente más elevada en todos los años, y en consecuencia la incidencia de la pobreza también sería mayor". Agregan: "una ponderación actualizada modificaría la evolución de la pobreza, ya que capturaría mejor el impacto del encarecimiento de los servicios desde la segunda mitad de 2024”.
La UCA advierte que la actual gestión del instituto nacional cargo de Marco Lavagna sobreestima los ingresos de las familias, que ubica 16% más altos que en 2018. En disidencia con esta manipulación, renunciaron dos técnicos muy jerarquizados que estaban a cargo de las estadísticas de ingresos y pobreza del INDEC. Es la misma UCA la que lo ratifica: “La EPH captura actualmente ingresos 16% más altos de los que habría captado bajo la misma capacidad de registro que la del II Trimestre de 2018 y de casi 17% con respecto al III Trimestre de 2023”.
Tomando estos cambios y omisiones, se puede concluir que el gobierno liberticida miente con las estadísticas desinflando la canasta de pobreza e inflando los ingresos informales. De esta manera “logra” colocar la pobreza a nivel nacional unos 10 puntos porcentuales por debajo de su valor real.
El informe cierra que, de existir una baja en la pobreza desde el fogonazo devaluatorio del 2023 a la fecha, se debe a “los cambios en los precios relativos, el fortalecimiento de la AUH y de la Tarjeta Alimentar”, pero que en esencia “tres cuartas partes de la caída de la pobreza desde los niveles de 2023 se deban a un efecto estadístico”.
La pobreza, por otro lado, se ensaña con los jubilados. Según la Defensoría del Pueblo de Ciudad de Buenos Aires, en octubre pasado, la canasta básica para el adulto mayor se ubicaba en los $1.278.026, empujada por los aumentos de los medicamentos, mientras que la jubilación mínima -incluyendo el bono- es apenas de $410.879, lo que representa un tercio de la canasta del adulto mayor y la quinta parte de la canasta familiar.
El gobierno a pedido del FMI sigue golpeando salarios, derechos laborales y por una nueva vuelta en el torniquete del ajuste.
