La movilización de los vecinos tiró abajo el encubrimiento del gatillo fácil del 25 de diciembre en Villa Lugano

Con la circulación de parte del informe de la autopsia realizada a Gabriel González, vecino de Villa Lugano de 45 años asesinado por la Policía de la Ciudad, se confirmó que la muerte fue resultado de los disparos de escopeta recibidos en tórax y abdomen. Durante esas horas pasaron a disponibilidad a un oficial de la Comisaría 8A de CABA. Mientras el Juzgado da paso en la investigación del crimen policial, salió a la luz que los hechos que se intentaron imputar a González no lo tenían como involucrado. El video mostrando los disparos a quemarropa y la movilización de los vecinos dieron por tierra el intento de exculpar a los policías que actuaron en el lugar.

Los abogados de CORREPI que accedieron a parte del informe dicen “el anticipo preliminar de la autopsia, informado hoy a la familia de Juan Gabriel González, es conciso y claro: lesiones por proyectil de munición múltiple en tórax y abdomen. Hemorragia interna y externa”. Y agrega: “no sabemos todavía qué tipo de cartuchería utilizaron, pero a corta distancia, como lo muestran las imágenes, y directo a zonas vitales como tórax y abdomen, un disparo de escopeta es letal, tanto con cartuchos antitumulto (con postas de goma) o todo propósito (con postas de plomo)”. Se confirma así la ilegalidad de todo el accionar policial en la tarde del 25 de diciembre, donde se disparó directo a partes vitales con armas largas y a una corta distancia. El Juzgado interviniente tiene el informe de autopsia completo.

En este contexto fue apartado temporalmente de sus funciones un oficial primero de la Comisaria Vecinal 8A, como parte de la investigación del crimen de Juan Gabriel González con el “fin de facilitar al Juzgado interventor la investigación de los hechos ocurridos”. Sin embargo, fueron siete los policías implicados, tres de la Comisaría 8A y cuatro de la Unidad Táctica de Pacificación. Y siguen a cargo del sumario interno organismos denunciados en otras instancias por estar dedicados a encubrir la violencia policial como la “Oficina de Transparencia y Control Externo del Ministerio de Seguridad” y “Asuntos Internos de la Policía de la Ciudad”.

Dentro de la cadena de encubrimientos que la autopsia hace caer se encuentra la versión policial de los hechos que narra un llamado al 911 de una mujer denunciando un botellazo a su casa y una alerta de enfrentamiento entre dos grupos en las calles Chilabert y Araujo. Al llegar al lugar, siguiendo el relato policial, los efectivos aducen recibir piedrazos que dejaron a tres de ellos heridos. Es en respuesta a esta agresión habrían golpeado a vecinos con bastones y dispararon dando muerte a Gabriel. En esta versión policial no se constató la participación de Juan Gabriel González en ninguno de estos hechos. El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°20 a cargo de la jueza Laura Bruniard, debe avanzar en las pericias sobre cámaras, teléfonos y armas que le fueron entregados con la asistencia de la División Homicidios de la Policía Federal.

La movilización de vecinos por justicia

Fueron los vecinos, familia y amigos de Gabriel los que recolectaron junto a organizaciones de Derechos Humanos como “El Mapa de la Policía” toda la información sobre este brutal crimen y en los videos identificaron a los policías. La CORREPI que accedió al parte policial identificó quienes dispararon desde corta distancia. Uno de los oficiales es Daniel Miño (Comisaría 8A y pasado a disponibilidad) que disparó 6 veces y el otro es Vanesa Valentini (Unidad Táctica de Pacificación) que también disparó 6 veces. La herida en el tórax que causó la muerte aún no fue trazada hacia cuál de los 12 disparos corresponde.

Luego de varias horas, los tres detenidos por la policía fueron liberados, y el 26 de diciembre una importante movilización de vecinos de Villa 20 se concentró en Avenida Escalada y Cruz, donde estuvo encabezando Nelly Portillo, esposa de Gabriel y herida por los cartuchos de escopeta ese día, liberada tras ser detenida junto a dos amigos de la familia. Uno de los amigos liberado denunció torturas en su detención con la intención que “confiese” haber matado a Gabriel. Otro escalón más en la rutina de encubrimiento de la policía porteña.

En estos días, organizaciones sociales del barrio de Lugano, Papa Francisco y de Villa 20, discuten impulsar un petitorio pidiendo justicia que será presentado en la legislatura porteña.

Crisis represiva en CABA

En lo que es una seguidilla de hechos violentos, el día domingo en el barrio de Constitución otro episodio de brutalidad policial se llevó adelante. A las 14:30hs en las calles Salta y Constitución cerca de una de las bocas de la Estación de trenes de la Línea Roca, la Policía de la Ciudad intervino en una pelea disparando a matar a un joven en plena calle, que se encuentra en estos momentos internado de gravedad.

Una vecina explicó "es un pibe que vivía en uno de los hoteles de la zona, así que estamos intentando ver si la dueña del hotel nos puede pasar datos para comunicarnos con su familia". El otro joven implicado en la pelea vive en situación de calle, quedó detenido y se desconoce la imputación por la que fue llevado por la policía. En diversas entrevistas, las mujeres y travestis que son prostituidas en la Plaza Constitución denunciaron un recrudecimiento de la violencia policial. A las 21hs, vecinos del barrio de Constitución se concentraron en la esquina de Salta y Constitución llevando adelante el reclamo de justicia y denunciando el abuso policial.

A pesar del ocultamiento de estas noticias, los hechos son muy extendidos: durante la tarde del 24 de diciembre hubo corridas y redadas contra manteros en el barrio de Once. El mismo día, en Flores, en la Avenida Avellaneda, la situación terminó con detenidos y piedrazos a la policía. Lo sucedido en Constitución, así como el crimen de Lugano, son parte de una cadena de violencia estatal y policial en barrios pobres y en los distritos de tránsito de los trabajadores.