UTA Córdoba: rebelión y coordinación en las bases

Escribe Andrés Oroño

Tiempo de lectura: 2 minutos

El paro autoconvocado y la lucha de los choferes de la Empresa ERSA que arrancó en la madrugada del miércoles 1 de julio por los salarios adeudados de abril y el aguinaldo, se sigue profundiza y abre una nueva perspectiva. Los trabajadores se rebelaron y arrancaron el paro provincial, que empalmó con otras luchas de choferes del resto del país, alcanzando estado nacional.

En dos reuniones, una provincial y otra nacional, las direcciones sindicales no han conseguido nada y el paro continúa por tiempo indeterminado. La empresa ERSA adeuda, en promedio, cien mil pesos a cada chofer. Aduce no tener recursos, pero sus trabajadores denuncian que desde hace más de cinco años que viene recibiendo subsidios estatales, nacionales, provinciales y municipales, por cifras millonarias.

El holding del transporte, Empresa Romero S. A. (ERSA), tiene concesionados la mayoría de los corredores urbanos de Córdoba y también el transporte interurbano. Opera en cinco provincias argentinas y detenta en su cartera cerca de 10 empresas nacionales, entre ellas, LUSA -concesionaria de la recolección de basura en Córdoba-, Aucor, Expreso Singer, Avis, Fluviales del Litoral, TECSA y unas cuantas UTE (Unión Transitoria de Empresas). Es una empresa que parasita del subsidio estatal. En 2014, Juan Carlos Romero, su titular, fue imputado junto al ex intendente de Córdoba, Ramón Mestre, por el desvío de fondos estatales, pero ambos resultaron finalmente sobreseídos. Los trabajadores de ERSA denuncian que los subsidios fueron desviados a otras de empresas del grupo.

ERSA es una radiografía de las grandes empresas argentinas que viven del subsidio estatal mientras liquida las condiciones de vida de los trabajadores. En plena pandemia, este grupo económico no provee barbijos ni alcohol en gel para sus trabajadores y pone frecuencias, cada una hora, para llevar a los usuarios amontonados frente al peligro del contagio del coronavirus.

El actual intendente de Córdoba, Llaryora, mientras ataca a los trabajadores municipales, liquidando salarios y conquistas, también es el paladín de los subsidios a las empresas de transporte. A principios de junio, ensayó junto a la dirección sindical de Carla Esteban (secretaria general de UTA Córdoba, puesta por Roberto Fernández) un lockout patronal para presionar por los subsidios a la Nación, pero se encontraron con una pared. El estado nacional está quebrado y ha empeñado los recursos que dispone para pagarles a los bonistas.

El problema de los trabajadores de ERSA es el mismo que recorre a todas las empresas de transporte, el que hoy enfrentan los trabajadores municipales y también cientos de trabajadores privados. Las patronales, sus gobiernos, y las burocracias sindicales apuntan al rescate de los capitalistas, hundiendo a la clase obrera.

Los trabajadores tenemos una salida: unir las luchas para arrancar los recursos y ponerlos en un plan al servicio de las necesidades de la población trabajadora.

La autoconvocatoria de los trabajadores de UTA, que sigue coordinando reuniones, carpas, y ollas populares, abre una oportunidad. Todos los trabajadores, y especialmente los municipales en lucha, debemos deliberar, votar programas, elegir delegados y fortalecer esta perspectiva de salida.

Pago de los salarios y del aguinaldo adeudados. Apertura de los libros de la empresa y del municipio. Defensa de todas las conquistas convencionales. Por protocolos de seguridad e higiene de los trabajadores.

Suscribite al canal de WhatsApp de Política Obrera