Bolivia: las elecciones y otro golpe

Escribe Emiliano Monge

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La golpista Añez dio positivo de Covid-19. Es el sexto caso en el Gobierno, cuatro ministros del gabinete (Minería, Jorge Oropeza; Trabajo, Oscar Mercado; Salud, Eidy Roca, y Presidencia, Yerko Núñez), junto al presidente del Banco Central, Guillermo Aponte.

La crisis sanitaria en Bolivia es catastrófica, los cadáveres se apilan en las calles y casas debido al colapso médico-hospitalario y servicios fúnebres. Hay 42.984 casos y 1.577 muertos. En las últimas 24 horas hubo récord de contagiados (1.439). La golpista Añez, luego de prometer que no se presentaría, es candidata en las próximas elecciones del 6 de septiembre.

Elecciones

Añez quizo volver a prorrogar las elecciones, luego de que se cancelaran para mayo, aunque es un gobierno de facto desde enero, cuando vencía el mandato presidencial de Evo Moráles, derribado por un golpe de estado. Áñez intentó una nueva prórroga. La Central Obrera Boliviana (COB) y la Federación de Mineros (FSTMB) demandaron mantener la fecha o enfrentar “una convulsión social”.

Arce-Choquehuanca (MAS), se alzarían con la victoria en primera vuelta (41,9%). Segundo va Mesa (26,8%) y tercera Añez (13,3%), dice la Celag. Áñez propuso una candidatura común a Mesa, lo que generó una crisis en el gobierno. Como parte de la disputa político-electoral, la Fiscalía de La Paz imputó a Evo Morales por terrorismo y pidió su detención preventiva. Evo, por su parte, aseguró que “Pronto volverá la democracia y el Estado de Derecho a Bolivia” (P12).

El ministro de Gobierno Arturo Murillo denunció a los diputados y senadores del MAS como “legisladores subversivos” (DW, 8/7). La semana pasada en K'ara K'ara (Cochabamba) la policía y el ejército reprimió a vecinos que bloqueaban el ingreso a la ciudad, para exigir la liberación de unos ocho dirigentes por el derecho al agua, al pan, comida y trabajo.

Como responsable de la represión tras el golpe, Añez enfrenta cargos no excarcelables. Por su lado, el alto Mando Militar evadió la aprobación requerida por el Senado, dominado por el MAS, para autorizar promociones, violando la Constitución. El Ministro de Defensa presentó cargos contra la presidenta del Senado, Eva Copa (del MAS), con el propósito de destituirla. Como respuesta, la bancada parlamentaria del MAS aprobó una Ley que regula la intervención de las FF.AA. y de la policía ante eventuales “estados de excepción”. La posibilidad de una victoria del MAS en septiembre podría precipitar otro golpe militar.

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